POLITICÓN: En el Hospital Universitario no surten recetas... dejan caducar medicamentos
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El monto de los medicamentos que se echaron a perder alcanza varios millones de pesos. El asunto es serio: no se trata sólo de medicina vencida, sino de recursos públicos desperdiciados y pacientes afectados; la UAdeC debe tomar cartas en el asunto
I. EL BASTÓN
El gesto del nuevo presidente de la Suprema Corte, Hugo Aguilar Ortiz, de convertir al bastón de mando en un símbolo del recambio que está ocurriendo en dicho tribunal, ha generado una catarata de opiniones que, como no podía ser de otra forma en los tiempos de la cuatroté, están polarizadas. Entre quienes están a favor de lo hecho y han articulado un discurso interesante sobre el significado y la trascendencia del ceremonial realizado el lunes pasado se encuentra el emecista Jaime Martínez Veloz, uno de los pocos invitados locales –ajenos al círculo gubernamental– que estuvieron en el acto y lo reseñaron de manera prolija.
II. VISIONES
“La instalación de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación no fue un acto protocolario. Fue una ruptura”, escribió “El Jimmy” a propósito del evento que, desde su perspectiva, no fue “una ceremonia jurídica, sino una declaración política, cultural y ética”, pues con ella, el nuevo ministro presidente “no inauguró una época judicial: invocó una refundación nacional”. Habrá quienes no compartan la visión, desde luego, pero lo importante será confrontarla con argumentos.
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III. MEDICINA CADUCA
El “síndrome del medicamento que caduca en los estantes” se ha propagado y ahora, de acuerdo con datos hechos llegar a este espacio, alcanzó al Hospital Universitario de la UAdeC, que dirige el Dr. José Lauro Cortés. Según nos dicen, el monto de los medicamentos que se echaron a perder alcanza varios millones de pesos, lo cual implica una falta grave, pues sólo puede ser resultado de la mala planeación, el descuido o, de plano, la negligencia. Como si eso no bastara, también hay reportes por la negativa en el surtido de recetas. En los pasillos del hospital ya se habla de un problema estructural que no se puede esconder bajo la bata blanca.
IV. URGEN ACCIONES
El asunto es serio: no se trata sólo de medicina vencida, sino de recursos públicos desperdiciados y pacientes afectados. La UAdeC debe tomar cartas en el asunto porque el prestigio institucional está en juego. No se puede permitir que un hospital como el Universitario –que forma profesionales de la salud– sea ejemplo de omisiones graves. ¿Quién autoriza las compras? ¿Quién controla los inventarios? ¿Quién da seguimiento? La Contraloría debe investigar; la sociedad y la comunidad universitaria, exigir respuestas.
V. ¿Y EL MÉRITO?
Tras los señalamientos sobre la insistencia del prianista Alfredo Paredes en buscar la candidatura por el distrito cuatro, desde la región Centro nos escriben para preguntar ¿con qué cara busca reelegirse? Dicen que no tiene casa de gestión –algo muy supravalorado por los ciudadanos–, no apoya con trámites y su eficiencia legislativa es nula. En cambio, las diputadas Lupita Oyervides y Edith Hernández –actuales representantes de la Centro-Desierto– sí cuentan con atención ciudadana diaria y mayor actividad en el Congreso. La diferencia se nota. Pero algunos siguen creyendo que merecen el cargo por lo que fueron, no por lo que hacen.
VI. NOSTALGIA PURA
En tiempos de evaluación ciudadana, muchos aún creen que la historia pesa más que el presente. Alfredo Paredes parece confiar en que su antiguo cargo de alcalde de Monclova le da pase automático al Congreso, pero hoy el reclamo es otro: ¿dónde está su trabajo real? La gente ya no compra discursos de glorias pasadas, sino que espera resultados, gestión y presencia. Y en esa medición, quienes siguen dando resultados hoy llevan ventaja. El futuro no se hereda: se construye.
VII. NI IDEA...
Pues ya les tomaron protesta, ya se tomaron la foto, ya les “purificaron” y el Senado de la República, encabezado por Laura Itzel Castillo, hasta les entregó una segunda constancia como personas juzgadoras, electas por el voto popular... pero quienes ocuparán los juzgados de distrito y los tribunales de circuito en Coahuila ¡siguen sin saber dónde y cuándo deben presentarse a trabajar! Así como usted lo lee: ninguna de las personas que participaron en el ritual del pasado lunes y que, por cierto, concluyó hasta la madrugada de ayer, tiene la más remota idea de dónde está el escritorio desde el cual debe hacer lo importante de todo esto: impartir justicia.
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VIII. EN EL LIMBO
Quienes desde Coahuila viajaron a la capital del país para participar en el ritual de asunción nos cuentan que “escucharon un rumor”, según el cual “a lo mejor” los contactan el próximo lunes –8 de septiembre– para informarles de su lugar de adscripción. Pero ninguna certeza tienen, porque nadie en “el nuevo” Poder Judicial ha considerado necesario –ya no digamos importante– ocuparse de que los nuevos juzgadores se pongan a trabajar cuanto antes.
IX. CAPACIDAD CONCILIADORA
En San Lázaro, Ricardo Monreal volvió a mostrar su oficio político al coordinar la negociación de la nueva Mesa Directiva. Mientras en el Senado volaban empujones y acusaciones, en la Cámara de Diputados se logró sentar a todas las bancadas –Morena, PAN, PRI, PT, MC y Verde– en torno a un acuerdo por consenso. La presidencia quedó en manos del PAN, como mandaba la ley, sin rupturas ni imposiciones. Todo con orden, sin sobresaltos y, sobre todo, con el “timing” justo: el acuerdo llegó después del ceremonial en la Corte, inmortalizado sólo por quienes debían aparecer.