Tabasco, un vistazo a su gobernanza y cultura
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La primera vez que observé el verde esmeralda que cita Carlos Pellicer sobre la que fue su tierra, de la que se dice en una canción que es un edén, fue en 1991. Tabasco me sorprendió cuando la aeronave iba descendiendo, pues aparecía ante mis ojos el esplendor de su agua de ríos y esteros.
En territorio tabasqueño habitan personas con rasgos físicos que puedo identificar fuera de él en cualquier otro lugar, pero además actúan de manera particular en la política, en la cultura y en lo social; tal vez el calor húmedo, la exuberancia y el sempiterno canto de las aves durante los atardeceres y amaneceres hagan la diferencia; quizá la mezcla genética de los descendientes de olmecas y razas que fueron habitando un lugar que sigue siendo un paraíso.
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En Tabasco, desde hace casi 20 años, un puñado de universitarios de la UJAT, comandados por el doctor Eduardo López-Hernández, se dedican a hacer el bien a la comunidad chontal de Olcuatitán, Nacajuca, en el segundo centro holístico que se creó por la Fundación Mundo Sustentable desde la filosofía del Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales (FLACAM), que sigue presidiendo el doctor Rubén Pesci desde La Plata, Argentina.
En Olcuatitán sus pobladores están de fiesta porque a partir de un diseño arquitectónico se construirá un centro holístico propio, ya que por años se han rentado viviendas para contenerlo, y ahora sobre un terreno que donarán a Mundo Sustentable las autoridades tradicionales en acuerdo con las autoridades municipales de Nacajuca, será posible el surgimiento de un nuevo faro y crisol de cultura para la conservación del patrimonio integral. Esto habla de gobernanza.
Aumentando la visión de gobernanza del Centro Holístico Yocotán se suma ahora la Coordinación de Cultura Popular, Indígena y Urbana, de la Secretaría de Cultura federal, ya que paralelamente a los talleres de lengua materna, nueva masculinidad, agricultura orgánica, artesanía, música y danza, los chontales podrán disfrutar de las bondades de maestros de una Unidad Regional de esta dependencia federal que fortalecerán su identidad originaria. Entonces en este ejercicio de gobernanza en acción se han articulado una universidad, una organización no gubernamental, autoridades locales y tradicionales, además de una instancia federal.
Este tipo de ejercicios no son menores, pero sí deberían replicarse, aunque por lo pronto estaremos impactados por el maremoto de spots, promocionales y mensajes, buscando likes de los candidatos federales, estatales y municipales de los partidos convencionales, del partido que amasó los resabios de izquierda y derecha, y de los partidos satélites, que espero pierdan de una vez por todas la posibilidad de que sus dueños sigan viviendo del erario.
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Un joven taxista me compartía en un trayecto de mi casa al aeropuerto que no podía entender la cantidad de carretadas de dinero que se gastan en las campañas políticas, cuando “ya se sabe” quienes ganarán.
Afortunadamente hay gestiones como las que comparto sobre el Centro Holístico Yocotán que inspiran; y en la fulgurante Chontalpa, que sobrevive pese a la extracción por décadas de la energía no renovable de su subsuelo, gozo la posibilidad de convivir con las alegres tabasqueñas y los irreverentes tabasqueños degustando pejelagarto, caldo de robalo y empanadas tabasqueñas en la Palapa Jazmín.