Tesla no va a llegar a Nuevo León: ¿cuáles son las consecuencias?

Opinión
/ 10 mayo 2024

Esta semana se ha estado hablando mucho sobre Tesla, la empresa constructora de automóviles de Estados Unidos. El tema se ha centrado en que todo indica que no llegará a México, en específico a Nuevo León, para desde allí construir y surtir el millón 200 mil autos que alguien dijo que se producirían para América Latina. Se suponía que para noviembre de 2023 ya estarían fabricando al menos la mitad de los autos citados que valdrían 25 mil dólares. Como muchas cosas en la actualidad en nuestro país, no pasó nada.

Sin embargo, a partir del anuncio por allá de marzo de 2023, pasaron tres cosas importantes para la economía de la región cercana a la potencial ubicación de la empresa: a) distorsión del mercado de los bienes y raíces; b) distorsión del mercado laboral; y c) distorsión del mercado financiero y de negocios. Algunos otros factores se vieron alterados pero en general, los mencionados ocupan, bajo mi perspectiva, más del 80 por ciento de las transformaciones económicas que estamos viendo en la región centro y sur de nuestro estado. Además, éstas tienen el mayor impacto en cuanto a la transformación del sistema económico y cuyas consecuencias estamos viviendo actualmente.

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Para comenzar, el mercado de bienes y raíces (a) sufrió uno de los cambios más vertiginosos que se hayan dado en este sector en la historia de todo México, quitando la zona metropolitana de la ciudad y el Estado de México que, por su naturaleza, siguen en evolución. Los precios de casas y terrenos a la venta subieron, de acuerdo con corredores inmobiliarios, entre un 40 y un 50 por ciento. Las rentas cuando menos un 30 por ciento.

El efecto “Tesla” como se le ha llamado a este fenómeno a nivel de los medios de comunicación regional (que comprende a Coahuila y Nuevo León), transformó el mercado de manera importante porque generó hasta un proceso de gentrificación en varias partes del área metropolitana de Saltillo y del área metropolitana de Monterrey. Esto es, el propio fenómeno hizo que una parte de la población, sobre todo la de menores recursos, tuviera que salir de las áreas de mayor incremento en precios simplemente porque ya no podían pagar las rentas o como en el caso de algunas parejas de jubilados, era más rentable irse que quedarse. Sí, al dejar su casa la podían rentar un 50 por ciento más caro, si se iban a otras ciudades de menores costos de vida como Matehuala (en SLP) por citar un par de casos, tendrían una ganancia que al agregarse a la pensión les daría un ingreso mayor y desde luego una mejor calidad de vida. El efecto Tesla, llegó a tener tanto impacto, que grandes secciones de manzanas en las ciudades fueron desocupadas por personas mayores y tomadas por personas muy jóvenes que venían a buscar oportunidad de trabajo en esa empresa o con sus proveedores.

La distorsión en el mercado laboral (b) también fue severa, tanto la oferta de mano de obra, como en la demanda de ésta. La cantidad de personas que estaban en proceso de cambio de trabajo cuando se anunció que la empresa venía, lo pararon para ver “nuevas y mejores oportunidades”. Para las empresas contratantes esto fue un golpe terrible porque no alcanzaban a contratar todas sus necesidades de personal y empezaron a batallar para alcanzar sus metas.

Mientras esto pasaba entre los meses de abril y mayo de 2023, el Gobierno de Nuevo León publicitaba a más no poder su “éxito” y en Coahuila también se festejaba este “logro”. En consecuencia, personas de diversas partes del país llegaron a vivir a Nuevo León y Coahuila a la espera de encontrar trabajo en la nueva planta. Si se esperaba que se contrataran 5 mil trabajadores como se dijo desde el principio, y ni en Nuevo ni en Coahuila había suficiente mano de obra, la inmigración sería algo positivo y ayudaría al crecimiento económico de ambos estados.

Llegó más gente, eso sí, pero no llegó ni la empresa ni los servicios públicos, ni la disponibilidad de vivienda. Esta inmigración que también se dio en Coahuila, principalmente en la zona de Saltillo, creó cuellos de botella en vivienda, colegios y centros de atención a la salud, que hasta hoy se mantienen, no al mismo nivel pero siguen ejerciendo una fuerza inflacionaria importante.

Se calcula que solo un 10% de los migrantes tuvieron que regresar porque la falta de mano de obra ya presente y a pesar de Tesla, generó oportunidad para absorber a esa nueva población. Coahuila generó en 2023 cuando menos 80 mil empleos que fueron cubiertos en parte por este proceso migratorio. Para este año, todavía sin Tesla, se espera que se generen aquí cuando menos 90 mil empleos debido al nearshoring.

Finalmente, en lo que respecta a la distorsión financiera y de negocios, el efecto Tesla creó una burbuja de precios, todo subió aquí en nuestra ciudad, desde colegiaturas en colegios privados (porque como llegaba Tesla, llegarían más familias con niños y había que apartar lugares si se quería), rentas de casas, surgieron una gran cantidad de negocios dedicados a la limpieza de hogares y oficinas, subieron de precio hasta los gimnasios porque llegaba Tesla.

Empezaron a construirse una gran cantidad de plazas comerciales con cobros por arriba de 20 mil pesos por 16 metros cuadrados de locales en renta, florecieron las financieras para préstamos tanto personales como a gente que quería emprender. El argumento era: “Ahora que llegué Tesla hay que estar preparados”, nunca entendí exactamente para qué se quería preparar con dinero pero sin un negocio determinado y sin tener la seguridad de que llegaba Tesla. Sin embargo, mucha gente se quedó literalmente con dinero atorado.

Esto lo confirma el dato del indicador trimestral de la actividad económica, que mide simplemente las transacciones económicas, no es un indicador de crecimiento, y que nos dice que el estado decreció 1.7 por ciento. Esto nos muestra que hay una cantidad importante de dinero “atrapado” en el sistema económico. Los primeros compradores de terrenos, de viviendas o que pusieron un negocio que intentaban vincular con Tesla, el día de hoy no funciona en nada como lo planearon y sus recursos están atorados en terrenos, casas o negocios y que muy probablemente pagaron el doble de lo que podrían venderlos hoy. Así que ese dinero está parado, sin generar, sin poder reinvertirse en algo que multiplique su valor. Ese está siendo el costo de los que intentaron especular con tierra. Los que tienen viviendas estarán al menos recuperando su inversión en el mercado de rentas, y para otros negocios solo pérdidas. Basta ver que en las plazas comerciales hay muchos lugares vacíos y hay algunos que han tenido hasta tres o cuatro negocios en el mismo local sin alcanzar el éxito.

Tesla vino a generar un gran alboroto en el sistema económico regional, tristemente sin fundamento porque al parecer la empresa nunca tuvo intenciones reales de abrir una planta en México. Por lo pronto ya sabemos que cuando menos en 3 años no habrá nada de la empresa en México. No hay que dar por cierto lo que dicen algunos políticos, eso dicen los otros datos.

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