Prueban maneras de ampliar acceso a pastillas abortivas
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A medida que proliferan las prohibiciones y las restricciones en todo el país, los profesionales de la salud que suministran las pastillas abortivas están forzando los límites de las leyes y disposiciones a fin de satisfacer la creciente demanda de abortos con medicamentos en esta era posterior al caso Roe en Estados Unidos.
Algunas personas recurren al buen juicio de un médico para que les prescriba pastillas a las pacientes que tienen más de las diez semanas de embarazo que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) ha impuesto como límite. Hay quienes están poniendo las pastillas a disposición de mujeres que no están embarazadas, pero que creen que tal vez algún día las necesiten. Otros están usando la estrategia de no preguntar y brindan consultas a distancia y prescripciones sin constatar que las pacientes se encuentren en estados donde se autoriza el aborto.
Dichos cambios están facilitando el acceso a estas pastillas para las pacientes que viven en estados que han restringido el aborto y también en estados donde sigue siendo legal, pero donde las clínicas tienen tiempos de espera más largos debido a que llegan pacientes que proceden de estados restrictivos.
Algunas de las prácticas, como no confirmar que las pacientes de medicina a distancia se encuentran en estados donde está permitido el aborto, pueden entrar en conflicto con las leyes estatales antiaborto o entrar en un territorio desconocido de la ilegalidad, pero, según los especialistas en salud reproductiva, también pueden ser difíciles de vigilar.
“Veremos que las organizaciones emplean estas diversas estrategias mientras analizan lo que dicen las leyes y desarrollan sus argumentos sobre la manera de proporcionar la atención”, señaló Elizabeth Nash, analista de políticas estatales en el Instituto Guttmacher, un grupo de investigación que apoya el derecho al aborto. “Solo que no tenemos un plan de acción acerca de cómo ofrecer abortos con medicamentos después del caso Roe, así que todo se está generando en estos momentos”.
Quienes están en contra del aborto criticaron esos esfuerzos y los calificaron como riesgosos para las mujeres. Tessa Longbons, investigadora principal adjunta en el Instituto Charlotte Lozier, una organización antiaborto, señaló que este método tenía tasas más elevadas de complicaciones y fallas después de las diez semanas, por lo cual “no hacía más que poner en riesgo a las mujeres”. Mencionó que, proporcionar las pastillas a mujeres que no están embarazadas conlleva el riesgo de que una mujer “pueda tomarla en cualquier momento o de que termine tomándola alguien para quien no fue prescrita en un principio”.
Para los abortos con medicamentos, que se legalizaron en Estados Unidos en el año 2000, casi siempre se administran dos fármacos: mifepristona, la cual bloquea una hormona necesaria para el desarrollo del embarazo, seguida, de 24 a 48 horas después, de misoprostol, el cual provoca contracciones que expulsan el tejido del embarazo.
Las pastillas abortivas no se prescriben para pacientes que tienen algunos problemas médicos, como trastornos en el sangrado. Pero, según los datos, el aborto con medicamentos es seguro y eficaz para muchas pacientes que son candidatas en términos médicos y solo un pequeño porcentaje de las pacientes requieren algún procedimiento para eliminar por completo el tejido del embarazo, mientras que un porcentaje todavía menor presenta complicaciones importantes.
Este método es menos caro, menos invasivo y, sobre todo con la medicina a distancia, más privado que los abortos quirúrgicos. Para 2020, representaba más de la mitad de los abortos en Estados Unidos y se ha recurrido todavía más a él desde que se anuló el caso Roe.
En este panorama de cambios tan rápidos en materia de aborto, se están abriendo en internet nuevos servicios de abortos con medicamentos y se están ampliando los servicios ya existentes, los cuales a menudo están adoptando algunas de las nuevas prácticas. Tanto quienes apoyan el aborto como quienes lo rechazan afirman que, en términos legales, esta es una frontera nueva. Por ejemplo, no se sabe si algunas de las leyes antiaborto estatales —las cuales casi siempre están destinadas a los profesionales de la salud y no a las pacientes— tienen contemplado que se le proporcione las pastillas a una mujer que no esté embarazada.
REBASANDO EL LÍMITE IMPUESTO POR LA FDA
Antes de que se anulara el caso Roe, pocos servicios estadounidenses ofrecían pastillas después de las diez semanas establecidas por la FDA, pero ahora muchos lo hacen.
La empresa Abortion Telemedicine, que comenzó sus operaciones en mayo luego de que se filtró un anteproyecto de la Corte Suprema en el que se determinaba anular el caso Roe, atiende a las pacientes durante su primer trimestre, el cual abarca 13 semanas de embarazo.
Esa compañía, al igual que otras que dan servicio a las pacientes a las once o doce semanas de embarazo, para hacerlo puede usar legalmente su juicio médico debido a que los estudios indican que las pastillas abortivas son seguras y eficaces en esa etapa. La Organización Mundial de la Salud aprueba los abortos con medicamentos hasta las doce semanas de gestación.
Daniel Grossman, un profesor de Obstetricia, Ginecología y Ciencias de la Reproducción en la Universidad de California, campus San Francisco (UCSF, por su sigla en inglés), señaló que el aborto con medicamentos es seguro y eficaz al final del primer trimestre, pero que existe “un riesgo un poco mayor de que se presenten complicaciones, como, por ejemplo, sangrado abundante” y muchas veces se necesita otra dosis de misoprostol para que se expulse por completo el tejido.
Algunos servicios, como Abortion Telemedicine, mandan de manera automática una segunda serie de cuatro tabletas de misoprostol a las pacientes que van a abortar al final de su primer trimestre.
Los especialistas en salud reproductiva mencionaron que se les debe informar a las pacientes que, aunque al principio del embarazo el tejido que se expulsa es como el de un sangrado abundante de menstruación, después de las diez semanas, su apariencia es más como la de un feto. Abigail R. A. Aiken, profesora adjunta en la Universidad de Texas, campus Austin, quien encabeza un grupo de investigación que estudia los abortos con medicamentos, explicó que tal vez el hecho de preparar a las pacientes para que sepan qué forma podría tener el tejido también las proteja de riesgos legales en estados donde está prohibido el aborto; por ejemplo, en caso de que se sorprenda mucho por lo que ve y “luego se lo comunique a alguien que diga ‘Te voy a denunciar’”.
EL SUMINISTRO DE LAS PASTILLAS ANTES DEL EMBARAZO
Algunos servicios están ofreciendo un “suministro anticipado” de pastillas abortivas a pacientes que no están embarazadas. Christie Pitney, una partera que trabaja en Aid Access, un servicio de abortos con medicamentos cuya sede se encuentra en Europa y trabaja con profesionales de la salud estadounidenses, lo comparó con los viajeros que “adquieren fármacos para una diarrea durante el viaje o para el mal de altura antes de que en realidad tengan que usarlos”. Pitney señaló que las pacientes asistieron a sus consultas médicas antes de recibir la receta y se les pidió que volvieran para hacerles una evaluación antes de que tomaran las pastillas. De acuerdo con los especialistas, la mifepristona tiene un periodo de caducidad de tres a cinco años y el misoprostol de 18 a 24 meses.
En fechas recientes, muchos especialistas en salud reproductiva han apoyado el suministro anticipado diciendo que los riesgos a la seguridad son muy reducidos si se examina a las pacientes antes de prescribirles las pastillas y antes de que las tomen y si tienen acceso a atención médica si la llegaran a necesitar. Sin embargo, los profesionales de la salud reconocen que en un entorno en el que muchos estados restringen el aborto, es posible que algunas pacientes no sigan las indicaciones adecuadas. En un artículo que respalda el suministro anticipado, coescrito por Grossman en la UCSF, se decía que tal vez las pacientes tomaran las pastillas en situaciones indebidas o se las dieran a otras personas, por lo que era recomendable realizar más estudios.
Pitney señaló que Aid Access, el cual comenzó a ofrecer suministro anticipado en Estados Unidos en septiembre, estaba recibiendo cerca de 40 solicitudes al día a principios del año, pero que la semana posterior a la decisión de la Corte Suprema, llegaron más de 10 mil solicitudes.
Hana, de 31 años, comentó que ella recurrió al suministro anticipado porque vive en Arizona, un estado conservador donde quizás aplicaran la prohibición u otras restricciones, y que es uno de los 19 estados que prohíben el aborto a través de la telemedicina. Hana, investigadora de siniestros de una aseguradora médica, quien solicitó que solo se le identificara por su nombre de pila para proteger su privacidad, comentó que trató de hacer el pedido a Aid Access el día que la Corte Suprema anuló el caso Roe, pero que no pudo entrar al sitio web porque había demasiado tráfico. Finalmente, lo logró dos días después.
Después de que las pacientes llenan los formatos de consulta médica, Aid Access realiza el envío desde el interior de Estados Unidos a las pacientes que se encuentran en los estados que aprueban el aborto a través de la telemedicina, mientras que las pacientes que están en los estados restrictivos, como el de Hana, reciben las pastillas desde una farmacia ubicada en la India. En 2019, la FDA intentó que Aid Access detuviera los envíos internacionales, pero no lo logró. La fundadora de esta organización, la doctora neerlandesa Rebecca Gomperts, mencionó que algunas veces la aduana estadounidense había detenido los paquetes, pero que la mayor parte de ellos llegaban sin problema.
LA CONFIANZA EN LA PALABRA DE LOS PACIENTES SOBRE SU UBICACIÓN
Algunos servicios verifican la dirección IP para cerciorarse de que, durante las consultas para abortos a través de la telemedicina, las pacientes estén en los estados en que esta práctica es legal, pero cada vez más de estos servicios han decidido no verificar la ubicación.
“No ponemos obstáculos como la verificación de la identidad ni la validación del GPS”, señaló Jayaram Brindala, fundador de Abortion Telemedicine. Su empresa organiza videoconsultas en diecisiete estados en los que es legal el aborto a través de la telemedicina y, en el formato de citas, las pacientes tienen que poner dónde viven, pero “confiamos en su palabra”, añadió.
Brindala explicó que algunas pacientes dicen que viven en estados en los que el aborto está restringido y que van a viajar a estados donde este es legal para recibir las pastillas en un domicilio de ahí, al cual la empresa puede enviarlas sin problemas legales.
Pitney, la partera de Aid Access que también administra un servicio con sede en Estados Unidos llamado Forward Midwifery, mencionó que la única información geográfica que solicitaban dichos servicios era una dirección de envío. Solo cuando las pacientes mencionan que están recibiendo la consulta médica desde un estado en el que está prohibido tanto el envío de pastillas como el aborto a través de la telemedicina, les dice que no pueden ofrecerles el tratamiento legalmente y las canaliza a Plan C, un centro de información en internet que da informes acerca de los abortos con medicamentos.
Hace poco, Plan C añadió información sobre “buzones virtuales” con empresas comerciales que reenvían el correo: domicilios en los estados donde es legal enviar las pastillas para luego realizar el reenvío a las pacientes que viven en estados restrictivos. Lo más probable es que las empresas de reenvío no sepan cuál es el contenido de los paquetes que no tienen descripción.
“Se está usando un servicio legal de correo y un servicio legal de telemedicina, también se están recibiendo productos aprobados por la FDA con la prescripción de un médico y los profesionales de la salud cumplen íntegramente con las normas”, señaló Elisa Wells, cofundadora de Plan C, la cual probó a las empresas de reenvío de correos mandando botellas llenas de garbanzos que imitan el cascabeleo de las botellas de pastillas. c.2022 The New York Times Company