Narcoterrorismo en Guerrero
El simbolismo es un recurso que consiste en utilizar imágenes, figuras, palabras u objetos para representar conceptos o emociones más amplias. Algo tangible que adquiere un significado más profundo que va más allá de su función literal. En el terrorismo o actos de violencia juega un papel importante cuando se eligen objetivos que tienen un valor emocional, histórico o político.
La definición de terrorismo comúnmente utilizada en los debates de la ONU es cualquier acto destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a civiles no combatientes, cuando el propósito de dicho acto por su naturaleza o contexto, sea intimidar a la población o coaccionar a un gobierno o a una organización internacional para que realicen o se abstengan de realizar acciones.
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La definición es un traje a la medida de lo ocurrido en Chilpancingo, donde se ha consolidado la narrativa de que Guerrero es territorio controlado por las organizaciones criminales y que además sufre los estragos de la implosión del cártel de Sinaloa. En unos cuantos días una runfla de delincuentes asesinó a dos altos funcionarios del municipio y decapitó al alcalde con un objetivo claro de intimidación para infundir miedo entre la población, pero indudablemente entre la clase política.
La postura binaria y/o absolutista de “es conmigo o contra mí”. No hay términos medios ni espacio para la neutralidad. El distintivo “plata o plomo”. El hartazgo de los ataques y la escalada de violencia han tenido un impacto en la vida cotidiana de millones de ciudadanos.
El terrorismo está diseñado específicamente para sembrar pánico y desestabilizar transversalmente a la sociedad. Y México vive un infierno en múltiples entidades. Los oscuros intereses del narcotráfico están incrustados en la esfera política —en los despachos de inteligencia tienen todos los datos— y no hay tiempo que perder ni para simular.
Las nuevas herramientas anunciadas en la estrategia de seguridad para combatir al crimen organizado deberá mostrar resultados inmediatos. La pirotecnia mediática tiene fecha de caducidad y la casa morena hiede a corrupción, complicidades y omisiones. Y el relato en el gobierno de los Estados Unidos de los cogobiernos en el país con organizaciones criminales es una realidad. Sinaloa es otro destellante botón de impunidad absoluta. De permisividad para un gobernador que le resta a la nueva administración que parece no vislumbrar con estrategia lo que le espera en unas semanas.
La decapitación del alcalde de Chilpancingo marca un desafío al Estado mexicano y el mensaje es claro: el crimen organizado manda y se empodera. El acto puede fomentar e inspirar a otros grupos delincuenciales a intensificar sus actividades, subir el tono en sus demandas ilícitas y sopesar su lista de objetivos prioritarios.
El terror psicológico contamina una frágil vida institucional convirtiéndose en un fenómeno complejo y difícil de erradicar ya que impacta en la percepción y se amplifica a través del miedo.
El contexto actual se antoja sumamente complicado en múltiples frentes donde además en el Congreso se legisla de prisa y a tropezones dando como resultado errores y confusiones en la cacareada Reforma Judicial.
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El sexenio comienza inmerso en un torbellino interno de disputas, externo de violencia y una montaña de retos que aumentan la probabilidad de pocos resultados. Librar simultáneamente batallas internas y externas dispersa el enfoque y agota los recursos.
Es crucial priorizar la resolución interna antes de enfrentar eficazmente a los desafíos externos.
@GomezZalce