Muerte sobre ruedas: los riesgos de los motociclistas en Saltillo

“Los motociclistas no necesitan un ángel de la guarda. Necesitan dos”. Gabriel Zaid. Revista Letras Libres. Septiembre de 2023.

El pasado 10 de septiembre, el motociclista Jorge Guadalupe González de 54 años, y su hijastro Héctor Padilla fueron arrollados por un auto, teniendo como resultado la muerte del primero. Esta fue la gota que derramó el vaso, y cuatro días más tarde, un grupo de motociclistas realizó una marcha de protesta exigiendo justicia para las víctimas.

TE PUEDE INTERESAR: Las finanzas de Coahuila y el cambio de gobierno

De acuerdo con información de la Cruz Roja, Delegación Saltillo, en lo que va del año se tiene registro de 75 muertes de motociclistas, mientras que en 2022, se contabilizaron alrededor de 30 decesos. La nota agrega que jovencitas de 12 años ya están manejando motos. (VANGUARDIA. 11 de septiembre de 2023). El pasado fin de semana fallecieron dos personas más.

En 2020 se registraron 10 muertes de motociclistas en nuestra ciudad, con 790 lesionados, de acuerdo a “Telediario”, en un trabajo de Maru Alvarado, Christian Montelongo y Karen Alfaro, con fecha del 12 de julio de 2022. De continuar la tendencia actual, el número de decesos pudiera llegar a 100 al finalizar el año. Estos números son sumamente preocupantes; de hecho, después de las muertes por enfermedad, los accidentes vehiculares serían la segunda causa de muerte en Coahuila.

Uno de los múltiples efectos del COVID-19, fue el incremento en la demanda de comida rápida entregada a domicilio, y aunado al diferencial de precios entre los autos y las motocicletas, se entiende el que estas últimas hayan adquirido una mayor presencia en la vía pública.

El caso de los repartidores de comida mediante aplicaciones digitales es importante, pues realizan esta riesgosa actividad presionados por el tiempo, por lo que investigamos para conocer un poco más sobre el tema. El rango de dinero que reciben por entrega va de los 27 a los 250, o incluso 300 pesos, dependiendo de la distancia a cubrir.

Otro repartidor señaló que percibe 10 pesos por kilómetro, que la moto es de su propiedad, que la paga en mensualidades, y que cuenta con seguro, pero éste sólo es válido cuando está en servicio. El joven comentó que esta actividad le reporta un ingreso complementario, suficiente para pagar su casa y seguir estudiando una carrera universitaria, agregó que la mayor demora es cuando deben esperar a que el restaurante les entregue la comida para iniciar su trayecto.

Veamos un ejemplo, si el cliente ordena dos órdenes de tacos, al precio de 150 pesos cada una, suman 300 pesos, pero luego debe pagar el cargo de la aplicación, el Delivery fee y la propina, que es opcional. Estos tres conceptos suman alrededor de 100 pesos, por lo que al final el consumidor viene pagando como 400 pesos. De esta forma hay derrama para el restaurante, para la aplicación y para los entregadores, sólo que éstos últimos se juegan la vida en cada trayecto.

En el aspecto económico, los autos básicos tienen un precio de aproximadamente 200 mil pesos, mientras que las motos más pequeñas, las de 200 cc, oscilan en 70 mil pesos, consumen menos gasolina, su costo de mantenimiento es menor, así como los impuestos y al parecer, no están sujetas a verificaciones. Además, es posible tramitar un crédito bancario de hasta 60 meses con el 10 por ciento de enganche y pagos mensuales de 3 mil pesos o menos.

TE PUEDE INTERESAR: Nuevos libros de texto: Regreso a clases y, ¿a la lucha de clases?

¿Cuántas motos circulan en la zona conurbada de Saltillo? El censo de 2020 de INEGI muestra que el 7.5 por ciento de las viviendas en Coahuila cuenta con uno de estos vehículos, y si consideramos que existían 285 mil 607 viviendas en dicha zona, la cantidad estimada de motos ese año superaba las 21 mil unidades, y que actualmente pudieran ascender a unas 25 mil.

¿Qué hacer? De entrada, las autoridades deben analizar a fondo el problema, y de ser necesario, endurecer los castigos a los causantes de los accidentes, sin dejar de lado mejorar de forma sustancial el transporte público, para que esté a la altura de nuestra ciudad. De un tiempo para acá se observa mayor irresponsabilidad de los automovilistas, al no respetar los semáforos, conducir a exceso de velocidad, además de hacerlo, algunos de ellos, bajo los efectos del alcohol, sin faltar el uso de los teléfonos celulares. Aparte de los motociclistas, son vulnerables también los ciclistas, los peatones, incluso los conductores de autos. La autoridad debe hacer su trabajo y nosotros calmarnos un poco.