Acusan a Claudia Lizaldi, conductora de MasterChef por estafa en Mérida; así responde
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La conductora y actriz Claudia Lizaldi desmiente tajantemente acusaciones de estafa, maltrato y amenazas vinculadas a su participación en el proyecto Casa Consciente, y anuncia que emprenderá acciones legales por difamación
Desde que aparecieron señalamientos en redes y medios sobre una supuesta estafa, Claudia Lizaldi recurrió a sus redes sociales para publicar un contundente comunicado emitido por su equipo legal. En él afirma: “mi representada ha sido objeto de publicaciones malintencionadas y difamatorias en las que se utiliza su nombre e imagen sin autorización, con evidente intención de dañar su reputación personal y profesional”, y adelanta que demandará a quienes la difamaron, incluyendo a los medios que replicaron dichas acusaciones sin comprobar los hechos.
Las versiones sugerían que Claudia habría incurrido en fraude al participar en Casa Consciente, un proyecto en Mérida que combinaría un espacio holístico, tienda, restaurante y consultorios, y que al salir dejó deudas y un ambiente tóxico. Incluso se filtró una supuesta advertencia amenazante: “no te conviene verme enojada”.
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Sin embargo, la conductora aclara que su rol fue únicamente como inversionista, que se retiró por diferencias éticas con sus socios y que su salida fue pactada para recuperar lo invertido, aunque admite que aún no ha recibido lo correspondiente.
En cuanto a su mudanza de Mérida, la periodista y chef explicó que fue una decisión meditada, anunciada en abril, motivada por razones personales y profesionales. “Me voy tan feliz y agradecida de Mérida, me voy enamorada de su gente. Mis hijos y yo ya somos parte yucatecos”, señala en el comunicado, enfatizando que su partida no guarda relación alguna con el escándalo que se divulgó.
Con firmeza, Lizaldi hace un llamado a medios y plataformas para que se abstengan de reproducir contenidos sin verificación, y advierte que quienes incurran en difamación “tendrán que asumir las consecuencias legales correspondientes”. Su estrategia legal incluye demandas por daño moral y difamación, tanto contra individuos como contra los medios que difundieron los señalamientos.