¿Qué haría un experto en transporte con el Tren Suburbano de Saltillo si fuera Gobernador?
“Si yo fuera Gobernador” es un ejercicio donde especialistas lanzan propuestas y alternativas a los futuros gobernantes. El gobierno estatal debería plantear soluciones de movilidad que permitan a las personas llegar a las estaciones del tren, como reorganizar la red de rutas de transporte público
Un tren suburbano que conecte Saltillo con Monterrey, e incluso alguna ciudad de la frontera con Texas, sería una excelente iniciativa para mejorar la movilidad de las personas en la región. Los sistemas ferroviarios son conocidos por sus beneficios sociales, ambientales y económicos.
En la región noreste, donde se transporta una gran cantidad de mercancías por carretera, la movilidad de personas en tren sería atractiva siempre y cuando se integre adecuadamente con las ciudades para ofrecer una inter modalidad eficiente y segura que conecte los orígenes y destinos finales de las personas.
La viabilidad de los sistemas de transporte colectivo depende de cuatro aspectos básicos: lo tecnológico, operacional, económico-financiero y organizacional.
En cuanto al factor tecnológico, hay infraestructura construida y material rodante disponible en el mercado, lo que tendría poco impacto en la decisión.
La viabilidad operacional sería un desafío al tratar de compatibilizar los horarios de transporte de pasajeros y mercancías, pero se podría resolver eficazmente con programaciones acordes a la demanda de personas y mercancías o con la construcción de infraestructura que permita la coexistencia y compatibilidad de ambas actividades.
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La viabilidad económico-financiera sería uno de los retos más complejos, no solo por la inversión inicial en trenes e infraestructura, sino por los costos relacionados con la operación y mantenimiento del tren suburbano.
Las preguntas por resolver serán confirmar la existencia de demanda suficiente para mantener una operación financieramente saludable, si el costo del viaje sería competitivo frente a otros modos de transporte y si existirían otras fuentes de financiamiento.
La falta de recursos afectaría la calidad del servicio y es posible que, ante esto, las personas opten por regresar a sus automóviles, lo cual reduciría los ingresos y obligaría a replantear la viabilidad del tren.
Finalmente, en cuanto a la viabilidad del tren, está la parte institucional. Los servicios ferroviarios son competencia del gobierno federal, que puede concesionar la operación y mantenimiento a privados o entidades públicas de los estados.
Bajo esta premisa, ¿cuál sería el papel del gobierno estatal si no puede influir directamente en el modelo de gestión u operación de un tren suburbano entre dos estados?
Es aquí donde el Gobierno de Coahuila, en conjunto con los gobiernos municipales, tiene su mayor área de oportunidad. No en la definición de las características del tren, sino en el esquema de articulación del tren suburbano con el territorio para que las personas que viven en Saltillo, Ramos Arizpe o Arteaga puedan tener acceso a él.
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Es decir, el gobierno estatal debería plantear soluciones de movilidad que permitan a las personas llegar a las estaciones del tren, como reorganizar la red de rutas de transporte público a nivel metropolitano, promover el desarrollo mixto alrededor de las estaciones y a lo largo del corredor, desarrollar estacionamientos disuasorios y mejorar las condiciones de accesibilidad y seguridad vial para peatones y ciclistas.
El éxito del tren suburbano no dependerá solo de su implementación, sino también de una gran cantidad de acciones de planeación y transformación de la ciudad para facilitar que las personas hagan uso de él y que este pueda cumplir su función principal de conectar orígenes con destinos de forma rápida, segura, atractiva y eficiente.