Totolac: Los tlaxcaltecas y la colonización el norte de la Nueva España

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Los tlaxcaltecas −hábiles políticos− llevaron su identidad y culturizaron sitios que desconocían. En aquel Totolac del que partieron se ubicaban los señoríos de Ocotelulco, Quiahuiztlán y Tepeticpac
En la actualidad Totolac, Tlaxcala, es un municipio que cuenta con 20 mil habitantes, ubicado en un sitio donde geográficamente dialogan pequeños cerros y planicies. En 1591, de la explanada del Convento de las Nieves −ubicado en ese lugar y de la cual se conservan solo ruinas− salieron las míticas 400 familias a colonizar el norte de la Nueva España gracias a las Capitulaciones que fueron firmadas ese año por las autoridades virreinales.
Fue una diáspora en la que los tlaxcaltecas −hábiles políticos− llevaron su identidad y culturizaron sitios que desconocían. En aquel Totolac del que partieron se ubicaban los señoríos de Ocotelulco, Quiahuiztlán y Tepeticpac. Tizatlán, otro de ellos, se localizaba cerca de aquel fragmento de tierra. Digamos que eran cuatro poblaciones gobernadas independientemente por un líder, pero sus familias tenían un parentesco ineludible proveniente de orígenes olmecas-xicalancas.
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Una delegación de noventa totolaquenses salió de su municipio para visitar en Nuevo León a dos de origen tlaxcalteca: Ciudad Guadalupe y Bustamante. Encabezados por su joven alcalde Benjamín Atonal Conde hicieron honor a la fama que los precede de ser la cuna del pan de fiesta. Por cierto, llegaron cargados de este delicioso pan que disfrutaron muchos paladares norteños.
El viernes 14 de marzo firmaron un hermanamiento con Ciudad Guadalupe en sesión solemne de Cabildo, en la que síndicos y regidores guadalupenses se ataviaron con atuendos formales negros, mientras que los tlaxcaltecas portaron camisas sport blancas con los logotipos de su terruño.
La secretaria Laura Paula López Sánchez condujo la ceremonia en la que se regalaron bellos obsequios, entre los que destacaron un bastón de mando ricamente elaborado en madera y pequeñas esculturas que rememoran la silueta del Cerro de la Silla. El alcalde Héctor García García declaró que la mayor parte de este cerro se encuentra en territorio guadalupense.
Posterior a la sesión de Cabildo, los alcaldes hermanos develaron la “Huiltota de la Paz”, del escultor tlaxcalteca Samuel Ahuactzin, haciendo un grupo de infantes vestidos de blanco un conteo para señalar el momento de la develación. La hermosa escultura quedará para la posteridad en la plaza de armas. Esta es la cuarta de su tipo en México y fue donada por la fundación Mundo Sustentable A.C.
Después se llevó a cabo un ritual prehispánico para saludar a los cuatro vientos con el sonido de un atecocolli (caracol de mar) y las instrucciones de un guía. Los eventos del día culminaron con danzas locales de matlachines y con unas espectaculares danzas tlaxcaltecas.
Ayer, esta preciada delegación estuvo en Bustamante, cuyas raíces directas están en San Esteban de la Nueva Tlaxcala, pueblo gemelar de Santiago del Saltillo, hoy Saltillo, Coahuila.
El alcalde de Bustamante, Mario Reséndez Garza, y su cabildo recibieron “como Dios manda” a los tlaxcaltecas, quienes participaron en la sexta edición del Carnaval de San Miguel de Bustamante. Este evento, por cierto, fue memorable, pues participaron delegaciones de China, Bravo, Salinas Victoria, Villaldama y Lampazos. Desde luego, los bustamantenses hicieron gala de su alegría: niños, jóvenes y adultos mostraron la razón por la que su municipio es conocido como uno de los mejores anfitriones del país.