La Semana de la Movilidad en Saltillo

Esta semana, la ciudad de Saltillo, como otras alrededor del mundo, es escenario de una serie de actividades transformadoras que buscan redefinir nuestra relación con la ciudad, invitando tanto a la ciudadanía como a las autoridades a reflexionar sobre nuestro hogar compartido y las dinámicas que le dan vida.

Estas actividades se enmarcan en la Semana de la Movilidad o “Mobility Week”, iniciativa que comenzó a gestarse en el año 2002 en Europa con el objetivo de sensibilizar y concientizar a las personas sobre la forma en que usamos y compartimos el espacio público. La iniciativa ha trascendido a nivel global, invitando a ciudades de todo el mundo a sumarse a esta reflexión conjunta sobre el futuro de la movilidad urbana.

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Durante la semana del 16 al 22 de septiembre las ciudades participantes −con el esfuerzo de organizaciones, colectivos y personas voluntarias− celebran actividades para hacer visibles y palpables las ventajas de moverse de una manera más sustentable, segura y eficiente. Asimismo, busca plantear la necesidad de diseñar y adaptar infraestructuras urbanas más adecuadas, desde ciclovías hasta áreas peatonales más cómodas e inclusivas.

En Saltillo, la Semana de la Movilidad tiene su primera edición con el objetivo de proponer la construcción de un cambio en la mentalidad colectiva y, por ende, en las políticas y las acciones que orientan el desarrollo urbano. Una de las actividades de esta primera edición en Saltillo fue la instalación de un Parklet en el corazón de la ciudad.

Los Parklets, también llamados Parques de Bolsillo, son intervenciones urbanas que nacieron en San Francisco en 2005. Su concepto es simple, pero provocador: tomar un lugar destinado al estacionamiento de un automóvil y transformarlo en un área de disfrute público, vibrante y dinámica.

La idea que se busca transmitir con los Parklets es que el entorno urbano es demasiado valioso como para ser destinado al uso preponderante del automóvil. En lugar de servir sólo a un automóvil, estos pequeños sitios permiten numerosas posibilidades, que dependen sólo de iniciativa, voluntad y decisión, particularmente desde lo ciudadano.

Para su instalación se aprovechó una pequeña área de apenas 8 metros cuadrados frente a la banqueta derecha de la calle Allende, entre Ocampo y Victoria, que es apenas suficiente para el estacionamiento de un auto, en un lugar donde las disposiciones reglamentarias y los señalamientos de tránsito claramente indican la prohibición de ubicar vehículos.

Este espacio, donde cotidianamente la gente que recorre Allende puede ver automóviles estacionados, se convirtió, por 4 horas en un lugar abierto al disfrute colectivo. Con ello es inevitable hacer la comparación: mientras que un automóvil estacionado sirve sólo a su dueño, un espacio de convivencia como éste tiene el potencial de servir a un numeroso grupo de personas.

Los componentes de este Parklet fueron sencillos, pero elocuentes para comunicar el mensaje pretendido. Algunas macetas con el verde vivo de distintas plantas daban un toque de frescura al sitio. Una banca y un par de sillas para descansar, ubicada frente a una mesa con libros, hicieron el lugar propicio para sentarse un momento a leer, descansar o conversar, abstrayendo a las personas por unos momentos del bullicio del entorno.

La música que acompañó la intervención, así como la posibilidad de disfrutar de un café o un agua gratis, hicieron más disfrutable el momento y más evidente la posibilidad de una forma distinta de aprovechar el espacio. De esta manera, la invitación a la reflexión sobre el valor del entorno público y su potencial llegó al urbanista por excelencia: las y los ciudadanos.

Así como en el Parklet en el Centro de Saltillo, las actividades agendadas para esta edición de la Semana de la Movilidad buscan evidenciar la necesidad de que las ciudades del futuro sean diseñadas por y para las personas, retirándole el lugar que le hemos cedido al automóvil.

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Es posible afirmar, desde ya, que la primera edición de la Semana de la Movilidad en Saltillo está dejando una huella en nuestra ciudad, como seguramente lo está haciendo en las distintas ciudades donde se lleva a cabo. Cada acción es una oportunidad para la creación de una cultura urbana más consciente y responsable, atenta a cómo habitamos y compartimos el espacio que nos rodea.

Acciones que promueven la humanización de las ciudades y que otorgan nuevamente el lugar protagónico a las personas hacen verdaderamente viable un futuro posible.

jruiz@imaginemoscs.org