La alianza debe estar bien cohesionada

Al parecer la alianza PRI, PAN y PRD acordada por las cúpulas de esos partidos con el objetivo de operar en el 2023 en Coahuila y el Estado de México, y 2024 para la presidencial en sus respectivas jornadas electorales, deberá mostrar una fuerza descomunal que haga frenar a los candidatos que proponga Morena, el partido del Presidente, para la competición electoral y fincar un Maximato que acabara por descarrilar al país que actualmente transita en ese recorrido.

En lo inmediato aquí en el Estado de Coahuila se ha sopesado la actividad que está desarrollando el movimiento que comanda López Obrador, que violando la normatividad que ordena la prohibición de los actos anticipados de campaña ha sido desobedecida con la complacencia oficial, recorriendo los municipios de Coahuila en la búsqueda de apoyo en sus afanes por conquistar la gubernatura, actos que al celebrarlos fuera de los tiempos legales se hacen merecedores que se les prohíba la nominación, y que si la autoridad competente no lo hace, ésta comete el delito de omisión.

Este tipo de maniobras mañosas son el ejemplo de la forma cómo está trabajando el Gobierno Federal que ha sido un periodo cuya mitomanía es el pan de cada día.

Los partidos aliancistas deben estar herméticamente unidos si quieren derrotar al partido Morena en las elecciones próximas, si es así entonces se requiere poner en práctica una verdadera unidad la cual es indispensable resguardar, pues su valor político es el que les da vida, de lo contario los valores, anhelos, ideales y compromisos no son viables.

Esa unidad partidista requiere necesariamente de convicciones políticas comunes que son las que dan precisamente origen y fundamento a ese componente de unión, y para ello requiere autodisciplina, nada más que si ese valor no se da en cada uno de los correligionarios, esa unidad, digo, fracasaría, pues para ello se exige voluntad.

La acción de unión entre los aliancistas debe crear un ambiente de confianza, de transparencia en todas las actividades con programas de gestión realista, pues esa actitud vivifica al grupo de partidos al nutrirse de los auténticos anhelos del pueblo.

Hay que trabajar denodadamente para conducir a ese pueblo a la unidad que es una conjunción de elementos que requiere, además de nuestra voluntad, requiere de nuestra fe, de nuestro entendimiento, de nuestra sensibilidad popular y de una participación partidaria y ciudadana libres.

La cohesión en las alianzas debe ser un elemento definitorio, pues cualquier hendidura puede desencadenar en un desbalance que produzca un rompimiento y dé al traste con el proyecto que dio origen al pacto partidista y le despeje el camino a la imposición de los morenistas.

Esperemos no dar lugar a que pudiera proseguirse con el desastre que estamos viviendo en nuestro país, ni que de la misma forma sea replicado en nuestro Estado al permitir el acceso de un gobierno que opere con ocurrencias por carecer de capacidad para gobernar.

La posible solución para que la alianza entre los partidos políticos grandes logre el triunfo, consiste en no desfallecer en la unidad que deben tener, aún y que es claro que movimiento Morena no ha sido apoyado por un número importante de seguidores.

Los partidos conectados (PRI, PAN y PRD) deberán poner todo su empeño para llevar adelante con seguridad la posibilidad de cancelar el acceso al poder de la corriente morenista, mediante la implementación de estrategias efectivas que le impidan el triunfo en las elecciones del 2023. Y del 2024.

Se lo digo EN SERIO.

franciscoaguirreperales@gmail.com

@aguirreperalesf