El futuro de México (17): Donald Trump no miente ni engaña
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El problema del futuro es uno sencillo, de tan sencillo lo hemos perdido de vista: no existe. Es nada, basura, humo entre los dedos... ¡plof! El futuro no existe. Y todos pensamos en él. Me incluyo. El futuro es desiderata. No existe. Tengo una anécdota dura al respecto. Una de veinte o treinta me lo confió y, como siempre, donde se refleja y hierve la vida toda: una mesera. Me lo platicó y confió una camarera.
Su hermano mayor a ella la consideraba una fracasada. Un despojo de la humanidad y de la vida. Una y otra vez le restregaba su condición de ser eso: una camarera. Bueno, en honor a la verdad, era bailarina. No clásica, claro, era bailarina de table dance pues. En un antro regio de los cuales me he alejado, pero prometo regresar en mi vejez. Los lectores me piden crónicas y estampas al respecto. En fin, he acrecentado mi mala o buena fama.
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Decía de mi amiga, a la cual vamos a bautizar para efectos de este texto como Claudia Caramelo y Vainilla (era o es un manjar de mujer), ella me confió lo siguiente: su hermano el mayor la maltrataba, le decía fracasada, derrotada, no la bajaba de “puta”, así se dice en buen castellano. La hería una y otra vez con su látigo de inmundicia y ceniza (como a la Cenicienta, vaya). Él pontificando desde su atalaya de bonanza, vida perfecta y ahorro milimétrico para un futuro perfecto...
Y el futuro le cayó y calló al caballero. No a mi amiga, Claudia Caramelo y de Vainilla. Un día, el caballero se enfermó. Vaya usted a saber qué arrastraba en su organismo, pero él ahorraba y pontificaba. Tenía planes de viajar. Tenía planes de vestir vaquero y de botas, camisa y sombrero caro. Tenía planes de ir a Europa, todo Estados Unidos... se enfermó de algo raro y brutal. Lo operaron de todo. Incluyendo lo siguiente: le tumbaron las dos piernas. Él que quería las botas más caras del mercado. Se encerró en su habitación. Sin dinero, sin vida, sin futuro.
Mi amiga, la bailarían exótica, de inmediato le brindó su fraternal compañía. Él era un mar de llanto y depresión. Mi amiga nunca le recriminó su actitud agria y avinagrada. Cuando mi amiga, la guapa y buenota, buenotota, la bella Claudia Caramelo y Vainilla me lo platicó (fueron tres sesiones en su table dance de charla), al final me dijo lo siguiente: “Oye, Jesús, gracias por escuchar. ¿Tú qué piensas de esta historia? Es mi vida, así de simple. Pero es mi vida con mi hermano”.
Esta historia del mundo real es tremenda y aquí bulle la vida misma. Lo empariento con lo de Donald Trump, que ha causado un gran impacto mundial. El tipo es soberbio, es millonario, es vanidoso, es una imagen y fetiche de lo que es hoy un héroe, un invencible, un líder, un hombre exitoso: lo es todo al día de hoy. Su dedo flamígero ya ha señalado a México como un país indeseable. Todo mundo lo cree. En cierta parte de su discurso, yo también lo creo. El futuro no existe, pero ya nos alcanzó con este señor quien habita el cielo de los cresos, llamado Donald Trump.
ESQUINA-BAJAN
El futuro del mundo hoy 1: Trump no miente ni engaña. Si los persignados del PAN (partido que huele a cirio y mortaja) en este terruño siguieran sus enseñanzas y retomaran sus blasones, volverían a ser opción. Hoy navegan con la bandera de lo políticamente correcto. Es decir, son nada. Trump no miente ni engaña. Sencillamente “es”. Y el tipo se burla de todos y de todo. Hasta de sí mismo.
El futuro del mundo hoy 2: Cuando él era presidente y hubo una cumbre climática, o algo así, para ver los efectos de la contaminación en el mundo, el tipo estaba divertidísimo cuando habló la infanta Greta Thunberg (la cual padece el síndrome de Asperger. En ese entonces tenía 18 años, pero parecía de 14 años). Su cruzada de protestar sin ofrecer soluciones era y es atractiva para todos. Para las redes sociales: era y es una adolescente “exitosa”. Políticamente correcta, pero nada más.
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Greta, una niña europea con un problema de salud física y mental en manos del lobo Trump. Este reía y reía y al final le dijo a la prensa: “Creo que es una chica feliz”. Y ese es el principal problema de la infanta, hoy adulta: no es feliz, nunca lo ha sido. Y creo, jamás lo va a ser. No tiene futuro... ¿Qué es el futuro de la naturaleza y de la humanidad? Basura.
El futuro de Coahuila hoy 1: Gracias por leerme, agradezco que usted recuerde mis temas, mi tiro de naipes o dados. Hay varios de ellos los cuales he puesto en el candelero público cuando nadie tocaba esa información tan delicada. Al menos para mí. Hoy son temas explosivos en la sociedad: los suicidios, los migrantes ultraviolentos, los embarazos de adolescentes, la violencia familiar, el alcoholismo en nuestros jóvenes, la bomba de tiempo que es la sociedad migrante en Ramos Arizpe, la masa enfurecida de neo entes (ni hombres ni mujeres: 8M), la estupidez de Internet y sus redes sociales que todo lo pudren, la incapacidad del infante Octavio Pimentel al frente de la UAdeC... ¿Fui el primero en tocar dichos temas candentes? Sin duda.
LETRAS MINÚSCULAS
Donald Trump me cae bien. Se me hace como aquel viejo evangelista, Mateo, el cual en su texto dejó escrito lo siguiente: “No vine a traer la paz, sino la espada”. Caray, es su territorio, su país. ¿Usted qué puede objetarle, señor lector?