La diversidad cultural en México: una fiesta de la humanidad

Es un hecho que nuestro mundo actual es un mundo globalizado que se encuentra en constante movimiento. Nuestro mundo se transforma todos los días generando nuevas estructuras, tecnologías y formas de convivencia. Todos los días en este mundo globalizado cohabitan, conviven e interactúan diversas culturas. Esa coexistencia de culturas es, en sí misma, una fiesta del género humano a partir de la cual se fomenta el desarrollo, cohesión social y la paz.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, en el año 2001, proclamó el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, que se celebra el 21 de mayo. Este día tiene como objetivo destacar no sólo la riqueza de las culturas del mundo, sino también el papel esencial del diálogo intercultural para lograr la paz y el desarrollo sostenible.

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México es un país en donde la fiesta de la diversidad cultural cobra vida. Actualmente, es el segundo país con mayor diversidad cultural en el mundo, sólo superado por India. México tiene una composición pluricultural en la que coexisten 68 pueblos originarios hablantes de una lengua originaria propia, que reúnen 364 variantes. De municipio a municipio, las costumbres, tradiciones y formas de convivir varían, generando un rico acervo cultural nacional. Por su parte, según datos del Inegi, en México residen en la actualidad un millón 168 mil personas nacidas en el extranjero, haciendo de nuestro país un lugar en donde florece la pluriculturalidad.

Esta mezcla de culturas, idiomas y tradiciones convierten a México en un verdadero recipiente de la diversidad cultural. Como país nos enriquecemos con cada aporte cultural y es precisamente esa diversidad la que nos define como nación. Sin embargo, a pesar de esta riqueza cultural, no podemos ignorar los desafíos que enfrentamos en torno a ella: la discriminación, el racismo y la exclusión son una constante en nuestra sociedad.

De acuerdo a la Encuesta Nacional Sobre Discriminación en el año 2017, en México el 20.2 por ciento de la población mayor a 18 años declaró haber sido víctima de discriminación, mientras que en el caso de pueblos originarios el 24 por ciento declaró haber experimentado algún tipo de discriminación. Debemos reconocer la importancia de erradicar estas actitudes negativas y promover la inclusión y el respeto mutuo, como una forma de convivir, de generar un fuerte tejido social y de fomentar el desarrollo social.

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El Día Mundial de la Diversidad Cultural nos invita a reflexionar sobre cómo podemos construir un mundo donde la diversidad sea valorada y celebrada. Para lograrlo, es necesario fomentar el diálogo intercultural en todos los niveles de la sociedad. Debemos escuchar y aprender que existen muchas voces y perspectivas que tienen un igual valor a las nuestras. La educación desempeña un papel fundamental en este proceso.

Desde las escuelas y universidades debemos promover la educación intercultural, enseñando a las personas estudiantes a apreciar, respetar y defender las diversas culturas presentes en nuestro país con una perspectiva en derechos humanos: una perspectiva morada. Pero también, aprendiendo de la forma en que las nuevas generaciones de estudiantes ponen en práctica esa diversidad.

La diversidad cultural se encuentra estrechamente relacionada con el desarrollo sostenible. Cuando promovemos la diversidad, impulsamos un desarrollo más equitativo y justo. La visión pluricultural en los procesos de toma de decisiones y en la planificación de políticas garantiza que se tengan en cuenta las necesidades y aspiraciones de todas las personas, sin que nadie se quede afuera o atrás. Con una inclusión de todas las culturas en la vida política y de sociedad, se fomenta una participación ciudadana sana y el ejercicio de los derechos democráticos, lo que inevitablemente implica un grado de desarrollo.

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Por tanto, promover la diversidad cultural es un deber en nuestra sociedad, pero también una gran apuesta para alimentar capacidades, destrezas, cosmovisiones y prepararnos para el futuro que nos depara como humanidad. El Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo nos recuerda la importancia de valorar y celebrar la diversidad cultural en nuestro mundo globalizado.

México, con su pluriculturalidad, es un ejemplo vivo de la convivencia de diferentes culturas. Debemos trabajar juntos y juntas para construir una sociedad inclusiva en donde todas las voces, ideas, preferencias, costumbres y tradiciones sean escuchadas y respetadas. A través del diálogo intercultural y el desarrollo sostenible podemos alcanzar una paz duradera y un futuro próspero para todas las personas.

El autor es auxiliar de investigación del Centro de Educación para los Derechos Humanos de la Academia Interamericana de Derechos Humanos

Este texto es parte del proyecto de Derechos Humanos de VANGUARDIA y la Academia IDH