Hablemos de Dios 257: ¿Cómo fue su personalidad?

Opinión
/ 12 diciembre 2025

Tratar mínimamente de otear y escudriñar a Dios y a Jesucristo, es tarea de nunca acabar. Me he metido en un pantano interminable. Gracias por todos sus comentarios. Hartos comentarios. ¿Cómo fue la personalidad de Jesucristo, tanto hombre como Dios mismo? ¿Lo podemos entender desde nuestra perspectiva? ¿Lo entendemos o tratamos de ver como humano o como un santo o un Dios vivo? ¿Qué hacer con su personalidad de un tipo el cual más de dos mil años después nos intriga, nos atrae y nos moldea?

Mucha problemática qué analizar señor lector. Una de tantas cosas y lo cual a mí en lo personal, soy el lado contrario. Justo el lado oscuro de la luna. Dicen los científicos que ese lado oscuro no existe. En fin, saben tan poco, que sólo creen en lo que ven. Lo mejor es lo oculto, lo negro, lo siniestro, lo negado. Y entramos en materia: todo mundo se resquebraja con la noche, la oscuridad, las sombras de lo inasible... pero para su servidor es la pura vida. Todo mundo identifica la luz con la bondad, la paz, la bienaventuranza. Y todo mundo identifica la noche, la oscuridad total con la tristeza, la depresión, la ictericia.

TE PUEDE INTERESAR: Hablemos de Dios 256: ¿Jesucristo padeció tristeza o ansiedad?

Nada es nuevo. Se lo dije en textos pasados: la luz el sol, es la vida. La noche es o se identifica con la oscuridad, la tristeza y el dolor. Claro, lo anterior está deletreado en nuestro sincretismo, en nuestro ADN. En el sincretismo de la llegada de los españoles (trajeron la cruz y la espada) y el recuerdo de nuestros dioses arcaicos, los cuales pedían sacrificios y sangre diarios. Pero no hay ninguna diferencia cuando llegaron los barbones españoles montados en sus corceles y jamelgos jamás conocidos aquí e implantaron su cristianismo sanguinario. Así de sencillo.

Lea lo siguiente. Es decir, imagino que usted leyó el siguiente texto hace mucho tiempo, es lectura obligada. Usted lo conoce de memoria, es “Juan Pérez Jolote. Autobiografía de un tzotzil”, de Ricardo Pozas. ¿Quién es Cristo para él y su pueblo?

Lea usted un pálido fragmento: “Este que está encajonado es el señor San Manuel; se llama también señor San Salvador, o señor San Mateo; es el que cuida a la gente, a las creaturas. A él se le pide que cuide a uno en su casa, en los caminos, en la tierra. Este otro que está enseñando, está mostrando como se muere en la cruz es también el señor San Mateo; está para enseñarnos a respetar... antes de que naciera San Manuel, el sol estaba frío igual que la luna. En la tierra vivían los pukujes, que se comían a la gente. El sol comenzó a calentar cuando vivía el niño dios...”

¡Caray! Desde siempre y desde cualquier religión o teogonía, el sol, la luz es la dicha, la plenitud, la fertilidad, lo es todo. Pero para mí en lo particular, necesito la oscuridad, la noche, las tinieblas para leer, escribir y vivir. Así de sencillo o complicado. Y claro, todo mundo tiene sus ritmos de vida. Mi ritmo es lo anterior.

Pero vaya, me estoy metiendo y desviando en honduras y en un terreno pantanoso y minado: la sociología, la política, la historia, la antropología y el ser de la actual generación y sociedad, ¿tienen los jóvenes algún interés en Dios y Jesucristo? ¿Jesucristo ya pasó de moda o nos puede decir algo, mucho o poco actualmente? Sin duda, mi respuesta es una: sí. Nos dice mucho, nos dice todo hoy.

ESQUINA-BAJAN

La Biblia es apasionante porque, como un buen libro clásico, acepta cualquier tipo de lectura y nos podemos acercar a ella a través de muchas aristas y anteojos. Todos. ¿Quiere usted pelear una guerra y ganarla como lo hizo en su momento Fidel Castro y el inconmensurable Ernesto “Che” Guevara? Pues caramba, lea usted “Macabeos”, así de sencillo. Los barbones cubanos/mexicanos allí y en nadie más abrevaron y se prepararon: guerra de guerrillas.

Avanzamos. ¿Gente triste y deprimida como usted o como yo? Pues caracoles, lea usted las historias de Jacob, Jeremías, Asaf, el mismísimo Moisés, por citar sólo a algunos personajes bíblicos; pero sin duda, el más grande hombre triste, el mayor, el que soportó todo y lo dijo primero que nadie (bueno, fue Aristóteles en su célebre problema XXX, hoy olvidado) fue Job. El varón Job. Este tipo es un personaje tan complejo, que tengo años estudiándolo y no puedo con él. Léalo usted.

La Biblia lo tiene todo, todo. ¿Quiere usted conocer, saber el origen del relato de intrigas o policial; quiere usted saber quién es el mentiroso, el asesino, el castigador? Sencillo, lea usted el libro de “Daniel”. Es el origen de todos los cuentos y novelas de Edgar Allan Poe, Georges Simenon, Fitzgerald, Vázquez Montalbán, Conan Doyle y un largo etcétera: aquí está la semilla de lo policiaco, lea usted el libro de “Daniel”.

TE PUEDE INTERESAR: Hablemos de Dios 255: el perfil psicológico de Jesús

Como siempre, ya me acabé el generoso espacio que me destinan mis editores, pero usted quiere leer un libro clásico no para niños, sino para adultos con amplio criterio. Sin duda es “Pinocho” de Carlo Collodi. Pero ¿en qué está inspirado? Pues usted lo sabe, sin duda, en el libro de “Jonás” de la Biblia. Un profeta no menor, sino mayor. En fin. Mucho por explorar. Gracias por leerme.

LETRAS MINÚSCULAS

¿Jesucristo fue malo? Fue humano. Entonces tenía rasgos de maldad. Pero nadie lo dice. Aquí lo abordaremos. Era bravo el varón. Bien.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM