Mirador 28/07/2025

Opinión
/ 27 julio 2025

Por dondequiera veo cómo muchas añosas casonas van siendo destruidas

Una de las mayores venturas que me brinda mi tarea de escribidor es la de poder ir a muchas ciudades mexicanas, en todos los rumbos del país.

Me gustan todas, y en todas hallo al verdadero México, que lucha y que trabaja por encima de todos los problemas económicos y todas las calamidades políticas.

Una cosa, empero, me entristece: por dondequiera veo cómo muchas añosas casonas van siendo destruidas. Las echa abajo la piqueta, y desaparecen los nobles muros, los antiguos arcos, los ornados balcones, todo aquello, en fin, que nos habla de un pasado lleno de prestigios que la ignorancia o la ambición hacen caer.

Nadie se opone a eso que se llama “la marcha del progreso”. ¿Quién puede oponerse a lo que es inevitable? Pero creo que se pueden conciliar los requerimientos de los nuevos tiempos con el respeto –y aun cariño– que se debe a las cosas del pasado. En ellas está nuestra raíz. Cuando se van, también nosotros nos vamos un poquito.

¡Hasta mañana!...

Escritor y Periodista mexicano nacido en Saltillo, Coahuila Su labor periodística se extiende a más de 150 diarios mexicanos, destacando Reforma, El Norte y Mural, donde publica sus columnas “Mirador”, “De política y cosas peores”.

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