MIRADOR 23/08/2025

Opinión
/ 22 agosto 2025

El peral es un bello árbol.

Lo miro y me parece ver a una muchacha despeinada, pues sus ramas de lustrosas hojas crecen sin orden a uno y otro lado.

De Allende, Nuevo León, traje al Potrero este árbol cuando era todavía niño. La amada eterna y yo lo plantamos con nuestras propias manos en el huerto. Juntos lo vimos crecer, y juntos disfrutamos el dulzor de sus primeros frutos.

Ahora, solo, miro en el árbol las peras, semejantes a esferas doradas sobre un fondo de terciopelo verde. Vienen a mi memoria los recuerdos, y son otro dulzor. La evocación de las dichas de ayer aleja de mí la pesadumbre de hoy. Es como un eco de la felicidad.

Regresaré a la antigua casa y veré sobre la mesa de la cocina un canastillo con estas peras de oro y miel. La amada estará aquí conmigo. Y yo daré gracias al Misterio por todas las gracias que en mi vida ha puesto. Día tras días seguiré agradeciendo el don precioso de la vida, y con la misma gratitud esperaré el don de la muerte.

¡Hasta mañana!...

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Escritor y Periodista mexicano nacido en Saltillo, Coahuila Su labor periodística se extiende a más de 150 diarios mexicanos, destacando Reforma, El Norte y Mural, donde publica sus columnas “Mirador”, “De política y cosas peores”.

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