Idilio y epopeya: el futuro tiene matiz de coalición

Opinión
/ 18 julio 2023
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Talento, lucidez, sensatez y eficacia.

Es el perfil del servidor público. Un sueño del corazón realizado con esfuerzos que alcancen logros, victoriosos para el bien integral de todos.

Se requiere un gran discernimiento nacional hacia el rumbo de abrir horizontes a todos los vuelos, no individualistas, sino comunitarios.

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Encuentros, coloquios y proyectos, no de una orientación ideológica exclusivista, sino de una actitud complementaria y colaboradora.

Quienes tengan ese nivel existencial en que están rotas las cadenas del egoísmo, se buscarán y se encontrarán. Sucede en esa dinámica para formar grupos: se reparten tarjetas con nombres de animales: perro, gato, burro, vaca... Y para encontrar su grupo cada uno de los participantes tiene que caminar hacia los demás ladrando, maullando, rebuznando o mugiendo. No tardan en encontrar a sus semejantes.

Es entonces cuando se realiza la verdadera unidad porque cada grupo ha de integrarse con los demás orgánicamente. No se queda atado por afinidades, sino que consigue hacer que lo diferente no oponga, rechace o contradiga, sino que sólo complemente.

Esa es la indumentaria psicológica y espiritual que hace posible las verdaderas transformaciones en que no se descarta ni se margina, sino que se integra todo orgánicamente.

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El futuro tiene matiz de coalición, no de conflicto reproductor del pésimo binomio de perdedores y ganadores. Es la actitud ejemplar de aquellos chicos con síndrome de Down. En la carrera, cuando uno se cayó, todos los demás corredores se acercaron a levantarlo y, enganchando sus brazos, corrieron juntos hacia la meta, nadie se cayó y todos ganaron.

Sólo en ese idilio de recíproca fraternidad será posible la epopeya de una nación que todos disfruten y compartan, mejorando siempre.

SIN ARMAS, SIN DROGAS Y SIN FRAUDES

Cuántos jóvenes, equivocadamente, han buscado el poder de las armas. El matón como personaje ideal. La venganza como hazaña de honor. La violencia como falsa hombría, y suprimir vidas humanas como macabros trofeos de una distorsionada excelencia.

Y lo que se extendió como negocio cayó hasta contagiarse de adicción. Se añadió al problema del tráfico, el del consumo.

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El daño psicológico y corporal se hace creciente en las nuevas generaciones. Hay deshumanización y deterioro progresivo en salud.

Una sociedad sin armas y sin drogas ha de completar su tripié de liberaciones suprimiendo los fraudes. Para que, en clima de honestidad, tenga raigambre la confianza y la recíproca buena voluntad.

FUTURO ARTIFICIO ‘INTELIGENTE’

Se bajan del automóvil recién cargado de hidrógeno.

Se encaminan hasta el sitio de carruajes. Suben a uno, depositan unas monedas. Un robot levanta las trancas y empieza a tirar del carruaje. Avanza a buen paso hacia las puertas del centro comercial.

Se detiene el robot del carruaje. Ya están exhibiéndose las ofertas del día. Sólo acercan el celular y ya pagan.

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En la terraza del último piso toman un dron de pasajeros para llegar a la gran sala. En una gran pantalla se puede participar en el coloquio virtual. Saltillo ha progresado. Ambos recuerdan aquellos tiempos en que había candidatos, campañas y elecciones...

Columna: Claraboya. El autor de Claraboya, quien ha escrito para Vanguardia desde hace más de 25 años, intenta apegarse a la definición de esa palabra para tratar de ser una luz que se filtra en los asuntos diarios de la comunidad local, nacional y del mundo. Escrita por Luferni, que no es un seudónimo sino un acróstico, esta colaboración forma ya parte del sello y estilo de este medio de comunicación.

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