Doctor Politicorazón

Opinión
/ 23 agosto 2024

El título de esta columna nada tiene que ver con aquel famoso personaje llamado Doctora Corazón de la XEW en 1953; la cual, desde la radio y luego en forma de revista semanal resolvió dilemas y problemas amorosos de miles de mexicanos.

Tampoco está relacionado con la canción interpretada por Alí Reyes que en su primera estrofa desgarra sus vestiduras para entonar: “Ayúdeme, Doctora Corazón/ Doctora necesito que me atienda/ Debo contarle un dilema referente al corazón/ Hoy me ha dejado una mujer traicionera/ Ando sin silla y sin rienda, soy un barco sin timón” (Álbum Sin Fronteras: 2021).

TE PUEDE INTERESAR: ¿En qué México vivimos (recargado)?

No. La única similitud es que el Doctor Politicorazón atiende temas que afectan almas atribuladas sobre el presente y futuro del corazón de la nación sin canciones lastimeras o corridos zambificados de por medio.

Él no responde cartas o mensajes que chorrean odio o resentimiento de alguna clase. El único criterio para contestarlos es su relevancia para la conversación pública del país; aunque, en ocasiones, ese criterio sea tan flexible como todo lo que ocurre en un carnaval mozambiqueño de media semana.

Comparto una de las misivas llegadas a la dirección de correo electrónico del doctor.

Estimado doctor: Mi padre, madre y hermanas somos fanáticos de “La Casa de los Famosos”. El sábado 10 de agosto, nos enorgullece compartírselo, fuimos parte de los 35 millones de mexicanos que votamos para nominar la salida de Potro “el reality star”. También con nuestras “views” o vistas de los videos de lo que ocurre en la casa, abonamos para completar “6.5 mil millones de reproducciones de video en redes sociales en tan solo tres semanas de esta temporada”.

Perdón por tanto “choro” doctor, pero mi pregunta es: ¿nos puede afectar mentalmente, a mi y a mi familia, el estar pendiente de este “chou” que nos fascina? Porque he notado en nuestra conversación diaria en casa, que utilizamos diálogos (cómo los de Gomita y Ricardo Peralta) o palabras de “hate” u odio (cómo las usadas por Shanik Berman o Mariana Echeverría cuando salieron de la casa)?

Atentamente Adrián Arath GalaBri Mar.

Respuesta: Estimado Adrián A.G.M.: No se preocupe. Usted es parte de esas mayorías de mexicanos que siguen con ánimo patriótico -ya viene el mes de septiembre- con ribetes voyeristas y moralistas, tan de nuestra época, a un grupo de artistas, “influencers” y comediantes encerrados en una casa de “famosos”.

Usted y su familia no están fuera del hoyo; encajan a la perfección con ese formato tan recurrido desde los años 90s que se ha tornado favorito de las nuevas generaciones: Big Brother, Las Kardashians, La Voz e Ídolo Americano son ejemplos recientes.

Los focos rojos que deben tomar en cuenta usted y su familia para saber sí su salud mental está en riesgo, son los siguientes: ¿Siente usted o un miembro de su familia una identificación rabiosa con algún personaje como para imaginar que comparten rasgos de personalidad? ¿Con qué frecuencia utilizan diálogos o palabras de los personajes encerrados en la casa? ¿Han tenido sueños eróticos con alguno o varios de los personajes recluidos? ¿Han pensado, en alguna ocasión, golpear con puños y patadas a alguno de esos caracteres? ¿Han experimentado la sensación de que uno o varios de los encerrados son unos reverendos pendejos y que usted o algún miembro de su familia es moralmente superior a ellos?

¿Están pendientes, ustedes, de monitorear los sucesos de la casa, al menos 18 de las 24 horas de cada día? ¿Gastan ustedes para votar por el nominado de la semana, en lo individual, más del dinero que tienen para comprar despensa y papel del baño, transporte al trabajo, pagar la renta y darle de comer al perro y a los gatos?

TE PUEDE INTERESAR: ¿En qué México vivimos?

Sí encontráse un 80 por ciento de focos rojos en su relación con “el chou”, no se preocupe. No está solo. Le aseguro que los casi 36 millones de personas que votaron por Claudia y muchos de los 16.5 millones que lo hicieron por Xóchitl, comparten los mismos focos rojos que usted y su familia, o más.

Sinceramente: el doctor Politicorazón.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM