Margo Glantz encuentra en Twitter inspiración para practicar aforismos

Artes
/ 6 diciembre 2019

La escritora comentó que se inició en Twitter hace ocho años

GUADALAJARA.-La escritora Margo Glantz fue recibida como una rockstar, entre ovaciones e incansables aplausos, a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2019. Por su edad, ella misma se considera una “joya arqueológica” y el público lo reconoce, pues en cada intervención la narradora no deja de vislumbrar, de abrir puertas a historias insospechadas.

La noche del miércoles, en su presentación de “Mil Jóvenes”, sostuvo un ameno encuentro con el creador Jorge F. Hernández, donde Margo aprovechó para destacar lo valioso que es para su trabajo literario el intercambio de ideas con adolescentes. Además evocó algunas anécdotas como profesora y cómo recientemente las redes sociales han permeado en su obra.

“Estar con jóvenes me ayuda a no envejecer tanto porque ellos siempre te convierten y le enseñan a uno cosas que son muy valiosas. El intercambio entre jóvenes y profesores me parece lo más especial que puede haber en el mundo”, puntualizó la autora de “Las genealogías”.

Glantz, también doctora en Letras y profesora emérita de la UNAM, rescató la trascendencia de la educación laica. “Creo firmemente y defiendo la educación laica así como la educación pública, es lo más importante que tenemos y debemos de defenderlo”, señaló. 

Hernandez resaltó que a diferencia de muchos escritores que desdeñaron las redes sociales para Margo Glantz se convirtió en un vehículo para el aforismo.

"Hace ocho años empecé a ser tuitera y me pareció muy interesante (esta red). Me di cuenta de que políticamente el tuit podía ser muy útil porque permitió, aunque terminó catastróficamente, que los países árabes tuviesen una rebelión que tuvo consecuencias muy importantes, por desgracia, a la larga, muy nefastas”, comentó Glantz.

Agregó que la condición de expresarse en 140 caracteres fue oportuno para “enfrentarse a un desafío que la literatura propone con los fragmentos, que es en última instancia el aforismo, también tenemos la poesía japonesa, el haiku”.

“Aproveché el desafío de los 140 caracteres para ir mejorando en ciertas cosas, a partir de ese momento me aficioné al Twitter, al grado de que soñaba con él. Me despertaba en la noche para escribir tuits, a veces subía 10 o 20 al hilo y no dejaba en paz a mis seguidores”, señaló.

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