Gubernatura 2023: Aritmética de los adelantados 1/2

LIMINAR

“Calefactos”. El término no existe en sí. Tiene que ver más con la sabiduría popular y con la definición en medios periodísticos, cuando se refiere uno a los aspirantes a un puesto de elección popular, políticos los cuales se muestran calientes, ansiosos por la contienda electoral y sí, al hacerlo aún incluso violando las leyes electorales vigentes, se muestran como políticos “adelantados”. Si nos retrasamos un poco en el tiempo y nos apoyamos en la mítica conseja popular, sería mejor definirlos como “alonchados”. En lo personal, ni “calefactos” ni “alonchados”. Se me hacen términos frívolos, de poca monta, los cuales y siempre, denigran la ya muy denigrada y patética política nacional. Resumen: son políticos adelantados.

El tristemente célebre profesor bailarín, el ex gobernador Humberto Moreira, vino a enseñar una cosa: las elecciones en la urna se ganan un año antes. El día de las elecciones es un mero trámite para ganar lo que se sembró desde un año antes. O desde siempre. Eran tiempos de nula o poca oposición de partidos políticos, de organismos empresariales, de la iniciativa privada toda y de cualquier ciudadano libre que medianamente levantaba la voz.

El éxito lleva a la soberbia. La soberbia invariablemente lleva al fracaso. Los ejemplos paradigmáticos de lo anterior son las administraciones desastrosas de Humberto Moreira y luego, la de Rubén Moreira. Éste último con más losas y cruces en su espalda. O tal vez igual de dolorosas como la entrada de Humberto a una cárcel en España. Rubén Moreira, como operador político, perdió la elección para gobernador en Campeche. Los estragos y el costo político de dicha derrota son sobre la humanidad de Alejandro Moreno (dirigente nacional del PRI). Después, Rubén perdería el Estado de Hidalgo. Luego de 93 años de gobiernos tricolores, un ex priista, Julio Menchaca, de la mano de Morena, Partido del Trabajo y Nueva Alianza, arrebataría al PRI la gubernatura.

Esta y no otra es la aritmética lo cual rodea esta elección próxima en Coahuila. La elección entonces, no tiene fecha de inicio ni final. HMV vino a enseñar que las campañas son permanentes y se ganan un año antes, de preferencia.

¿VIVIR DEL PASADO?

Pero ojo, no fue Morena, sino un ex priista quien puso fin a los gobiernos priistas por más de 93 años en Hidalgo. Básicamente por un motivo: Morena no es un partido político sólido, con bases, ideología, estructura y/o visión ulterior a largo plazo, no. El partido en el poder es la visión de un solo hombre el cual despacha en Palacio Nacional, un ex priista, Andrés Manuel López Obrador.

¿Vivir del pasado? Tal vez todo tiempo pasado fue mejor, dice el axioma. Tal vez y sólo tal vez, con AMLO en los controles, es mejor y aleccionador recordar el pasado. Solemos juzgar al PRI de lo peor que hemos vivido. Parte es cierto. Solemos colgarle cualquier tipo de atraso o problema crónico que arrastramos hoy. Parte es cierto. Pero, al PRI se le deben también bondades, aciertos y ángulos positivos.

¿El IMSS y el ISSSTE? Fundadas por el priismo nacional, estas instituciones de asistencia social y estandartes de batalla en los años 70 y 80 e incluso, hasta los 90, hoy tratan de ser desmembradas a todo costo, tanto por el PAN en su momento, como ahora por Morena. ¿Logros de instituciones y de agrupaciones sindicales como el SNTE, Pemex, en su momento el de Ferrocarriles y otros? Con genealogía priista, lo que queda, está a punto de fenecer.

Hay varios villanos favoritos del los mexicanos. Uno de ellos es tal vez el más famoso aún hoy: Carlos Salinas de Gortari. Dice un añoso proverbio árabe: ten cuidado en escoger a tu enemigo... invariablemente terminarás pareciéndote a él. Y es justo lo que le ha pasado a López Obrador. Sólo un mexicano anterior ha concentrado tal nivel de poder político y ese fue Salinas de Gortari, priista él. Priistas ambos. Acabemos este apartado, esta triste charada: en el sexenio priista de Salinas se fundaron el Instituto Federal Electoral, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y se pactó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

¿Vivir del pasado? Sí. Vivimos de estas instituciones señeras y protagonistas aún hoy en la vida democrática nacional; todas de simiente e impulso priista.

BOTARGAS, BAILES; INTERNET... LAS MASAS ‘INCULTAS’ MANDAN

Los adolescentes ya no quien ser héroes, sólo quieren jugar en las redes sociales. Antes veían telenovelas y pocos leían a Jean Austen. Hoy tienen Netflix (series donde siempre hay un personaje gay o una lesbiana) y nadie lee novelas, menos poesía ni ve telenovelas. ¿Música clásica? Una antigualla. Lo de hoy es cantar y bailar lo siguiente: “Tengo una chiquitita nalgona con el pelo corto, me dice papi vente dentro si me preña/ La primera se desespera, se encojona si se lo echo fuera, la segunda tiene la funda, y me paga pa’ que se lo hunda”. Son líneas de la canción “El nalgazo” de Alexis y Fido.

Las masas imponen sus “gustos”. Armando Santana Guadiana Tijerina lo sabe, por eso, rumbo a su candidatura a la Alcaldía de Saltillo (y como estrategia de campaña, pues), cuando bramaba la pandemia del virus chino y los miles de muertos se apilaban en los crematorios, bailó en un bar llamado “Polanquito”. Esa vez se disfrazó de sí mismo. Luego, se puso la botarga de “Mario Bros” o la del “Guapo Ben” de los “4 Fantásticos” o la de... es intrascendente el personaje. El fondo es lo terrible: no hay discurso ni ideas; no hay narrativa –como lo define acertadamente el analista Raymundo Mendoza–. Muertas las utopías y todo el mundo el cual conocemos, sólo queda la chacota, el baile, la botarga, el disfraz, celebrar el “Día del Perro” (Ricardo Sóstenes Mejía sabe de esto)... la nada.

Armando Guadiana, ex priista, sabe que no tiene discurso ni planes para la gubernatura de Coahuila. Sabe de sobra que los nuevos electores no saben ni les interesa la política... salvo cuando hay guasa, tragos y diversión. La motivación de los jóvenes no es moción política o ética, sino motivo lúdico y pragmático.

FINAL (POR HOY)

Y justo por esto, es el enemigo más formidable en contra del “Cowboy urbano”, Manolo Jiménez. Contra Guadiana sería una buena batalla electoral. Contra Sóstenes Mejía Berdeja, sería una guerra de lodo, al nivel de la escatología. Próxima semana, segunda parte.