El chiste del chiste

Opinión
/ 31 julio 2025

Un buen cuento, para serlo, debe ser breve. He aquí, en prueba de eso, un breve florilegio de algunos de los mejores cuentos breves

En un encuentro sobre humorismo al que me invitó hace ya mucho tiempo Raúl Vale, que de Dios goce, alguien preguntó a los expositores cuál era el mérito principal de un buen cuento. Yo opiné que un buen cuento, para serlo, debe ser breve. He aquí, en prueba de eso, un breve florilegio de algunos de los mejores cuentos breves que conozco.

El muchacho llevó a su novia al romántico sitio donde se juntaban las parejitas por la noche. Dijo ella emocionada: “¡Qué bonito es el canto de los grillos!”. “No son grillos –la corrigió él–. Son zippers”.

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Un borrachín pidió un taxi en la recepción del hotel. Le preguntó el encargado: “¿Está usted hospedado?”. Respondió el ebrio: “Señor mío: estoy hospedísimo”.

Le dijo un tipo a otro: “Todos tus hijos tienen nombres terminados en –ano: Gordiano, Rogaciano, Bardomiano...”. “No –respondió el otro–. También tengo uno que se llama Próculo”.

Comentó en la oficina un individuo: “Anoche cené huevos, y sentí como una patada en el hígado”. Apuntó una de las secretarias: “Qué bueno que no comiste hígado”.

En el colegio de monjas la madre superiora les dijo a las jóvenes alumnas: “No arriesguen una eternidad de castigo por una hora de placer”. Levantó la mano una chica: “Reverenda madre: ¿cómo se le hace para que dure una hora?”.

La maestra les preguntó a los niños: “¿Saben ustedes de dónde proviene la lana virgen?”. Pepito arriesgó la contestación: “¿De las borregas que corren más aprisa que los borregos?”.

La señora encontró a su marido en brazos de la sirvienta. “¡Te me largas inmediatamente!” –gritó hecha una furia–. La criadita, avergonzada, se dispuso a salir. Acotó la señora: “A ti no te lo digo”.

Estalló el tanque de gas en aquella casa. La explosión fue formidable. Y sin embargo en el hospital la señora estaba muy contenta. Comentó feliz: “Es la primera vez que mi marido y yo salimos juntos”.

En medio del acto del amor el señor se levantó de la cama, trajo unas flores y las depositó sobre su esposa. “¿Por qué haces eso?” –le preguntó ella, extrañada. “Perdona –respondió el señor–. Creí que estabas muerta”.

Escritor y Periodista mexicano nacido en Saltillo, Coahuila Su labor periodística se extiende a más de 150 diarios mexicanos, destacando Reforma, El Norte y Mural, donde publica sus columnas “Mirador”, “De política y cosas peores”.

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