Hace falta cultivar la protección ambiental y de espacios públicos en Saltillo

Opinión
/ 16 abril 2024

Hemos cruzado quién sabe cuántas veces la Plaza de Armas de nuestra ciudad y siempre nos topamos con la misma imagen, pero diferentes protagonistas, lo cual vuelve única la escena. Los niños que van detrás de las palomas, gustosos de hacerlas volar. Admiradores de ellas que siguen su vuelo con una mirada de estreno. La venta de semillas y quienes las adquieren, así como aquellos que compran también un alimento especial para las aves.

El tañer de las campanas de Catedral. Una a una cae con un simbolismo religioso que nos sigue desde la infancia, y que no terminamos de seguir disfrutando. Ahora la plaza luce un poco más vacía. Se ha organizado una venta en la de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, y una de las personas apostada fuera de Catedral conversa con una religiosa que oferta cirios.

TE PUEDE INTERESAR: La canción del granadino García Lorca vive en Saltillo

“Hay menos gente de lo habitual, hermana”, comenta el anciano. Ella con voz tierna asiente, mientras señala la actividad en la cercana plaza San Esteban de la Nueva Tlaxcala.

Otro día, no mucho tiempo después de esta escena, un par de personas, también en el atrio de Catedral, reciben de manos de un joven dos tacos envueltos cada uno en sendas servilletas. De inmediato se disponen a compartirlos y se ve que el joven les ha hecho el día. Otras jornadas no la pasan tan bien, y se marchan tristemente del lugar.

Hoy es sábado, un día antes del tercer Domingo de Pascua, que así lo observa la Iglesia católica. Un sacerdote se emociona al ver entrar a la iglesia, ahora Notre Dame de Lourdes, a un par de jóvenes que celebran sus 15 años. “Nunca antes me había tocado bendecir la misa de un joven y de una joven en misa de 15 años, lo cual es maravilloso”, dice el sacerdote.

Y es que sí, la equidad de género ha llegado, y bien, a los servicios generales de la iglesia. Pronto será lo deseable que mayor apertura se escuche en todos los rincones.

Escenas urbanas en una primavera colmada de flores en Saltillo. La ciudad recibe a la primavera con renovada luz. El manto de florecillas de la jacaranda va cubriendo los espacios y alegrando a las miradas.

Luces brillantes del amanecer y una fresca brisa que aún permite disfrutar de las mañanas, la tarde y las noches. Una ciudad que vive y vibra, una ciudad que contempla su pasado y erguida experimenta su presente.

Los saltillenses pueden volver única a la ciudad y la pueden también transformar para bien. Pero sigue habiendo lunares que por desgracia la ensombrecen.

Así como la Plaza de Armas y ahora su aledaño Paseo Capital atraen tanto a saltillenses como a turistas, hay sitios como el de la Ciudad Deportiva que están abandonados. Es crítica ya la situación del arroyo que corre dentro de ella, a su vera. La basura, como nunca antes, ocupa el espacio completo del cauce, en una contaminación preocupante, que a la hora de una fuerte lluvia traerá consecuencias funestas.

¿Qué hace falta para sembrar la cultura del cuidado y la prevención, el respeto hacia los espacios públicos y el respeto hacia la naturaleza?

TE PUEDE INTERESAR: Saltillo: clausuran todos los muelles de la Ciudad Deportiva por deterioro

La Ciudad Deportiva no es considerada como un sitio turístico, seguramente, pues si lo fuera no estaría en la condición tan deplorablemente sucia en que hoy se encuentra.

Los niños que cruzan la Plaza de Armas, los que visitan la Ciudad Deportiva, los que acuden a la plaza San Esteban de la Nueva Tlaxcala, a la de San Francisco, o a la Francisco I. Madero, a la Alameda, reciben una enseñanza cada vez que visitan cada uno de estos espacios. ¿Qué educación se les está mostrando en cada uno de ellos? Verlos felices y seguros, en estampas únicas, tendría que ser un aliciente para todos quienes están involucrados en el cuidado, la protección, la seguridad y vigilancia de los espacios públicos.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM