De Japón a México: Carmen Ávila presenta en Saltillo su libro ‘El vuelo de las grullas’
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La novela de ficción histórica cuenta la vida de un hombre que sobrevive a la Bomba Atómica y ofrece un retrato de la cultura nipona
La galardonada escritora coahuilense Carmen Ávila, quien actualmente radica en Francia, visitó en días pasados su natal Saltillo, donde además de presentar una traducción que hizo de las obras “Una temporada en el infierno” e “Iluminaciones” del poeta francés Arthur Rimbaud, también hizo lo propio con la novela que le granjeó el Premio Nacional de Novela y Poesía Ignacio Manuel Altamirano en 2024.
“El vuelo de las grullas” (Textofilia, 2025) es una novela de ficción histórica sobre Yasushi, un joven que sobrevivió a la Bomba Atómica durante la Segunda Guerra Mundial y cómo este hecho, además del trauma mismo del atentado, afecta su vida, así como los atisbos de esperanza que le permiten seguir adelante.
El libro se presentó el pasado jueves en el Centro Cultural Casa Purcell en coordinación con el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo y los comentarios de Alejandro Tomatsú, colega y amigo de la autora quien recalcó la gravedad del ataque que marca a la novela y su pertinencia en el contexto geopolítico actual, que además se enmarca en el 80 aniversario de ese atentado nuclear.
“A veces parece que la cultura japonesa es muy lejana, pero no es cierto, creo que la cosmovisión que tenemos en México, sobre todo la antigua, prehispánica, no la occidental, es muy parecida a la que tienen en Japón y eso se refleja en los libros, la importancia de los ancestros, de la madre, el cariño de la abuela, cómo nos adoptamos unos a otros para salir adelante”, expresó Tomatsú durante su intervención.
Al tomar la palabra, Ávila recordó que el libro fue posible gracias a un intercambio cultural auspiciado por el Gobierno de Japón que realizó en 2011 a bordo del Barco Mundial de la Juventud, donde además de conocer a más de 250 participantes de todo el mundo, también tuvo la oportunidad de ser alumna del antropólogo Yasushi Kikushi, quien sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. Sus memorias se convirtieron en la materia prima de la novela que también ilustra un retrato de la cultura nipona.
La autora también abrió el espacio para conversar con el público reunido en el centro cultural, donde destacó una intervención de una mujer descendiente de japoneses, quien celebró la publicación de esta historia en un país como México, donde existe una población significativa de inmigrantes japoneses y comunidades nikkei. Al mismo tiempo apuntó que, desde su consideración, las culturas actuales de México y Japón sí son muy diferentes, sobre todo en lo que respecta a la concepción del respeto, la disciplina y otros valores.
“Si bien los japoneses cometieron atrocidades fue un exceso lo de las bombas atómicas [...]”, expresó más adelante Ávila y señaló que aunque el libro también se escribe desde una preocupación por las tensiones políticas en el mundo, está atravesado por una historia de amor y pensado y escrito para un público juvenil, lo que su público también celebró al considerar que no solo acerca a los jóvenes a la literatura, sino también a esta parte de nuestra historia.