Plan México vs. aranceles trumpianos (recargado)

Opinión
/ 7 abril 2025

Claudia Sheinbaum relanzó el Plan México... ‘será la hoja de ruta para resistir el nuevo orden comercial de Trump’... La realidad, empero, contradice su buen deseo

Una vez caído el chubasco de los aranceles sobre una economía mexicana que tendría un crecimiento esperado de -0.1 por ciento para 2025 y -0.8 por ciento en 2026; una deuda del 52.3 por ciento del PIB nacional y una inflación para 2026 por encima del 3 por ciento estimado por el Banco de México, la presidenta Claudia Sheinbaum relanzó el Plan México, presentado el pasado mes de enero, con algunas diferencias. Este plan que consta de 18 puntos, afirmó, “será la hoja de ruta para resistir el nuevo orden comercial de Trump”. Mencionaré sólo algunos de ellos.

En este nuevo planteamiento la preocupación de Claudia no consistirá en “pasar de la economía número 12 a la décima en el mundo”, sino en “ampliar la suficiencia alimentaria y energética del país”.

TE PUEDE INTERESAR: Plan México vs. aranceles trumpianos

La realidad, empero, contradice su buen deseo: México no es autosuficiente en la producción de maíz, frijol, leche y arroz. En 2024 la importación de maíz alcanzó cerca de 21 millones de toneladas, siendo el segundo importador de maíz a nivel mundial.

En frijol, México dejó de ser autosuficiente desde 2023 debido a sequías, por lo que tuvo que importar frijol de otros países: “México produjo más de 700 mil toneladas del grano en 2023, empero, los mexicanos consumen entre un millón y un millón 100 toneladas de frijol”.

México tampoco es autosuficiente en leche: De hecho, es el mayor importador de leche del mundo. “México importa leche en polvo para cubrir la diferencia entre la producción nacional y el consumo. Los lecheros mexicanos producen entre 30 y 35 millones de litros diarios y el mercado consume entre 40 y 45 millones de litros al día”.

Finalmente, “México importa el 80 por ciento del arroz que consume”.

En lo que respecta a la autosuficiencia energética, México importa entre el 70 y el 93 por ciento del consumo total de gas natural. “No es autosuficiente en diésel y es poco probable que lo sea en el corto plazo. La refinería Olmeca sólo cubre entre el 20 y el 22 por ciento de la demanda de diésel” y, por razones técnicas, no podrá incrementar esos porcentajes.

México también importa el 70 por ciento del Gas Licuado de Petróleo de Estados Unidos y Canadá. Y la promesa de Octavio Romero Oropeza, exdirector general de Pemex, hecha en 2024 de que para 2025 México tendría “autosuficiencia de combustible (y) la totalidad de las gasolinas consumidas serán producidas en territorio nacional”, fue una vil mentira. Durante el periodo de AMLO “la producción de petróleo no superó los 1.8 millones de barriles diarios (mdbd), cuando México requiere producir 2.5 mdbd para lograr la autosuficiencia energética”, claro, sin huachicoleo, elefantes blancos como la Refinería Dos Bocas ni una empresa como Pemex, en quiebra.

México posee una red eléctrica obsoleta: “De 2020 al 2022, el número de hogares en pobreza energética aumentó de 4.8 a 4.9 millones, lo que afecta al 14.1 por ciento de la población, equivalente a 17.9 millones de personas”.

Para acabarla de amolar, Sheinbaum determinó que Pemex y CFE serían, a partir de su sexenio, “empresas públicas estratégicas para el desarrollo nacional”; fuera de todo escrutinio o rendición de cuentas y, sobre todo, ausente de toda competencia comercial con empresas nacionales y extranjeras.

En los puntos siguientes es fundamental el apoyo incondicional del alto empresariado mexicano: “Crear al menos 100 mil nuevos empleos. Fortalecer u ampliar la fabricación nacional para el mercado interno en ropa, calzado, muebles, acero, aluminio, semiconductores, producción de vehículos, etcétera, y aumentar la producción nacional de la industria farmacéutica y de equipos médicos”. ¿Cuenta Sheinbaum con ese sostén empresarial de corte incondicional para aterrizar esos buenos deseos? ¿Estarán dispuestos los altos empresarios a retornar a un sistema económico de sustitución de importaciones −al estilo de los años de la posguerra– de 1950 a 1980?

TE PUEDE INTERESAR: Plan México: La carta de navegación del bienestar... ¡No apaguen la veladora!

Le apostará el inversionista nacional y extranjero a una sociedad mexicana, en la cual existen obstáculos estructurales incalculables, como los mencionados en mi entrega editorial anterior: “la incertidumbre jurídica, la falta de contrapesos, la corrupción, la insuficiente capacidad de generación y transmisión eléctrica, la infraestructura deficiente, la falta de mano de obra calificada y lo extendido que está la economía informal”. Lo dudo.

Claudia camina sobre cáscaras de huevo pintadas con banderitas tricolor y la figura de un amlito, imaginando que con este Plan México “llevará a un México con más empleo bien remunerado, con menor pobreza e igualdad (porque) como México no hay dos, (y) juntas y juntos haremos el mejor México posible (porque) tenemos lo principal. ¡Mucho pueblo!”

Amarrémonos el cinturón.

Temas


Localizaciones


Personajes


Columna: Panóptico

COMENTARIOS