Nubes en el horizonte

A corto plazo las nubes se refieren al presupuesto de Coahuila del próximo año, y a mediano plazo, a los efectos de las políticas de Donald Trump.

Respecto a las primeras y de acuerdo a la información disponible, las principales transferencias federales para nuestra entidad; los ramos 28 y 33, rondarán los 56 mil millones de pesos en 2025, lo que representa un incremento del 4.6 por ciento en comparación al año en curso.

Sin embargo, considerando un porcentaje similar de inflación, se tiene un crecimiento cero en términos reales. Ante la errática política hacendaria del gobierno de Sheinbaum, ya se cuestiona de nuevo el federalismo fiscal.

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Lo que recibimos de la federación representa el 80 por ciento del presupuesto del Estado, el 20 por ciento restante son los ingresos propios. La secretaría de Finanzas ejercerá este año un total de 68 mil 429 millones de pesos, y si la proyección para el entrante es de alrededor de 70 mil millones de pesos, el incremento sería del 2.2 por ciento, muy por debajo de la inflación, o sea que habría un retroceso importante.

A reserva de constatar el resultado—si es que lo hay—de las gestiones de nuestros legisladores en la cámara de diputados, con políticos de experiencia como Rubén Moreira, Jericó Abramo y Gullermo Anaya, la mayor responsabilidad recae en los morenistas Antonio Castro, Cecilia Guadiana y Luis Fernando Salazar.

Vamos a ver si éstos últimos trascienden el discurso ramplón para ofrecer resultados tangibles. Ante la estrechez presupuestal, hay tres posibilidades: reducir el gasto, aumentar los ingresos y contratar nuevos créditos, o una combinación de los tres. Veamos cada uno de ellos.

Reducción del gasto. De acuerdo a la Ley de Disciplina Financiera de 2016, en su artículo 15 se establece que en caso de disminución de los ingresos, el Ejecutivo estatal deberá aplicar ajustes al presupuesto de egresos en los siguientes rubros. a) Gastos de comunicación social, b) Gasto corriente y c) Gasto en servicios personales. En los tres—principalmente en el primero--, hay implicaciones políticas.

Por cierto, en esta ley aparece la firma de la entonces senadora plurinominal por Coahuila, Hilda Flores Escalera. Pudiera haber un ahorro por la baja en la tasa de interés de la deuda, estimando que por cada punto porcentual se dejarían de pagar 400 millones de pesos.

Aumento en los ingresos. Se trata de los ingresos propios, por lo que será importante el papel que la Administración Fiscal General del Estado, para aumentar la recaudación sin nuevos impuestos.

Se ve difícil un incremento al Impuesto Sobre Nóminas, pues se modificó hace poco. Habría que ver si en el impuesto predial pudiese haber margen de acción. A partir de la megadeuda, los ingresos propios han venido ganando terreno.

Nuevos créditos. La citada Ley de Disciplina Financiera, establece en el caso de Coahuila un límite en la contratación de nuevos créditos, teniendo como tope el 5 por ciento de los Ingresos de Libre Disposición, lo que se traduce en un techo de 2 mil millones de pesos. Hay que ver si el gobierno pedirá dinero prestado en estos días para cubrir el pago de los aguinaldos.

En resumen, no hay mucha tela de donde cortar, y todo indica que 2025 será muy complicado. Esto en el corto plazo. Sin embargo, a mediano plazo las nubes se vuelven más oscuras y ominosas, debido a dos factores: los aranceles de Trump, con efectos peligrosos para la industria automotriz, asentada fundamentalmente en nuestra región sureste, complicándose el panorama de no solucionarse la situación en AHMSA.

Podría haber tres regiones en riesgo, al incluir la norte en caso de las posibles deportaciones masivas hacia México, volviendo vulnerables a Piedras Negras y a Ciudad Acuña. ¿Estamos preparados para enfrentar estas eventualidades? ¿Habrá una visita de la presidenta, con A, a Mar a Lago?.

Los expedientes de la izquierda champañera. Ricardo Monreal habla de una reforma fiscal redistributiva, esta es una buena ocasión para que ponga el ejemplo repartiendo su riqueza y la de su familia.