Estamos viviendo la agonía del sexenio riquelmista, le sigue el séptimo año
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El primero de diciembre ya está aquí a pesar de la tristeza de algunos funcionarios del Gobierno del Estado, cuyo deseo es seguir disfrutando de la nómina. Eso por un lado, mientras por el otro se sigue escuchando una publicidad abrumadora, claro, pagada por los ciudadanos, misma que machaca los tímpanos anunciando las obras del periodo riquelmista con el fin de que supervivan en la memoria de los coahuilenses y permanezcan en el reconocimiento popular, y que supo imprimir un gobierno equilibrador que permeó en los sectores de la población medio opacando las estridencias del pasado y que favoreció transitar por una vía que fue limpiando el camino.
La historia será la que juzgue, pues lo hecho hecho está, por lo que estamos seguros que el nuevo gobernador no sólo superará las fallas del periodo que termina, sino que mejorará la administración pública de tal forma que arroje beneficios a la población, limpiando el rostro donde haya manchas, fortificando las acciones que produzcan rendimientos al estado.
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La nueva administración estatal que encabezará Manolo Jiménez necesitará el apoyo de la ciudadanía en su afán de gobernar para todos, como lo hizo siendo alcalde de Saltillo, que lo llevó a la aceptación general, incluyendo el destierro de vicios y viciosos, sobre todo éstos últimos que son los que transportan el virus de la corrupción, y sin aceptar que las nuevas autoridades trabajen en función de colores partidistas, pues esa actitud nos haría caer en fracasos e iniquidades, ya que todos abordaremos el mismo barco con la mira en que los caminos al futuro sean pródigos y los disfrutemos.
Ya se divisa el séptimo año para Miguel Riquelme, el año de todas las interrogantes derivadas de su actuar, será el tiempo de abrir la caja de pandora y resaltar las inconsistencias y que, para esfumarlas, se carecerá de la fuerza y la disposición de sus seguidores, pues las demostraciones de su autoridad que antes eran respaldadas por parte de los cortesanos, ahora para donde voltee ya no encontrará las caras que antes veía por todos lados.
Que crueldad, pero al que le toca mandar en la política al final de su tiempo sufre ese desdén.
¿Cuál es el balance de su trabajo como jefe del Ejecutivo? El banquillo le estará esperando para revisar el haber, el deber y el saldo, sea en números negros o los rojos que son los más peligrosos. Ya se verá.
La lista de las acciones fue extensa, y la de los pendientes, ¿de qué tamaño?, ¿cumplió con lo que se comprometió?, ¿llevó a efecto lo estipulado en el Plan Estatal de Desarrollo que desde el principio de su administración tanto pregonó en algunos eventos recomendando su cumplimiento en tiempo y forma?
Sabemos que las necesidades son muchas y el dinero es poco, máxime con los recortes al presupuesto federal que le fueron aplicados al estado, procedente muy seguramente por no coincidir con las políticas del Presidente, cuyo desatino fue respaldado por un pequeñísimo grupo de gobernadores que en el bando contrario diferían de su política, y aunque pregonara “a Coahuila lo que le corresponde”, no logró, por supuesto, descartar la fuerza del centro.
Sin embargo, existe otro tipo de insuficiencias que no se solucionan con dinero, al contrario se prescinde de él, pero eso sólo se da cuando se tiene una verdadera voluntad que sea ecuánime con la labor oficial, como por ejemplo respetar los derechos humanos, ofrecer relaciones respetuosas y convincentes para los que no piensan como la autoridad sin necesidad de emplear el poderío para silenciarlos y poder descartarlos de manera pueril.
En fin, el tiempo de terminar la tarea ya llegó, ahora ya empieza el séptimo año y tal vez alguien que se sienta agraviado por algo no concedido por alguna razón en esa administración saliente, desea que usted, ciudadano Riquelme, “salte como el caballito de circo por el aro de papel que lo rompa y se encuentre del otro lado” (M West), en este caso el de las acusaciones. Siempre sucede eso. ¿Por qué será?
Se lo digo EN SERIO.
franciscoaguirreperales@gmail.com
@aguirreperalesf