La canción del granadino García Lorca vive en Saltillo
“Balada del que nunca fue a Granada”. Es así como nombró Rafael Alberti su poema dedicado a Federico García Lorca.
Fueron amigos desde la infancia. Alberti pasaba en la casa de García Lorca jornadas de lectura y de charlas. Corrían las horas, como corrió su adolescencia y juventud.
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García Lorca frecuentemente regresaba a Granada e invitaba a Alberti se le uniera. Pero Alberti no lo hizo por una u otra razón. Luego estalló la Guerra Civil y el poeta Federico García Lorca fue asesinado. No agrego arteramente asesinado, pues en el hecho de haberlo sido, ya se implica en un hecho condenable y vergonzoso.
Fue así que Alberti dedicó a García Lorca tan bello poema, en el cual se duele de no haber visto Granada:
“¡Qué lejos por mares, campos y montañas! / Ya otros soles miran mi cabeza cana. Nunca fui a Granada”. Su voz lleva una tristeza e impotencia que nos alcanza:
“¿Qué gente enemiga puebla sus adarves? / ¿Quién los claros ecos libres de sus aires? Nunca fui a Granada”.
Invita el poeta a visitar Granada a todos cuantos no la conocen. Y da fe de la sangre caída del mejor hermano. “Sangre por los mirtos y aguas de los patios”.
“Si altas son las torres, el valor es alto. Venid por montañas, por mares y campos. Entraré en Granada”, concluye el poeta.
Dejó Federico García Lorca un legado universal: su valiente poesía; su valiente y vibrante voz. No lo acallaron, decimos todos, vive en todas las bibliotecas. Su vida permanece y quienes en la oscuridad cometieron su crimen, en la oscuridad se encuentran sus nombres.
La temporada de “Bodas de Sangre”, de Federico García Lorca, dirigida en Saltillo por Juan Alberto Pérez, tuvo un gran éxito de público. Lleva ya cinco años desarrollándose y tuvo su origen en un proyecto de investigación-creación realizado por el director en Salamanca, España, ciudad en la que hizo una residencia en un laboratorio de creación escénica en dirección y en actuación tomado en ese país.
Los actores son muy talentosos jóvenes universitarios y egresados de varias escuelas y facultades de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).
El semillero que integra a la Compañía de Teatro es el taller de Teatro Universitario, donde el director Juan Alberto Pérez ha hecho un espléndido trabajo: contagia su entusiasmo y favorece las áreas de oportunidad y posibilidad de cada uno de los miembros del taller.
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Pronto el director presentará, con los talleres que ha integrado, la obra “La Estación de las Cosas Perdidas”. Tiene el propósito de completar la trilogía de García Lorca, iniciada ya con “Bodas de Sangre”. Seguirán “Yerma” y “La Casa de Bernarda Alba”.
Así, el poeta granadino sigue vivo, como se ha repetido felizmente, en las bibliotecas, y sale a las calles, donde su poesía, sus letras y sus puestas en escena están entre nosotros.
El canto y las leyendas de Federico García Lorca, en la atmósfera saltillense: bien, muy bien, por el taller de Teatro de la Universidad Autónoma de Coahuila. Un legado que permanece vivo, y Granada sigue vibrando.