Derechos humanos: el impacto empieza en casa
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En la AIDH buscamos no sólo informar, sino también inspirar un compromiso renovado con la justicia y la educación en derechos humanos
Eleanor Roosevelt decía que los derechos humanos comienzan en lugares pequeños, cerca de casa. En nuestras aulas, oficinas y comunidades, esa idea toma forma en acciones concretas.
Este año, desde la Academia Interamericana de Derechos Humanos (AIDH), hemos trabajado para que esos pequeños espacios se conviertan en semillas de cambio y justicia. Como directora de esta institución y en conformidad con la normativa que nos rige, hace unos días rendí mi 5 Informe de Gestión correspondiente al año 2024.
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Aquí, en estas líneas, quiero compartir con la ciudadanía algunos de los logros alcanzados y los retos que nos esperan en el futuro.
La investigación de calidad ha sido uno de nuestros pilares más sólidos, gracias a la publicación de distintos trabajos sobre la paridad de género, el sistema electoral mexicano y el derecho constitucional comparado, la inteligencia artificial, entre otros temas. La publicación de trabajos de investigación no sólo enriquece la literatura académica y alimenta el debate científico, sino que también ofrecen herramientas para comprender y transformar la realidad en la que vivimos.
Ha sido propio de esta vocación transformadora la fuerza que nos impulsó a publicar “Buscando Nuestros Tesoros”, un cuento ilustrado que aborda la desaparición forzada desde una perspectiva humanista para concientizar a la comunidad en general, pero principalmente a las infancias, sobre cómo impacta la desaparición forzada de personas en nuestras vidas y en la vida de niños, niñas y adolescentes que han vivido esta dramática experiencia en sus familias.
Estas iniciativas subrayan nuestro compromiso con una investigación que no sólo genera conocimiento, sino que transforma vidas, gracias también al intercambio de ideas entre expertos y el público en general. En este sentido, además, producimos contenido audiovisual, accesible y atractivo, que acercó conceptos complejos a audiencias amplias. Destaco especialmente el proyecto “La Jurista de las Emociones”, que replantea el Derecho como una herramienta de empatía y transformación social.
En lugar de ver a la ciencia jurídica como un instrumento rígido y técnico, esta iniciativa nos invita a reflexionar sobre cómo el Derecho puede y debe conectar con las necesidades humanas más profundas.
Al divulgar nuestras ideas, buscamos no sólo informar, sino también inspirar un compromiso renovado con la justicia y la educación en derechos humanos, eje en el que continuamos fortaleciendo nuestra oferta académica, tanto a nivel de licenciatura, así como de posgrado.
Las personas que estudian en la “Casa Morada” no sólo se forman en el aula, sino que también participan en proyectos extracurriculares que fomentan el aprendizaje colectivo y el sentido de comunidad. Iniciativas como el Club Feminista y el Club de Debate, así como el enfoque en la internacionalización de nuestra institución, gracias a nuestro programa de movilidad internacional, así como a los distintos convenios firmados con universidades e instituciones nacionales e internacionales, impulsan reflexiones críticas sobre igualdad y democracia en un contexto siempre más global y cosmopolita.
¿Qué nos espera para el próximo año? El 2025 será un año particularmente significativo para nuestra institución, ya que celebraremos nuestro décimo aniversario. Se trata seguramente de una gran ocasión para reflexionar sobre lo que hemos construido y lo que queremos lograr: habrá más y mejores proyectos.
En materia educativa, continuaremos fortaleciendo nuestra oferta formativa de licenciatura y posgrados, ampliando las oportunidades de movilidad estudiantil y apostando por la enseñanza de idiomas. Un proyecto fundamental será la segunda etapa de nuestro edificio, que incluirá una nueva biblioteca, aulas, auditorios y espacios administrativos diseñados para fomentar la colaboración y el aprendizaje.
En el ámbito de investigación, seguiremos desarrollando proyectos clave en materia de derechos humanos para seguir transformando la realidad en la que vivimos desde la trinchera académica.
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Cerramos el 2024 y mi quinto año de gestión con la certeza de que los derechos humanos, como nos recordaba Eleanor Roosevelt, comienzan en esos lugares pequeños y muy cerca de nosotros: las aulas, las oficinas y los hogares. Es allí donde reafirmamos nuestra misión de construir un espacio donde la justicia y la dignidad sean experiencias tangibles, no ideales lejanos.
Desde Coahuila, seguiremos trabajando para que esos pequeños pasos se traduzcan en un impacto que inspire a las Américas y más allá, y para que la Academia Interamericana de Derechos Humanos se siga consolidando como un gran referente mundial en la materia de los derechos humanos.
Porque los derechos humanos comienzan donde estamos, pero juntos, con trabajo, esfuerzo, compromiso y disciplina, podemos llevarlos mucho más lejos, justo allí donde más se necesitan.
La autora es directora general de la Academia Interamericana de Derechos Humanos
Este texto es parte del proyecto de Derechos Humanos de VANGUARDIA y la Academia IDH
