Todos queremos ser felices, pero ¿cuáles son las cosas de la vida que nos ayudan alcanzar la felicidad? La felicidad puede significar tener una carrera exitosa, estar en una relación que desea, ser libre para seguir el estilo de vida que disfruta o tener todo lo anterior al mismo tiempo. Existen 2 pilares muy importantes para lograr poseer un buen bienestar:
1. Una mente sana
2. Estar activo
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Claro que hay mucho más. Nuestras relaciones, el lugar donde vivimos, el trabajo que tenemos, nuestra familia, logros −todo influye en nuestra felicidad−. Pero no es algo que controlemos al 100 por ciento. Por eso me concentro en las tres cosas anteriores y hablaré de cada uno de ellos.
Primero, una mente sana. Esto significa tener la capacidad de manejar sus propias emociones, impulsos y pensamientos. Es difícil ser feliz si no puedes evitar estar ansioso por las cosas más pequeñas. Observo con gran preocupación que la mayoría de los adolescentes y jóvenes busca la aprobación o les importa demasiado las apariencias que pasan por su vida, complaciendo a los demás. O igualmente pasan todo el fin de semana en su recámara viendo su celular o televisión porque no pueden dominar su pereza o depender de las redes sociales o videojuegos.
En otras palabras, tener control de tu cerebro también significa dominar tu propio enfoque. Te conviertes en lo que te centras. Y si dejas que las redes sociales, las noticias u otras personas moldeen tus pensamientos, entonces estarás atrapado en una vida definida por otros. Cuando no controlas tu cerebro, te conviertes en tu mayor enemigo. En nuestro libro “El Cerebro: ¿Mi Mejor Amigo o Peor Enemigo?”, abordamos la importancia de tener un cerebro saludable cuidándolo de lo que lo alimentamos, como pensamientos y emociones. La mente y cuerpo modernos están sobreestimulados y si no los cuidamos los podemos llenar de cosas tóxicas, como ansiedad, depresión, soledad, tristeza, obesidad, apatía y un pobre sentido de vida.
El ejercicio y la buena comida realmente impactan nuestra felicidad y eficacia mucho. La ciencia respalda eso. No necesitas estar en forma de “Iron Man” ni nada. Simplemente hacer ejercicio varias veces a la semana es suficiente. Cuando te falta propósito, todo se siente mal. Veamos lo contrario de ser activo. Eso es cuando sólo hablas, hablas, hablas de las cosas que quieres hacer, pero nunca actúas. Cuando posponemos sueños, deseos y metas sólo perdemos nuestro tiempo. Y esa es una manera profundamente infeliz de vivir.
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¿La solución? Evita ese destino estando activo hoy. ¡Consigue tus objetivos! Llena tu vida con cosas que te den energía. Mantente activo. Y siempre céntrate en las cosas que controlas. Cuando estamos activos eliminamos la preocupación por cosas que están fuera de nuestro control y nos centramos en las cosas que en realidad son importantes. Desafortunadamente, para nuestros hijos las cosas que les importan pueden llenar de ponzoña sus mentes y cuerpos, como el uso excesivo de redes sociales y videojuegos, pornografía, alcohol, alimentos chatarra, flojera para la actividad física, autopercepción de incapacidad, impulsividad para satisfacer en forma inmediata sus deseos, pocas horas de sueño, relaciones sociales tóxicas, aislamiento en sus recámaras, entre otras.
¡Papás! Está en nuestras manos hacer felices a nuestros hijos y no estoy diciendo que la felicidad de ellos dependa de nosotros, sino proporcionando una ambiente familiar seguro, amoroso y firme en estructura, esto fortalecerá el carácter de cada uno y serán capaces de tomar buenas decisiones y elegir bien sus metas.