Mirador 11/06/2025

Opinión
/ 10 junio 2025

–Le tengo miedo a Dios.

Eso me dijo ayer este amigo mío con el que acostumbro tomar la copa –varias– los martes por la noche. Me contó:

–El cura de mi pueblo encendía una vela y hacía que los niños del catecismo fuéramos pasando uno por uno y pusiéramos un dedo en la llama. Lo retirábamos de inmediato, claro. Y nos decía el sacerdote:

–Si no pueden aguantar este fuego, imaginen el que arde en el infierno. Ahí arderán ustedes toda la eternidad si no cumplen los mandamientos de Dios y de la Iglesia.

Luego nos explicaba que la eternidad es como una bola de piedra mil millones de veces más grande que la Tierra. Cada mil millones de años pasaba una mosca y con el ala rozaba aquella enorme roca. Cuando a fuerza de pasar la mosca y rozarla aquella bola de piedra se partiera en dos, la eternidad ni siquiera habría empezado todavía. Y nosotros estaríamos quemándonos en el infierno porque no fuimos a misa o nos portamos mal.

Yo imaginaba a Dios –dijo mi amigo–, como un padre. Pero no un padre amoroso, bueno, sino castigador y cruel. Así lo imagino todavía. Y todavía me arde la quemadura de la vela.

¡Ah, este amigo mío! Cuando bebe recuerda cosas que debería olvidar.

¡Hasta mañana!...

Escritor y Periodista mexicano nacido en Saltillo, Coahuila Su labor periodística se extiende a más de 150 diarios mexicanos, destacando Reforma, El Norte y Mural, donde publica sus columnas “Mirador”, “De política y cosas peores”.

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