‘Pausa’: Con ‘ropa ajena’ ponen en escena al amor tóxico

¿Has estado con alguien deseando que fuera otra persona? ¿O haz estado con alguien que desea que seas alguien más? Estas son algunas de las preguntas que hace al público la obra “Pausa”, que llega a Saltillo de la mano de Taumateatro y la dirección de Saúl Margal.

La puesta en escena, que inició funciones este sábado en Sala Prisma, aborda desde el texto de Wendy Hernández la tendencia a repetir patrones en las relaciones y, por ende, a recrear las mismas glorias, pero también las mismas penas.

En esta historia, Ilse (Lucía Rodríguez) y Raúl (Carlos MG), llegan a un acuerdo en el que, para evitar la nostalgia, cada uno interpretará a la ex-pareja del otro durante casi todo el tiempo, excepto en pequeños momentos de “pausa”, que aprovechan para ser ellos mismos, además de dar indicaciones sobre cómo ser más fieles a las memorias de estas personas que no logran sacar de sus mentes.

Si bien recalcan con regularidad los detalles de las personalidades de sus viejos amores, es a través del uso de prendas que les pertenecieron —un vestido para ella y una chaqueta de cuero para él y que “deben llenar”, como parte de la misma metáfora— que el público reconoce de manera directa cuándo está viendo el reflejo del pasado o a los protagonistas.

A pesar de lo inverosímil que puede parecer esta estrategia en la vida real, dentro de la ficción cumple su propósito, apoyada por las actuaciones —donde destaca la energía de Lucía en la mayoría de las escenas—, así como por una escenografía austera pero dinámica y un montaje que también dota de vivacidad a la historia, sin dejar de reconocer la gris realidad de sus personajes, aunque el trazo no siempre atiende a los tres frentes del escenario de Sala Prisma.

“Pausa”, por Taumateatro, ofrece una reflexión que muchos hemos tenido sobre nuestras relaciones amorosas, presentada con energía, humor pero sin perderse en la comedia, y continuará en funciones los sábados y domingos hasta el 13 de marzo en punto de las 20:00 horas.