Ventilarse, hidratarse y activarse en tiempos de calor
Es la conjugación de los verbos en tiempo de calor.
Algunos abren ventanas y sólo entra aire caliente. Otros hacen girar ventiladores. Disminuye así la sudoración. Prefieren aquellos quedarse con mínima o excluida indumentaria después de un duchazo frío. No pocos invierten en aires acondicionados para tener clima en conserva.
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Y en eso de hidratarse, se abren cervezas en sucesivos tragos fríos o se frecuentan termos de agua fresca. Los cafeteros no le cambian a su habitual encafeinamiento que quema lengua y raspa garganta.
Activarse resulta verbo de ardua conjugación cuando el cuerpo pide inmovilidad perezosa y flácida, de ojo cerrado y posición descansada. Se requiere drástica energía para incorporarse y no pensar, sino dar los primeros pasos de la acción con mente en blanco.
Lo más victorioso es poder desvincularse de la sensación que quiere tomar el volante y no hacer caso de sus reclamaciones, de sus exigencias y de sus quejas hasta que quedan vencidas y domesticadas.
Es ocasión de buen entrenamiento el tiempo de calor para decisiones inteligentes y poderosas en que resultan obstáculos vencidos y esfuerzos eficientes.
Después de los frentes cálidos de días recientes, uno piensa que el adelanto en estos meses no es sólo político, sino también meteorológico. Así ya se despidió la primavera con 45 grados Celsius, acomplejando al recién llegado verano que tiene que preparar su auténtica canícula de máximo calor muy pronto.
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EL APRENDIZAJE DE LA UNIDAD
Siempre ha tenido el riesgo la unidad de que la confundan con la unicidad. Se menosprecia y se teme la multiplicidad como un riesgo. Solo se acepta la rigidez de lo único.
También se confunde a la unidad con la uniformidad. Es otra forma de querer borrar diferencias. Todo ha de ser único. No puede haber multiplicidad.
La belleza de la unidad es que admite lo múltiple y lo diverso, cancelando la exclusividad y subrayando la complementación. Es como la unidad de los dedos de la mano que, precisamente por sus diferencias, pueden convertirse en recio puño defensivo.
Tanto en los encuestados pretensos, dispuestos a coordinar desde una candidatura, como en quienes inicien campaña en tiempo legalizado, se tiene que emprender esa aventura de las preferencias que desembocarán en una propuesta concreta apoyada por mayorías. Lo decisivo será la calidad ciudadana que muestre los que participan en el sufragio.
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LOS AJUSTES ESENCIALES
Es lo más sabio en tiempo de transferencias y de transformaciones.
Cuando se hacen recambios y sustituciones. Cuando parecen terminar ciclos e iniciarse nuevos. En situaciones de rupturas y continuidades.
El discernimiento es capaz de descubrir, más allá de lo urgente y lo importante, lo que es verdaderamente esencial, constitutivo, visceral y configurativo. Entonces es posible progresar conservando y conservar progresando. Avanzar sin tropezar, mantener sin retroceder.