Tesoreros importados, el caso de Javier Villarreal y los 5 mil millones de pesos perdidos

Opinión
/ 7 diciembre 2025

En la historia reciente de Coahuila hemos tenido tres tesoreros, o como se les designa ahora, secretarios de Finanzas, nacidos fuera del estado, quienes realizaron su actividad en los gobiernos de Óscar Flores Tapia, Eliseo Mendoza Berrueto y Humberto Moreira/Jorge Torres; nos referimos, respectivamente a: Miguel Ángel Morales, Jesús García y Javier Villarreal Hernández.

Miguel Ángel Morales. Originario de la hoy Ciudad de México, todo indica que llegó a la entonces Tesorería General del Estado, por recomendación del presidente Echeverría, pues en ese tiempo, don Adrián Morales, padre de Miguel Ángel, era propietario de una imprenta en la que se elaboraba buena parte de las publicaciones del que fuera secretario de Gobernación, y luego Presidente de la República.

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Durante su gestión, se pagó la deuda heredada por el gobierno anterior, al liquidarse, —de acuerdo a la versión oficial-, 72 pagarés de 6.5 millones de pesos cada uno. La gestión de Miguel Ángel se facilitó por el generoso y desordenado aumento en el gasto público durante el gobierno de López Portillo, debido al elevado precio del petróleo.

Jesús García. Originario del estado de Veracruz, todo indica que se relacionó con Eliseo Mendoza Berrueto, cuando el político lagunero fue líder de los diputados priistas en la Cámara de Diputados. Su gestión padeció “la cruda financiera” que le dejó su antecesor, “El Diablo” de las Fuentes, en cuyo sexenio las finanzas estatales sufrieron el mayor retroceso de los últimos años; de hecho, el periodo entre 1981 y 1993, ha sido el peor en materia presupuestal en Coahuila.

Como ejemplo de lo anterior, al tomar posesión Eliseo Mendoza, el presupuesto que manejó en pesos constantes, fue igual al ejercido en 1978 por Flores Tapia. Por consiguiente, no hubo obra pública, y su gobierno transcurrió con fuertes limitaciones financieras. Jesús García pasó sin pena ni gloria, pero al menos, el gobierno no se endeudó.

Javier Villarreal Hernández. Oriundo de Tamaulipas, llegó a Coahuila ocupando puestos menores en el organigrama estatal, sin embargo, por ciertas razones, ascendió a la titularidad de la Secretaría de Finanzas en 2008 a la salida de Jorge Torres. Ahí comenzó a desplegar un poder creciente, asumiendo en 2010 la Secretaría Ejecutiva del Servicio de Administración Tributaria del Estado de Coahuila, el SATEC.

Fue en este organismo donde se contrataron los créditos bancarios multimillonarios, que dieron origen a la deuda que sigue afectando las finanzas estatales. La creación del SATEC tuvo como contraparte la subordinación de la secretaría de Finanzas, en lo que fue de hecho un golpe de estado. Ahora se sabe que la deuda no se registró en los presupuestos oficiales de esos años; se manejó en una segunda pista, hasta que estalló el escándalo.

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Para tener una idea del quebranto ocasionado, estimamos que mientras el impacto del huachicol fiscal representa el 1.8 por ciento del PIB de México, la deuda generada en el “Gobierno de la Gente”, llegó a representar el 7.6 por ciento del PIB estatal. Villarreal ostentó un gran poder. ¿Cómo fue su relación con el Tesorero Víctor Zamora?

De los tres financieros importados, quien dañó las finanzas de Coahuila, fue sin duda alguna Javier Villarreal, que fue detenido en 2011 -¿se trató de una simulación?-, acusado de utilizar documentos falsos para obtener créditos, pagó fianza y se fugó a Estados Unidos, donde espera sentencia. ¿Dónde quedaron los casi 5 mil millones de pesos que Javiercito desvió? ¿Para qué traer gente tan negativa al estado, siendo que aquí hay personas capaces de manejar nuestros dineros?

Hablando de la Secretaría de Finanzas, hay que mencionar la trayectoria profesional y eficiente, que desplegó durante varios sexenios el que fuera cajero de la dependencia; nos referimos Manuel Rodríguez, ejemplo para los servidores públicos.

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