Enseñanzas y reflexiones desde la pantalla de cine
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Una de las enseñanzas de la película “La Ballena”, protagonizada por Brendan Fraser, sin entrar en detalles acerca de su argumento central a fin de no adelantarlo a quienes lo desconocen, es cómo la sociedad en su conjunto, en términos generales, enfrenta a las personas con problemas de salud o situaciones particulares en desventaja.
Resulta triste y lo demuestra el filme, representando a los varios prototipos de los distintos grupos sociales, la forma en que se puede dar la espalda a personas con dificultades. Aquella expresión de “Ríe y reirán contigo; llora y llorarás solo” puede aplicarse tanto aquí como en la sociedad en la que vivimos.
Sin que sea el eje central alrededor del cual gira la obra, definitivamente, pues muchas perspectivas pueden ser abordadas, al salir de la sala se queda el espectador con esta reflexión, pues tanto la historia como personajes representativos dan a hablar sobre ello.
Las propias palabras de Fraser al recibir el Premio a mejor actor en los Critics’ Choice Movie Awards, invitando a las personas con problemas especiales a que no se dejen vencer y que vayan a la luz, levantándose, están en un mismo sentido debido a la gran soledad que impera alrededor y la falta de comprensión social en torno suyo.
La historia puede propiciar despertar el Pepe Grillo adormecido e identificar entre los suyos, su familia y amigos, compañeros de trabajo, a quienes enfrentan día con día un problema con el cual lidiar: un problema de salud, mental, económico o de relación social.
Cuántos problemas se observan alrededor y la fuga es inmediata: “Yo no puedo con esto”. El sentido egoísta no es la única demostración palpable; también lo es el de una ingratitud profunda en muchos casos y tratándose de familias, donde el padre o la madre, el hermano, el tío o el primo están necesitados profundamente de una ayuda y se les esquiva.
El personaje que interpreta Fraser enfrenta con dignidad su situación personal. Lo triste son algunos de los personajes que giran a su alrededor, como ocurre en nuestros entornos. La vida fácil, cómoda, llena, sí, de exigencias, logra impedir acercamientos. Esas exigencias son las más de las veces la justificación ideal para no acudir a ayudar o apoyar.
El supremo egoísmo, la falta de agradecimiento, como decíamos, se hacen presentes.
La película se sostiene en una vertical melancolía, en forma continua. Y eso también nos lleva a reflexionar en el sentido de la existencia para muchos y hasta dónde la vida también puede transitar en muchos a través de una gris melancolía.
Al fin, el protagonista, como dice el propio Fraser en su emotivo discurso, llega a la luz. Ya verán por qué y cómo al ver la película y cada quien obtenga su propia interpretación.
Ojalá, y en corolario de esta colaboración, llegue a muchas conciencias adormiladas para poder hacer un cambio en los grupos sociales, pequeños o grandes, en los que cada día se tiene inmersión y actuación.
PLAZA DE ARMAS Y EL PASEO CAPITAL
Ya anunciadas las obras que tendrán lugar para realizar el llamado Paseo Capital en el centro de la ciudad, esperamos con ansia que sea un lugar que al menos luzca limpio, no como se encuentra el deteriorado piso de la Plaza de Armas desde hace años. Es de verse cómo siendo el emblemático centro fundacional de Saltillo se mantiene desde hace tanto tiempo en pésimas condiciones de limpieza. No hay papeles, pero la suciedad está impregnada en los pisos, dando un aspecto sumamente deprimente.
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