‘Puerto Verde’ avanza en Texas. ¿Y de este lado?
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No basta que nuestros vecinos y socios garanticen la construcción de un nuevo cruce internacional para que éste exista. Nosotros también debemos contribuir
La Casa Blanca anunció, el pasado 31 de mayo, la autorización para que se tramiten los permisos que requiere la realización del proyecto “Puerto Verde”, que implica construir un nuevo puente internacional entre Texas y Coahuila con la capacidad para realizar operaciones de comercio internacional las 24 horas del día, gracias a la implementación de tecnología de verificación no intrusiva.
De acuerdo con los datos proporcionados por sus impulsores, se reduciría el tiempo del cruce fronterizo entre Eagle Pass y Piedras Negras, de las actuales cuatro a seis horas a sólo 30 minutos, lo cual implica múltiples beneficios para el comercio internacional.
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Se trata de un proyecto relevante, habida cuenta de que el cruce de mercancías a través de los puentes internacionales entre Coahuila y Texas se ha triplicado desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, lo cual se traduce en que la capacidad actual para procesar dicho tráfico se encuentra rebasada ampliamente.
La autorización liberada por la Casa Blanca no implica aún que el proyecto comience a construirse, sino solamente que se avance a la siguiente etapa relativa al trámite de los permisos correspondientes.
Destacar este dato es importante porque ello implica que aún tenemos tiempo para que, de este lado de la frontera, se avance en la parte que nos toca. Porque no solamente se trata de que en el lado estadounidense haya una aprobación inicial y exista el interés de financiar el proyecto. Adicionalmente es indispensable que nosotros hagamos nuestra parte.
¿En qué consiste eso? Esencialmente en empatar una estrategia mexicana a la existente del otro lado de la frontera. Y eso quiere decir que se definan acciones para aprovechar al máximo el potencial de este proyecto, lo cual demanda inversiones nacionales.
En otras palabras, lo que se requiere es que el Gobierno Federal mexicano, sobre todo, se incorpore con celeridad al desarrollo del Puerto Verde y destine el presupuesto necesario a la realización de las obras de infraestructura necesarias para garantizar su operación.
El Gobierno de Coahuila también está llamado a participar en el proceso de cristalizar este proyecto, pero la responsabilidad central es del Gobierno Federal, pues la construcción de un nuevo cruce internacional, así como la liberación de todas las autorizaciones requeridas se ubica en la esfera de atribuciones del Gobierno de la República.
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Los impulsores del proyecto han dicho que en nuestro país éste “ha sido ampliamente respaldado, lo que asegura el éxito de los procesos en un lapso muy corto”, pero no está claro que el Gobierno Federal se haya incorporado de forma plena a la realización del mismo.
Cabría esperar que, a partir de la autorización revelada de parte del Gobierno de los Estados Unidos, la definición de las acciones necesarias de este lado del Bravo se acelere y empate en intensidad con el avance que ya tienen nuestros vecinos del norte.