Lecciones de las elecciones... en Estados Unidos

Opinión
/ 13 noviembre 2024

1) Si los resultados de la elección son o no cerrados es una cuestión de enfoques. Los votos directos dieron a Trump poco más de 74.5 millones de votos que equivalen al 50.4 por ciento de la votación total y se convierten en 312 votos electorales. Kamala Harris obtuvo poco más de 70.8 millones de votos, que equivalen al 47.9 por ciento de la votación y a 226 votos electorales. En términos de la votación directa no parece ser mayor la diferencia, empero, en los votos electorales la distancia aumenta porque Trump ganó los siete estados que estaban indecisos. Ahí ganó por poco, pero el que gana en un estado se lleva todos los votos electorales que le corresponden.

2) Los votantes hispanos o latinos sorprendieron y mucho. Tradicionalmente votan por los demócratas, especialmente por sus políticas sociales y porque ciertamente suelen ser más “amigables”, en el discurso, con la migración. El número mágico es el cuarenta por ciento. El republicano que llega a superar ese 40 por ciento suele poner a temblar a su contrincante demócrata que da por hecho que contará con el voto latino. Sólo dos presidentes habían superado esa barrera: Ronald Reagan en 1984 y George W. Bush, que obtuvo 44 por ciento en 2004. Ahora Trump rompió el récord, captando el 46 por ciento de los votos de la comunidad hispana. Pensar que el hispano o latino sólo vota teniendo a la migración como unitema es muy equivocado, como lo estuvieron los demócratas en el proceso electoral que acaba de terminar.

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3) De manera más o menos semejante y en el mismo sentido vemos el voto fronterizo. Tradicionalmente ha sido un corredor demócrata; hoy la franja fronteriza con México se tornó un corredor rojo con algunos puntos azules como El Paso, frontera con Ciudad Juárez. Eagle Pass, frontera con Piedras Negras, era un bastión demócrata, hoy es rojo sólido, como lo es el distrito federal que ganó el republicano Tony Gonzales por un amplísimo margen.

4) “Es la economía, estúpido”. Frase célebre del estratega demócrata James Carville que catapultó a Bill Clinton a una aplastante victoria sobre el entonces presidente George H.W. Bush. Los demócratas de hoy decidieron ignorar esa frase, a pesar de tener buenos números en la materia. Mientras Trump los atacaba en el campo económico, ellos respondían en el campo moral y social. Kamala Harris centró su campaña en el aborto y el derecho de minorías muy reducidas, mientras que rehuyó de la economía y la migración, en torno a los cuales fue duramente criticada por el desorden imperante, mucho de lo cual era su responsabilidad.

5) Ser oposición ayuda, Trump atacó en múltiples frentes, particularmente en el económico. Frente a lo cual la defensa demócrata fue débil. Evidenció el desorden de la política migratoria, lanzó y postuló una posición moderada en materia de aborto, su propia esposa fijó postura a favor. En derechos de minorías homosexuales, incluso se presentó moderado y exhibió los excesos de los demócratas, el wokismo. Hondo calaron los temas sociales, como hombres transgénero arrasando en deportes competitivos de mujeres, ante el silencio gubernamental. Terapias de reconversión sexual en menores sin autorización de los padres. El acceso de hombres transgénero en baños de mujeres o niñas. Todo lo cual va mucho más allá de los derechos básicos de personas homosexuales, ya muy aceptados o tolerados en la sociedad.

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Trump es un populista a secas. Al igual que la oposición mexicana con AMLO, los demócratas optaron por rasgarse las vestiduras. Llevar los ataques al campo extremo, “el peligro para México”, “el peligro para Estados Unidos”, sin siquiera diagnosticar la realidad de la sociedad, en particular de quienes más adversidades padecen. Se colocaron en una posición de superioridad, juzgando como nocivo a todo el que no piensa como ellos, sin aceptar error o adversidad alguna. Con toda la cobertura mediática y mucho más dinero que Trump, la vicepresidenta no pudo articular propuestas que calaran en la sociedad. Toda su campaña giró en torno a Trump, algo así como Xóchitl hablando todos los días de AMLO.

Las mayorías se hicieron presentes, quizá el nuevo gobierno no les resuelva sus problemas, pero ya canalizaron su rencor contra lo que consideran “las élites”. Decidieron apoyar a quien sí los menciona, los considera o los utiliza. Parece claro que en México o en Estados Unidos no funciona lo de asumir que sabes porque tienes estudios y recursos. Eso ya no basta. Aun así, la política electoral sigue siendo básica y el bolsillo sigue mandando a la hora de votar.

X: @chuyramirezr

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