Las ‘contradictorias’ cifras del mercado laboral

El pasado jueves, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dio conocer la estadística de puestos de trabajo registrados al 31 de agosto del presente año.

Las cifras arrojan un total de 22 millones 389 mil 835 trabajadores afiliados para el octavo mes del año, que implicó un crecimiento anual del 1.8%, es decir; 392 mil 960 nuevos empleos en los últimos doce meses. La menor generación de empleos a tasa anual desde el mes abril del 2021.

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Si observamos el acumulado de lo que va del año, es decir el periodo enero–agosto, la generación de empleos asciende a 365 mil 044 puestos de trabajo, una dramática reducción del 41% respecto al mismo período del año anterior.

Con estas cifras, el diagnostico pudiera parecer evidente y claro para muchos. No obstante, debemos tener antes bien en claro que información es la que nos brinda el IMSS y en que medida es representativa del mercado laboral mexicano en su conjunto.

Los datos de generación de puestos de trabajo del IMSS, hacen referencia a una parte –quizás la mayoría sí- del total de empleos formales registrados en el país. A ellos habría que añadir a aquellos trabajadores gubernamentales que se encuentran afiliados al ISSSTE.

Según el INEGI, de acuerdo con el último dato disponible correspondiente al mes de julio, un 54.5% de la población ocupada se encuentra en alguna situación de informalidad en el mercado laboral. Es decir, el panorama que captura el reporte de puestos de trabajo del IMSS y que pinta una marcada desaceleración en la generación de empleos, representa solamente alrededor del 40% de los empleados.

Si quisiéramos observar la película completa, necesitamos analizar a la par los resultados derivados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que mes tras mes nos proporciona el INEGI. Al momento de sumergirnos en las cifras, el panorama ya cobra otra perspectiva y el cristal bajo el que se mira el desempeño de la actual administración en materia de empleo, también adquiere otra dimensión.

De acuerdo con esta encuesta que mide no solo la tasa de desocupación, sino un amplio arsenal de indicadores que dan una medición más precisa del mercado laboral resulta que durante julio la tasa de desocupación fue del 2.9% de la PEA. En lo va de la presente Administración ha promediado un 3.62%. Sin duda una de las más bajas desde que se tienen registros. Si hay un indicador económico del cual podría jactarse de presunción este gobierno, sería en éste.

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No obstante, como se mencionó anteriormente, un análisis integral del mercado laboral no debe limitarse solamente a la tasa de desocupación o de los empleos registrados ante el IMSS. La dinámica en los indicadores complementarios tales como la subocupación, la informalidad y la brecha laboral nos revelan un diagnostico más completo y minucioso.

En tanto no se comprenda la diferencia entre los datos que proporciona el IMSS y los que nos brinda el INEGI, así como el alcance y la limitación de ambas fuentes de información, cualquier análisis y juicio que se quiera emitir en este tema correrá el riesgo de caer en lo ridículo.

Economista y Catedrático de la Universidad La Salle Saltillo Twitter: @guillermo_garza