Tour culinario: De Coralillo al Dublín

Opinión
/ 18 marzo 2025

Coralillo

Hemos recorrido imaginariamente varios sitios y calles del Centro Histórico. La calle de Bravo es emblemática, ya sea por su casonas, porque por ahí bajaba Agustín Jaime, porque la Catedral se ve hermosa desde este punto. A pesar que han talado árboles y los enjambres de desolados paisajes de antenas y de cables le quitan visibilidad, su historia y su belleza siguen de pie.

Coralillo se ubica en una casa antigua de este circuito histórico. Con una reconstrucción arquitectónica como pocas en el primer cuadro de la ciudad. Sus propietarios, la chef Ilse y el chef Eduardo, mejor conocido cómo “Yuyo” hicieron de las ruinas una obra contemporánea magnífica.

Con la belleza que caracteriza al desierto coahuilense, colocaron esta arena blanca que nos lleva a las dunas. Con una excelente curaduría de cactáceas, detalles de “cuacha” de la región en sus acabados.

Su estilo minimalista da pie a poder disfrutar de la excelente mixología que caracteriza al también propietario de “La Puerta al Cielo” —ya hablaremos de sus imperdibles tacos de chilaca y “la colorada”, Lucifer y sus mezcales—.

Pioneros en el 25000, se han encargado de ofrecer una gran oferta gastronómica y de excelentes tragos y mezcolanzas llamadas Dricks.

Siempre que pienso un Negroni recomendado por Anthony Bourdain sin duda Coralillo es el lugar. Pocos sitios he probado unos mejillones tan espectaculares al vino blanco o un brillante ceviche de carne seca con un cremoso de camote imperdible.

La remodelación cuenta con un testigo. Es la huella del tiempo de el adobe que resalta en medio de sus paredes ahora lisas y pulcras, es resaltar la memoria de la casa.

En forma de luna llena, sol, círculo, ciclo o como lo guste ver o sentir es un placer arquitectónico de adobe que vio nacer el sitio y se queda para dar fe de su origen. Un aplauso a los arquitectos que remodelaron y al gusto de sus propietarios . Sin duda una opción muy diferente que amarás cuando vayas .

Igual que el placer de probar los mejores mejillones al vino blanco que he probado en la ciudad y qué decir del ceviche de carne seca con unos chopos de cremoso de camote.

Su cocina expuesta bien diseñada a la vista de los comensales.

Busque sus redes ya que hay días con música DJ y es excelente para reuniones. Cuenta también con privado con cava que deja desnudos los orígenes de la propiedad. Climatizado y una selección de vinos muy propia a su fino gusto.

Bravo 320.

Dublín

Y como buenos vecinos una joyita del tiempo y de gran trayectoria en el Centro, es El Dublin .

Está misma en la esquina de Bravo, pasando Coralillo y enfrente de Las Delicias de Mi General. ¿Amante de la buena cerveza? Pues no puedes perderte disfrutar de este espacio adaptado de igual forma en una casa tipo colonial.

La comida es para de verdad disfrutar de música en vivo con bandas locales. Jorge Molina es el propietario, que en realidad por su característica barba podría ser el personaje místico de este sitio, tan querido en la memoria de todos los que fielmente fuimos durante años los miércoles a disfrutar de Los González en la calle de Zaragoza en otro edificio espléndido.

Sus buenos tragos también lo hacen característico. Javier, su barma, ¡es otra cosa! Tan entusiasta, disfruta tanto servirte un brebaje que te contagia a seguir en la barra pidiendo sus mezclas. Guinness, cerveza de la casa, y también cuentan con cervezas conmemorativas de temporada .

La fuente de los deseos al centro del patio principal, acompañada de un mural padrísimo, con duendes y toda la temática que hace que está casa luzca sus cualidades arquitectónicas. Su botana Irlandesa, es solo para duendes conocedores, que con sus cervezas y ambiente te invitan a disfrutar de los pocos “pub” en la ciudad.

Como buen observador la puerta es una belleza, ahora teñida de rojo, la fachada con este verde sobrio y su iluminación si te andan llevando a Irlanda. Algo que caracteriza mucho a este sitio es su apoyo a bebidas locales como es el caso de Desierto Calavera, donde hace acto de presencia otro grande, la mixología de Francisco Noriega, alias, ”El Hulk”.

Mezclan, crean, se apasionan por crear siempre algo innovador. Hay más botanitas a la carta que puedes pedir y que son muy cumplidoras y para justamente poder disfrutar de su mixología y buenas cerveza . El Dublin siempre tendrá su tribu que lo seguimos no solo desde la calle de Zaragoza, pues también estuvo en la calle de Allende, donde hoy es La Taberna.

Es un lugar mágico qué aparece y desaparece y siempre volverás. Sigue su cartelera en FB e Instagram. Bravo 310.

¡Vive Tu Centro! Y recuerda ya están abiertas las calles. ¡Camina! Ponte el tenis y a disfrutar del 25000.

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