‘México ve hacia el norte y desconoce al sur’: José Adiak Montoya
El escritor nicaragüense presenta su libro ‘La ciudad de las calles sin nombre’, ficción que parte de la violenta realidad que vive su país natal, en la Feria Internacional del Libro Coahuila 2022
Después de que en 2018 una primavera violenta en Nicaragua, entre protestas y manifestaciones reprimidas por el gobierno, el escritor José Adiak Montoya salió de su país natal con un proyecto literario mutado por ese hecho.
“La ciudad de las calles sin nombre” (Seix Barral, 2021) nació como una novela sobre el exilio provocado por la dictadura de los Somoza el siglo pasado, pero ante estos cambios evolucionó hacia una premisa más actual.
Como un “testimonio literario contra el autoritarismo”, el libro presenta el viaje de una mujer de regresa a su tierra, solo para descubrir que la historia violenta de la humanidad está condenada a repetirse.
📝📚 Conversamos con @joseadiak con motivo de #CentroaméricaCuenta.
— Casa de América (@casamerica) September 22, 2021
💬 Hablamos de su 'El país de las calles sin nombre', de su inclusión en la lista #Granta de los nuevos 25 mejores escritores de habla hispana y de la situación en Nicaragua.
Aquí👇https://t.co/xuhc2h2MIZ pic.twitter.com/r4AWTshjyQ
Desde el exilio Adiak Montoya escribió esta novela, que ahora presentará en la Feria Internacional del Libro Coahuila 2022 con comentarios de Jesús Jerónimo García Reza y César Gaytán en la Sala Enriqueta Ochoa a las 19:00 horas.
“Fue muy importante para mí porque era una búsqueda de mi propio país, estando lejos lo hice de cierta forma para salvaguardar una memoria que yo traía muy reciente y quería ser fiel a mí mismo para leerla en un futuro y darme cuenta que todas esas cosas que viví y vi en primera fila, como tantas miles de personas, no era un recuerdo falso, sino que lo viví de esa forma”, dijo el autor sobre el hecho de haberlo escrito fuera de Nicaragua, en entrevista con VANGUARDIA.
TE PUEDE INTERESAR: Fallece novelista español Javier Marías a los 70 años de edad
Si bien la novela es ficción, todo su contexto está inspirado en la realidad, específicamente las experiencias del autor como un nicaragüense que vivió en carne propia esta represión.
“Realmente el personaje de Alicia al que tomo como pretexto para contar una historia real, de miles de nicaragüenses y de centroamericanos que han pasado por el tema de la migración y del exilio. No me cabe la menor duda que aunque sea una historia de ficción es totalmente real”, explicó.
El país de las calles sin nombre de @joseadiak es un libro necesario, para Nicaragua sobre todo, para Centroamérica. pic.twitter.com/vKoaiHffEa
— martín cálix (@laeradenemo) October 7, 2021
“Fue algo muy interesante porque yo tenía la idea de que esta novela solo iba a ser sobre el exilio de las personas que se fueron en la década de los 80 durante la guerra, pero en realidad, después de 2018 que el país entró en crisis me tuve que venir a vivir a México porque el país entro en este bucle de violencia en el que siempre estamos. Para mí eso me atravesó transversalmente y de cierta forma la realidad del país que yo quería narrar, al que Alicia regresaba, cambió en el proceso de escritura, y entonces la realidad misma afectó a la novela y tuve que escribir prácticamente una nueva, porque a ese país al que regresaba ya no era el mismo país y tuve que hablar del presente, del país que ahora existe, del país que ya no existe y del país al que regresaba mi personaje”, agregó.
Sobre su país, asegura que es “una cárcel absoluta”, y que le entristece que no exista la posibilidad de expresión alguna, de protesta, que quien quiera hablar deba callar y que muchos decidan mejor dejar la tierra donde nacieron antes que soportar lo que está ocurriendo.
Con todo y que se basa en la experiencia de los nicaragüenses, el autor recalca que su intención es hacer global esta realidad, que la gente voltee a ver a Centroamérica, en especial en el país que lo ha acogido, donde reconoce que se suele poner más atención a lo que sucede al norte del continente.
“Para mí era precisamente uno de los puntos que más me interesaba, que se leyera a través de los ojos ajenos, porque no se habla mucho de Centroamérica. Estando en México, que estamos tan cerca de Estados Unidos, siento que México siempre ve hacia el norte, a su vecino del norte y ve con cierta especie de desconocimiento lo que pasa en su frontera sur y para mí era poder visibilizar el hecho de lo que está ocurriendo allá, al sur de la frontera de México, ponerle humanidad a lo que acá se lee como cifras: tantos miles de migrantes están cruzando la frontera, y cuando lees un número es muy abstracto, y yo quería humanizar aunque fuera uno solo de esos números, para que el drama real de todas esas miles de personas que están cruzando la frontera puedan entrar y empatizar de cierta forma en el corazón de los lectores”, expresó.
“Para mí la ficción es, a fuerza de contar una mentira, decir una verdad. A fuerza de estar hablando de algo que es absolutamente real, a través de la ficción yo creo que la gente puede empatizar. Eso viene desde lo más primitivo del ser humano, necesitamos que nos cuenten historias y a través de esas historias poder vernos en ese espejo, reflejarnos en ese espejo, que es lo que hace la literatura”, concluyó.