Variaciones para un país en ruina
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En este país, el más aguantador de la historia, debido a su subsistencia a través de los siglos de gobiernos entregados al saqueo y la corrupción como constante, nuestro México ha sobrevivido, sin embargo los símbolos de un agrietamiento del régimen de pseudoizquierda que ya va por el segundo sexenio, avizoran un nuevo escenario más cruel que el sucedido entre 1976 y 1997, en pleno régimen de la revolución institucionalizada.
PRIMERA.- El evidente acuerdo de AMLO con Peña y dos grupos del crimen organizado a efecto de establecer la plataforma de la mentada 4T, que en realidad se demuestra que es la 2T ( PRI-PRD y PRD-MORENA), desde diciembre de 2018 le dio resultado al nuevo gobierno, por un lado para arribar al poder sin impugnaciones, y por el otro asegurando las elecciones intermedias y las de 2024, amén de las gubernaturas a favor de su movimiento económico (no puede ser catalogado de otra manera), de tal manera que fue colocada Claudia Sheinbaum sin problemas, pero con un pesado lastre en su administración.
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Bien, en un lapso de dos semanas, los problemas presentados al régimen generan la más grande crisis política de la llamada izquierda mexicana que repercute no solamente en la imagen de la Presidente, sino el notorio descontrol del gobierno que desde hace 7 años enseñó sus fauces al pueblo “sabio y bueno” que puntualmente recibe subsidios y asunto arreglado (la fórmula fue aprendida del PRI, solo que estos la quintuplicaron).
Arrancando con la tragedia de las inundaciones de Hidalgo, Veracruz y Puebla, lugares en donde la muerte llegó por el agua y en los que la respuesta del gobierno, tanto estatal como federal, apenas viene llegando por los efectos de arrebatar el dinero del Fonden para gastarlo en elecciones; siguió el paro indefinido de trabajadores del SAT; la reclamación de médicos del sector salud por la falta de medicamentos; el paro de agricultores del maíz en la búsqueda de precios justos y retributivos; los cañeros que tomaron las oficinas de Agricultura; la protesta de la CNTE y rematando con el asesinato de Carlos Manzo y la cínica respuesta del gobierno.
El resultado se resume en un descontento a lo largo de la nación y una gran decepción de los otrora fans de Morena, ante quienes han dejado de manifiesto que lo que les interesa es la vida cómoda y el aseguramiento de sus próximas tres generaciones, la lana manda y no hay otra.
SEGUNDA.- Es a partir del asesinato del alcalde de Uruapan cuando se enciende la chispa de un movimiento juvenil que anidaba en las redes y que este sábado se hace realidad, es decir, pasa de lo virtual a lo perceptible.
La calavera y el sombrero se unen en el símbolo de la generación Z, al igual que en 1968, cuando los jóvenes franceses aparecieron en mayo de ese año para escupir al gobierno sus verdades cuando era necesario que la verdad surgiera de las cloacas a donde el gobierno la había enviado.
Descalificado por la Presidente, tachándole de un intento de bots (así llaman a los programas repetitivos del internet dominado por las máquinas) y etiquetándole de derechistas, el solo anuncio de la marcha para noviembre 15, trajo consigo el desasosiego del gobierno a tal grado que no solamente colocaron vallas alrededor de Palacio Nacional, sino también gaviones en las calles aledañas al Zócalo. De ese tamaño es el miedo que me hizo recordar el corral de la ignominia que resguardaba al ogro gerente de Coahuila de triste memoria y que hoy es senador de mentiritas.
Un tema que puede desbordar traducido al mensaje de una sociedad que se hartó de la simulación, las cajas chinas, las dobles agendas y la corrupción de un régimen que resultó más sinvergüenza de los que ya tenían el récord y de quienes aprendieron las mañas.
Los jóvenes son la verdadera esperanza al encabezar un futuro que puede ser de una mejor sociedad o una peor todavía, pero al fin de ellos.
Un nuevo 68 puede ser desplegado a partir de este día y un nuevo camino también para que de una vez por todas podamos ver los rostros detrás de esas máscaras maquilladas de demócratas.
Recordé a Mercedes Sosa y su “corazón de estudiante”: “Corazón de estudiante / Hay que cuidar de la vida / Hay que cuidar de este mundo / Comprender a los amigos / Alegría y muchos sueños / Iluminan los caminos / Verde, planta y sentimiento / Hoja, corazón, juventud y fe”. Dejad entonces que surja el puño y la rosa.