Con ‘Tzompantli’ el artista Isidoro Max explora la ‘singularidad’ de la muerte en el Museo de Artes Gráficas
La exposición que se inauguró en el marco del Día del Muertos usa la técnica de la monotipia para crear una serie de cráneos, que instalados sobre el muro alude al antiguo altar mesoamericano donde exhibían cráneos
El tzompantli era una estructura que algunas de las antiguas culturas mesoamericanas usaban para exhibir los cráneos de las víctimas de sacrificios humanos para los dioses. Utilizando la gráfica, el artista Isidoro Max creó una imagen similar en la exposición homónima, que convirtió uno de los muros del Museo de Artes Gráficas en un espacio para reflexionar sobre la vida y la muerte.
Inaugurada en el marco del Día de Muertos y del festival de actividades culturales “El ciclo eterno” de la Secretaría de Cultura de Coahuila, esta muestra gráfica que estará en exhibición lo que resta del año, utiliza monotipos —impresiones únicas de un mismo grabado— como punto de partida para su propuesta.
“Yo retomo la práctica del Tzompantli para poder transformarlo a mensajes y experiencias de vida. Es decir cada una de las calaveras es única y da la libertad a que en la creación de cada obra descubras diferentes temas referentes a la vida”, compartió el artista entrevista con VANGUARDIA.
La muestra fue producida en el taller de gráfica Elena Huerta, dentro del mismo MAG, donde Isidoro pudo experimentar con el grabado, interviniendo sus impresiones con elementos botánicos como hojas, o creando composiciones que aluden al ciclo de la vida, a temas universales y a experiencias propias.
“Mi inquietud es este misterio de a dónde vamos, hacia dónde estamos destinados a ir. No solo en la materia, sino también en el lado espiritual, porque hay muchas respuestas y esta es una tesis, para mí, sobre el sentido de la vida”, agregó.
En la serie mantiene su estilo, herencia directa de la maestra Angélica Villarreal, con quien se formó en la Escuela de Artes Plásticas —hoy Facultad— de la UAdeC, donde las líneas están inquietas, mantienen el movimiento constante y el flujo nunca se detiene, como la vida misma.
“Parte de las referencias son el colectivo imaginario que existe en México, esta apropiación de las calaveras, que no les damos un sentido meramente fúnebre, sino más artístico, más tradicional. Surgen desde mi interior, desde mi concepción propia de esa imagen, utilizo elementos orgánicos como hojas, que uso en aproximadamente cinco de estas calaveras”, explicó.
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Como una invitación a inspeccionar cada obra, dejarse llevar por el movimiento y el color, así como por la simbología que cada cráneo ofrece, “Tzompantli” es la propuesta artística más reciente de este artista coahuilense, a quien puedes seguir en Tik Tok, Facebook, Instagram y hasta Youtube como Isidoro Max.
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