Las tres preguntas

El título de la presente colaboración refiere a un breve cuento escrito por Tolstói, publicado originalmente en 1885.

León Tolstói (1828-1910) es, sin duda, uno de los gigantes de la literatura universal. Nacido en una familia aristocrática rusa, sus monumentales obras, como “Anna Karenina” y “Guerra y paz”, han dejado una profunda huella en la literatura, no solo por su hondura narrativa, sino también por su capacidad para diseccionar el alma humana y cuestionar las normas sociales de su tiempo.

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Uno de los aspectos más fascinantes de su vida, es su transformación espiritual. A medida que envejecía, se alejó cada vez más de los placeres mundanos y del materialismo, abrazando una vida de simplicidad y ascetismo. Esta evolución personal se refleja en sus escritos filosóficos y religiosos, donde aboga por una existencia basada en el amor, la compasión y la no violencia.

Tolstói llegó a la conclusión de que la verdadera felicidad no se encuentra en las riquezas o el poder, sino en una existencia vivida en armonía con los principios éticos y espirituales. Sus ideas influyeron profundamente en líderes como Mahatma Gandhi, quien adoptó los ideales de la no violencia y la resistencia pacífica en su lucha por la independencia de la India.

El escritor es reconocido por haber sido un crítico incisivo de las normas y estructuras sociales de su tiempo. Atacó la hipocresía de la nobleza, la corrupción de la iglesia y la injusticia del sistema económico. Su aguda observación de la sociedad rusa, combinada con su talento literario, convirtió sus novelas en poderosos instrumentos de crítica social.

Sus escritos representan viajes hacia las profundidades de las emociones, la moral y la condición humana; temas que, en pleno siglo XXI, continúan desafiando a los lectores sobre sus propias vidas y convicciones personales.

EL CUENTO

Tolstói también escribió breves cuentos cargados de historias, parábolas y lecciones atemporales que descubren la intimidad del espíritu humano, invitando a los lectores a la introspección; tal es el caso de “Las tres preguntas”, cuento que reflexiona sobre el sentido de vida, la importancia del presente y el valor de las buenas acciones.

La historia aborda la sabiduría y la moralidad a través de la búsqueda de respuestas a tres de las preguntas más importantes de la vida, llevando al lector a un sorprendente viaje de autodescubrimiento.

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PREGUNTAS

El relato inicia con un rey que se enfrenta, precisamente, a tres preguntas cruciales: ¿Cuál es el mejor momento para hacer cada cosa? ¿Quiénes son las personas más importantes con las que trabajar? ¿Qué es lo más importante que debe hacer? Convencido de que encontrar las respuestas a estas preguntas le permitirá gobernar con sabiduría, el rey decide buscar a los más sabios de su reino para obtener las respuestas. Los sabios del reino ofrecen diversas respuestas, pero ninguna satisface al rey: unos le dicen que debe crear un calendario detallado para saber cuándo hacer cada cosa; otros argumentan que debe acudir a magos y adivinos para conocer el futuro. En cuanto a las personas más importantes, algunos sugieren que son los consejeros y guerreros, mientras que otros opinan que son los sacerdotes y médicos. Finalmente, con relación a la pregunta sobre lo más importante que debe hacer, las opiniones varían entre buscar la sabiduría, la destreza en la guerra y el desarrollo de la religión.

EL ERMITAÑO

Insatisfecho con las respuestas de los sabios, decide visitar a un ermitaño conocido por su gran sabiduría. El anciano vivía solo en una alejada y alta montaña, y recibía solo a los necesitados, por lo que el rey, para no intimidarlo, deja a su escolta al pie de la montaña y emprende su viaje a las alturas como un hombre común. Al encontrar al ermitaño trabajando en su jardín, el rey le plantea sus tres preguntas, pero el anciano no responde, pues estaba absorto cavando una zanja. Viendo al anciano cansado, el rey decide ayudarlo, entonces toma la pala y cava, mientras el viejo se toma un descanso.

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UN HOMBRE HERIDO

Mientras el rey y el ermitaño trabajan, aparece un hombre gravemente herido. Ambos diligentemente lo atienden: lavan sus heridas y pasan la noche alimentándolo y cuidándolo. Al día siguiente, el hombre herido revela que había planeado asesinar al rey debido a una disputa anterior, por lo que sigilosamente lo había seguido, pero fue sorprendido por los guardias del rey quienes lo hirieron con sus espadas. Ahora, después de que el rey salvó su vida, se siente arrepentido, le ofrece sus disculpas y le promete lealtad.

RESPUESTAS

El ermitaño, al observar la dedicación y el acto de compasión del rey, finalmente responde a las tres preguntas de manera práctica: le explica que el momento más importante es el presente, este preciso instante, pues es el único sobre el cual tenemos control. Las personas más importantes son aquellas con las que estamos en este momento, ya que son quienes más requieren de nuestra atención y pueden influir en nuestras vidas inmediatas. Por último, la tarea más importante es hacer el bien a quienes están a nuestro lado, porque ese es el auténtico propósito de la vida.

El rey comprende entonces la verdad revelada: a través de sus acciones —ayudar al ermitaño, cuidar del hombre herido y demostrar bondad—, había hallado las anheladas respuestas que tanto buscaba.

Ante tal sabiduría y aprendizaje, el rey regresa a su palacio con una nueva perspectiva, comprendiendo que la sabiduría no está en grandes palabras, sino en la simpleza de tres premisas: vivir el presente, servir a los demás y actuar con bondad.

PARA EL CAMINO

Este cuento ofrece una brújula moral y espiritual para orientarnos en el laberinto del mundo moderno. Representa un llamado a vivir con atención plena y a concentrarnos en el presente para recuperar la capacidad de estar realmente en el aquí y en el ahora.

En un mundo donde abundantes relaciones son superficiales y mediadas por pantallas, es apremiante valorar a quienes tenemos cerca. Ofrecer nuestra comprensión a las personas con las que compartimos el presente fortalece nuestra humanidad y crea espacios de empatía y solidaridad, tan necesarios en tiempos de crisis globales.

En un contexto marcado por grandes desafíos, como el cambio climático, la desigualdad social, la cultura “woke”, los conflictos políticos y la interminable violencia, este mensaje nos impulsa a recordar que incluso los actos más pequeños de generosidad pueden generar un impacto significativo.

“Sobrevivimos” en ambientes que a menudo celebran el éxito individual por encima del bienestar colectivo, pero Tolstói nos recuerda que el verdadero propósito de la vida radica en ayudar a los demás y contribuir al bien común.

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Este fascinante cuento tiene una resonancia especial para líderes y tomadores de decisiones, quienes enfrentan dilemas éticos y estratégicos en sus roles. En un entorno empresarial o político, donde a menudo se priorizan resultados inmediatos o intereses personales, las tres preguntas nos recuerdan la importancia de actuar con responsabilidad, pensar en el bienestar de los demás y tomar decisiones conscientes en el momento adecuado pensando en las consecuencias a largo plazo.

ESPERANZA

Tolstói nos ofrece un faro en medio de la tormenta, recordándonos que es urgente, necesario y conveniente detenernos para redescubrir lo esencial. En estos tiempos en que todo avanza con vertiginosa rapidez y la realidad se presenta como compleja, cambiante y profundamente incierta, Tolstói nos brinda una auténtica esperanza: aún en los momentos más oscuros, es posible encontrar luz en la simplicidad de vivir el presente, servir a los demás y actuar con bondad.

Nos invita a disfrutar plenamente de aquello que realmente importa, a valorar a las personas esenciales en nuestra vida y a reconocer que todo esto es un regalo invaluable, una oportunidad única que, en este preciso instante, está al alcance de nuestra propia voluntad.

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