Fentanilo: ¿es ya una amenaza para la salud pública en Coahuila?

Una de las peores crisis de salud pública de que hayamos tenido noticia es la derivada del descontrolado consumo de opioides, en particular el Fentanilo, la cual ha provocado que en los últimos siete años se duplique el número de muertes por sobredosis en los Estados Unidos.

La fabricación, distribución y consumo de esta sustancia -desarrollada originalmente con fines médicos debido a que es un potente anestésico cuya producción resulta más barata que la morfina- representa hoy un desafío monumental casi exclusivo de las autoridades del vecino país. Pero podría comenzar a ser un problema en las calles de nuestras ciudades.

TE PUEDE INTERESAR: Fentanilo circularía en calles de Coahuila y Nuevo León, alerta CIJ

De acuerdo con Juanita Sosa Pérez, directora de la Unidad de Internamiento del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Nuevo León, la cercanía de ciudades como Saltillo y Monterrey con la frontera norte, así como algunos signos que han comenzado a observar en las personas que atiende, le llevan a suponer que el fentanilo podría estar ya en nuestras calles.

“En nuestros estados pareciera que no es tan frecuente ni tan común, sin embargo, algunos servicios de emergencia describen datos en sus pacientes que nos hacen pensar que puede haber fentanilo circulando en la calle”, ha dicho al respecto la especialista en tratamiento de adicciones.

Tal como ocurrió en los Estados Unidos, ha explicado Sosa, es probable que quienes están consumiendo fentanilo no sepan que lo están haciendo, pues quienes se dedican a la comercialización de drogas podrían estarlo mezclando con otras sustancias.

“Se les está vendiendo con sustancias de mayor concentración, sustancias más potentes, puede ser que vengan mezcladas la mariguana o la cocaína con el fentanilo y todo eso potencie los efectos de la droga. El paciente puede decir ‘es lo que siempre consumo, pero ahora me sentí muy mal’ y eso se debe, probablemente, a que está adquiriendo sustancias mezcladas”, dijo.

Cualquier que sea la forma en la cual el fentanilo esté haciendo su aparición entre nosotros, sin duda implica la necesidad de encender todas las alarmas y desplegar una estrategia de contención que impida la reproducción, en nuestras ciudades, de las dantescas escenas que nos llegan desde los Estados Unidos y muestran individuos totalmente consumidos por la droga.

TE PUEDE INTERESAR: México, Canadá y Estados Unidos acuerdan cortar cadenas de suministro de fentanilo

No basta en este sentido, repetir una y otra vez la consigna de que en México no se produce ni se distribuye el fentanilo, o que son nuestros vecinos del norte quienes deben resolver el problema porque ellos lo provocaron.

Lo que debemos hacer con urgencia es construir un frente binacional común en contra de esta droga de forma que las acciones en contra de su producción, distribución, venta y consumo resulten eficaces. Y por eficaces debemos entender solamente una cosa: que se contenga su uso ilegal.

Estamos, sin duda alguna, frente al mayor desafío que hayamos enfrentado desde que se definió una frontera para separar las drogas lícitas de las ilegales y, por ende, se etiquetó a quienes producen y comercializan estas últimas como delincuentes. Pero en este caso estamos ante un desafío que debemos vencer a cualquier costo.