El Antiguo Egipto y su visión de la muerte
COMPARTIR
Los antiguos egipcios creían que al morir, el alma abandonaba el cuerpo y solo volvía a él una vez fuera enterrado correctamente.
Dicen que los antiguos egipcios creían que al morir el difunto abandonaba el cuerpo y solo volvía a él una vez fuera enterrado correctamente. Una vez preparado podía ascender a la vida en el Mas Allá. Pues sobre esto y otras cuestiones más como el complejo proceso de momificación, hemos preguntado a la egiptóloga española, Esther Pons, conservadora-jefe de Antigüedades Egipcias y Próximo Oriente del Museo Arqueológico Nacional que nos ha hablado de esta civilización.
Mucho es lo que se suele contar a nivel general sobre la costumbre de momificar a sus muertos en el Antiguo Egipto, cuestiones que entre verdad y fantasía solo contribuyó a confundir algo de lo que gracias a las excavaciones y el trabajo científico de arqueólogos e historiadores, se va sabiendo cada vez con precisión y ha servido para ir olvidando falsos mitos.
Sobre el proceso de momificación en el Antiguo Egipcio, hemos hablado con la arqueóloga, Esther Pons, conservadora-jefe de Antigüedades egipcias y Oriente Próximo del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, que nos lo ha aclarado a EFE algunos aspectos sobre este apasionante tema de la Muerte y el concepto del Más Allá.
EFE: ¿Las momificaciones en el Antiguo Egipto era algo reservado solo a los faraones o aristócratas, o a todo el mundo?
Esther Pons: En principio estaba abierto a todo el mundo, pero como el proceso que conllevaba era muy caro, no se lo podía permitir todo el mundo.
De hecho, pocos eran los que podían pagarlo, por tanto, podemos decir que no estaba a disposición de todos.
EFE: ¿Cuándo se realizaron estos procesos de momificación, de qué fecha estamos hablando?
Esther Pons: En Egipto empieza en torno al 2,600- 2,400 antes de Cristo. A partir de esta fecha ya lo realizaban sacerdotes específicamente dotados para ello, antes, se daba gracias al medio natural, por la extrema sequedad del terreno y las condiciones ambientales eran propicias.
PROCESO DE MOMIFICACIÓN
EFE: ¿Cómo empezaba el proceso de momificación?
Esther Pons: Primero el cadáver era llevado a la “casa de momificación” donde se lavaba bien el cadáver. Después se le hacía un corte en el lado izquierdo del cuerpo, que podía variar, a veces, hasta la zona de la ingle.
Después se le extraían las vísceras, es decir, pulmones, estómago, hígado e intestinos y, una vez momificada bien cada víscera por separado, se depositaban también por separado en vasos ‘canopos’, uno para cada víscera, excepto el corazón.
Solo el corazón, una vez momificado correctamente, se devolvía al cuerpo, porque en este órgano era donde se consideraban que residía el alma y la inteligencia del difunto.
El cerebro se tiraba tras ser extraído por la nariz con unos ganchos. Después se ponía natrón, que es la sal, y quedando el cuerpo bien relleno de sal, se añadían resinas, algunos vegetales... y hasta cebollas se han encontrado en algunos casos.
A continuación se cerraba la abertura y se vendaba completamente cada miembro por separado, y después todo también bien, un proceso, que bien hecho, podía durar hasta un máximo de 72 días, pero no necesariamente tanto, depende del precio. En el caso de una momificación muy bien hecha, lógicamente era más cara; y así, cuanto menos días durara, pues era más barata.
Después entre las capas del cuerpo de vendaje, se colocaban los amuletos que tenían un gran valor simbólico y mágico, con representaciones de figuras de divinidades, temas florales o vegetales...
Después, se le cubría con una malla funeraria y el cartonaje. Una vez así, ya se le depositaba en un ataúd de madera decorado con una variedad de motivos religiosos-funerarios e inscripciones...
Y por último se introducía el ataúd en el sarcófago de piedra. Antes de cerrarlo se le realizaba el acto de apertura de la boca y los ojos, sin hacer incisión alguna, solo simbólicamente, para “devolver” las funciones vitales al difunto para la otra vida, la importante, la eterna.
EFE: ¿Y Anubis, la divinidad encargada de vigilar la balanza que se pesa los corazones en el Juicio ante Osiris? ¿Qué lugar ocupa?
Esther Pons: Anubis era el responsable de las momificaciones, y siempre aparece junto al difunto cuando éste estaba sobre la mesa de momificaciones. Es el que más aparece.
LA MALDICIÓN, PURA LEYENDA
EFE: ¿Junto al ajuar funerario se ponían también sirvientes o personas?.
Esther Pons: En la tumbas solo consta un ajuar suntuoso, según las posibilidades de cada difunto, pero sin criados, ni esposas. Todo eso es fantasía, leyenda... No se ha encontrado nada de eso.
EFE: Y sobre los mitos sobre las maldiciones por profanar tumbas, ¿Qué nos puede decir?.
Esther Pons: También todo mentira, nada de nada. Es verdad que cuando una tumba está cerrada durante tanto tiempo y, al haber citas y fuentes escritas que hablaban de seres malignos, del más allá, a los que se les podía molestar o perturbar si osabas entrar.... y junto al hecho de no conocer, entonces, cuando fueron descubiertas, mucho del Antiguo Egipto, pues quedaba muy bien elucubrar, inventar...
EFE: ¿Qué nos puede contar sobre Lord Carnarvon, mecenas inglés y la leyenda que murió tras abrir la tumba de Tutankamón al picarle un insecto?
Esther Pons: Mire, lo que se cuenta de Lord Carnarvon, el aristócrata británico que financió las excavaciones del célebre arqueólogo Howard Carter, el descubridor de la tumba de Tutankamón, en noviembre de 1922 (va a hacer cien años) fue todo un invento. Una picadura de un insecto en Egipto era algo normal, y como en estas fechas no había los medios médicos, antibióticos, para tratarlas....Además a aquello hay que añadir que Carnavon se cortó con la maquinilla de afeitar y la zona se le infectó más. Así que lo que luego pasó es que si alguien se moría por cualquier problema sanitario o de salubridad pues luego se contaban muchas cosas.... nada científicas, ni demostrables, claro. Lo único cierto es que ellos escribían frases disuasorias como medida, lógica, de preservar sus ricas tumbas. Maldiciones, las justas.
DESTACADOS:
+ Sobre el proceso de momificación en el Antiguo Egipto, la arqueóloga Esther Pons Mellado, conservadora-jefe de Antigüedades egipcias y Oriente Próximo del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, explica a Efe: “Estaban abiertas a todos pero no se las podían permitir todo el mundo, sólo quienes podían pagarlo porque el proceso era muy caro”.
+ “Primero el cadáver era llevado a la “casa de momificación” donde se lavaba bien. Se le abría una incisión en el lado izquierdo del cuerpo y se le extraían las vísceras importantes, y una vez momificadas una por una, -pulmones, estómago, intestinos e hígado, se guardaban por separado cada una en un vaso específico, excepto el corazón, que era la única que se devolvía al cuerpo”.
+ “Una vez completado el proceso de momificación, pero antes de introducirlo en el sarcófago de piedra, se le realizaba el acto de apertura de la boca y los ojos, para devolver las funciones vitales del difunto en la otra vida, la importante”, nos resume con claridad la arqueóloga.
Por Amalia González Manjavacas EFE/Reportajes