El mes de la fe

Opinión
/ 9 diciembre 2021

“Me gustan las morenas desde que supe, que es morena la Virgen de
Guadalupe”

Diciembre es muchas cosas. Es el mes para decir adiós a las dietas, y para dar la bienvenida a los tamales, los buñuelos, el ponche, el champurrado, los dulces de nuez, el pavo, el bacalao, los romeritos... Es el mes de las posadas y de la unión familiar. Es el mes de los regalos y de disfrutar el calor del hogar. Diciembre es muchas cosas, pero sobre todo, es el mes de la fe.

A mí me encanta este mes. Renace mi fe en Dios, y renace también mi fe en los seres humanos. Es imposible creer en la grandeza del Señor, si no creemos primero en la grandeza de nuestro prójimo.

“Creer”. ¡Qué palabra tan cortita y tan difícil es ésta! Por desgracia vivimos ahora en una época en la que el hombre no cree ni en sí mismo. Muchas personas se han encargado de arrebatarnos la fe. El ladrón nos orilla a no creer ya en la bondad de la gente. El político nos ha enseñado a no fiarnos de las promesas. Los malos sacerdotes nos hablan en sus sermones del castigo celestial.

Pero en medio de tanta falta de fe, me detengo un momento y veo a cada uno de mis hijos. Rodrigo, convertido ya en todo un universitario tan lleno de proyectos y de ilusiones; Gerardo, con su alegría que se desborda ante todo y ante todos; Eugenio, con su sonrisa siempre amable y su nobleza sin límites; y David, que es un cascabel que nunca descansa, así como la música. ¡Cómo no creer, si Dios me mandó a estos cuatro mosqueteros para recordarme lo que significan la alegría, la esperanza, el amor y la fe!

Diciembre llega y junto con él llega también una de las tradiciones mexicanas más bellas: las peregrinaciones en honor de la Virgen de Guadalupe.

Cada año, la fe y la devoción desfilan por las calles de todos los pueblos y ciudades de México. Por el aire viajan cantos y rezos como muestra de agradecimiento a la Virgen Morena por todas las bendiciones recibidas.

Múltiples motivos tengo para caminar por las calles de mi ciudad movido por el fervor guadalupano, pues muchos son los regalos que de ella he recibido. Quien desconozca el significado de la palabra “fe”, debe aprovechar estas fechas para salir de su casa y ver las peregrinaciones en honor de la Virgen de Guadalupe.

Hace días fui a visitarla. Al estar hincado frente a su altar, vinieron a mi mente un sinfín de motivos para agradecer su bendita protección. Cuando era niño, mi abuelito Jesús, quien creía más en la guadalupana que el mismo Juan Diego, me enseñó que ella era mi madre también. Como su hijo que soy, regreso a su regazo y le doy gracias por haberme enviado una madre aquí en la tierra que me recuerda en cada momento lo bondadosa que es ella.

Salgo de su santuario, y emocionado veo en el atrio de la iglesia a cientos de personas entonando cantos en su honor, que se mezclan con los cascabeles y maracas incesantes de los matachines.

Unos están arrodillados, otros no pueden contener las lágrimas. Son muchas las necesidades, pero muchas son también las bendiciones recibidas de la Virgen Morena.

Algunos se empeñan en decirnos que la Virgen de Guadalupe fue una invención de los franciscanos para convertir a los indígenas a la fe católica. Ignoro si tales personas tienen razón, pues sinceramente no necesito encontrar sustento histórico o científico para creer en ella.

Es diciembre y las peregrinaciones abundan. Aunque todo el año deberíamos hacerlo, aprovechemos estas fechas para acordarnos de la Virgen de Guadalupe. En lugar de atiborrarla con peticiones, demostrémosle mejor nuestro amor compartiendo lo mejor de nosotros con quienes nos rodean.

El espíritu guadalupano se fortalece en estas fechas. Fortalezcamos nuestra fe y nuestra devoción, pues sólo así podremos encontrar la fuerza interior necesaria para que nosotros mismos podamos enfrentar las dificultades que estos tiempos suelen presentarnos.

aquientrenosvanguardia

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Nacido en Saltillo el 5 de mayo de 1975, soy hijo de Armando Fuentes Aguirre y de María de la Luz de la Peña de Fuentes. Licenciado en Ciencias de la Comunicación en el Tec de Monterrey, donde obtuve mención honorífica. Cursé estudios de Periodismo en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Seleccionado entre jóvenes periodistas para participar en el Taller de Narración Periodística impartido por el Nobel colombiano Gabriel García Márquez y la Fundación de Nuevo Periodismo Latinoamericano. Maestro en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y en Letras Españolas por la UANL. Fui designado por la Facultad de Filosofía y Letras como el mejor alumno de posgrado, siendo merecedor de la medalla a los mejores estudiantes de México entregada por la SEP Federal en tiempos del Presidente Vicente Fox. Columnista de los periódicos Palabra, El Siglo de Torreón, El Siglo de Durango, Zócalo de Piedras Negras, y El Mañana de Nuevo Laredo. Director artístico de Radio Concierto, encargado de corresponsales del Periódico ABC de Madrid. Fundador y director del diario de distribución gratuita 10 MINUTOS. Director desde 2011 del Consejo Editorial del Estado de Coahuila y de los Talleres Gráficos del Estado.

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