Francisco Villarreal: El alcalde que enfrentó al Gobierno Federal

Opinión
/ 9 diciembre 2025

Su lucha municipalista frente al poder central de un gobierno nominalmente federal fue su gran legado

Legendario alcalde de Ciudad Juárez, Chihuahua, de 1992 a 1995. Falleció un año más tarde, en 1996. Fue un exitoso empresario con sentido social que supo convertirse en filántropo de diversas causas, y fue también, desde su juventud, un activista político. Acompañó los afanes de don Luis H. Álvarez primero y de Francisco Barrio después, en sus luchas para alcanzar una democracia electoral en su estado natal.

Fue un ciudadano comprometido con su ciudad y un gran alcalde. Supo controlar el arranque del crecimiento de uno de los puntos fronterizos más grandes del país. Puso en orden la administración pública y ejerció el presupuesto público con gran cuidado, invirtiendo en obra pública fundamental. Su lucha municipalista frente al poder central de un gobierno nominalmente federal fue su gran legado.

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Corrían los años del centralismo priista de facto, la tecnocracia neoliberal salinista/zedillista sostenía que las autoridades municipales carecían de los conocimientos necesarios para administrar cuantiosos recursos públicos. El grueso del presupuesto era controlado por el Gobierno Federal; buena parte del resto quedaba en manos de los estados y sólo un pequeño porcentaje terminaba en las arcas municipales. El nivel de gobierno más próximo a la ciudadanía sólo tenía magros recursos para hacer su trabajo.

Como alcalde, Villarreal llevó sus demandas al Distrito Federal, buscó todas las formas jurídicas y políticas para hacerse oír, sin éxito. En su lucha por un presupuesto con sentido federalista, destacaba su demanda de que Ciudad Juárez recibiera parte de los recursos que se recaudaban en sus puentes internacionales, con objeto de subsanar los impactos que padecía la comunidad juarense: violencia, inseguridad, tráfico de personas y sustancias, congestión vial, largas filas de camiones de carga, etcétera.

Frente a la cerrazón del Gobierno Federal a sus demandas –gobernaba Ernesto Zedillo–, decidió instalar casetas paralelas de cobro de derechos a las afueras de los puentes internacionales. Los juarenses respondieron positivamente a su gesto de valentía.

El Gobierno Federal lo apresó, convirtiéndolo en el único munícipe preso en funciones. Tan pronto como salió de la cárcel inició una huelga de hambre para exigir un trato presupuestal justo para los municipios fronterizos, que enfrentan la carga y gasto de ser frontera sin percibir ingreso alguno por serlo, puesto que los recursos generados iban a parar a las arcas del Gobierno Federal. Villarreal dejó un legado de lucha municipalista acorde al espíritu y letra del artículo 115 constitucional.

Vino a mi memoria la lucha de Francisco Villarreal ahora que el gobernador Manolo Jiménez relanzó, con los alcaldes de Piedras Negras y de Eagle Pass, el inicio del proyecto de ampliación del Puente Internacional II en esta ciudad fronteriza.

El Gobierno Federal controla prácticamente todos los puentes internacionales, está dentro de sus atribuciones. En Piedras Negras, el Gobierno Federal todavía controla el Puente Internacional I y el Ayuntamiento sólo percibe una cantidad simbólica anual, en tanto que el puente II está concesionado desde tiempos de Eliseo Mendoza Berrueto, al Gobierno del Estado. Esa concesión fue ampliada por el gobierno de Vicente Fox al de Humberto Moreira y vence en 2028. El gobierno de Manolo Jiménez ha pedido una nueva ampliación al Gobierno Federal; la petición está por definirse, así como el plazo de vigencia.

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La ciudad de Piedras Negras ha estado cargando con los costos que generan los puentes internacionales desde hace veintiséis años; mientras que el Gobierno del Estado recibe en sus arcas los recursos que generan. Debe decirse también que el Fideicomiso del Puente Internacional Piedras Negras II, dependiente de la Secretaría de Finanzas, ha dado muestras de una muy pobre y limitada administración.

El Gobierno del Estado administra el Puente Internacional Piedras Negras II y lo hace muy mal. Pareciera que el Palacio Rosa tiene otras prioridades. Eso sí, se quedan con el 100 por ciento del recurso, mientras en la afectada Piedras Negras no dejan ni las gracias.

Los municipios fronterizos deben percibir un beneficio económico que subsane los costos que derivan del tráfico internacional. Así sucede en todo el mundo y en muchas áreas. En el lado estadounidense, ese mismo puente es administrado y operado por las autoridades de Eagle Pass, que obtienen por ello un alto porcentaje de sus recursos públicos.

Facebook: Chuy Ramírez

Columna: Regresando a las Fuentes

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