La indispensable sinergia en la tragedia de Guerrero

El huracán Otis, que devastó el puerto de Acapulco, se convirtió para el presidente Andrés Manuel López Obrador en un pretexto más para lanzarse de nuevo en contra de quienes considera adversarios, enemigos de su persona y de lo que él considera es el camino hacia la transformación del país.

Mentiras, politiquerías, pseudointelectuales, vividores, corruptos, reaccionarios, son conceptos que han permanecido como parte de su vocabulario para denostar a los que, por lo contrario, son periodistas e intelectuales de ética intachable.

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El “como era antes”, en su discurso permanente para denostar, para intentar quedar siempre bien ante la gente. Sin embargo, cuando llega información sobre la supresión del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), no hay ni qué decir. El cómo era antes en el caso del Fonden necesariamente era mejor.

Infama a los periodistas. Se lanza contra figuras que están en el lugar de los hechos reporteando la dolorosa situación que viven los guerrenses, y en lugar de favorecer la conjunción de fuerzas y esfuerzos, intenta parecer a su gobierno como el único que puede favorecer informando sobre lo que allá ocurre.

“Los dueños de los principales medios de información que han enviado a sus reporteros estrellas para hacer reportajes hablando de que no hay atención para la gente, de que todo está fuera de control, que no se está haciendo nada, que incluso se está deteniendo a los que quieren ayudar con despensas. Puras mentiras, y además, hablando de muchísimos muertos”.

En un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter), de 24:34 minutos de duración, ataca directamente a León Krauze, hijo de Enrique Krauze, periodista de Univisión de Estados Unidos que ha hecho recorridos por barrios de Acapulco, y lo calificó como adicto al dinero y a la acumulación de éste: todavía se da tiempo de decir que al igual que su padre tiene una enfermedad por ello y de expresar su deseo que “ojalá se les quite con el tiempo”.

Mientras Luis Carlos Ugalde destaca también en sus redes sociales que el Presidente aún en la catástrofe se niega a ser conciliador, el periodista León Krauze le contestó puntualmente:

“El presidente de México me agrede hoy en un video. Lamento tanto que pierda el tiempo en confrontaciones indignas de un jefe de Estado, y más cuando hay comunidades como Los Coyotes que lo han perdido todo”.

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Tiene razón Krauze cuando dice que “No se trata de usted, Presidente, se trata de la gente que usted gobierna. Véalos”.

En lugar de descalificar y usando palabras aparentemente buenas para ocultar su desprecio por quienes considera que son sus enemigos, debería conjugar los esfuerzos coordinando acciones en común.

Dice que no quiere hacer un espectáculo, pero dedicar parte importante del tiempo a denigrar en momentos tan críticos es desperdiciar energía y sinergia.

Así las cosas: la alcaldesa de Chilpancingo celebra con pirotecnia su segundo informe en medio de la tragedia y un consistente López Obrador ve enemigos por todas partes, en lugar de periodistas que hacen su trabajo para informar y contribuir con ello en la ayuda.