Por una artística Navidad: Los deseos para el arte y la cultura de Saltillo

Existen fechas que nos mueven a reflexionar sobre nuestra vida; las fiestas navideñas y su magia es quizá la que más estimulan nuestros buenos deseos.

Si hoy puedo pedirlos por mí y los que me rodean: deseo que la suma de los esfuerzos que los artistas hacemos día con día siga creciendo; que reine la humildad, aunada a una constante búsqueda de perfeccionamiento, calidad y excelencia constante; que crezca de manera tan grande el quehacer vocal y musical, que se tome en serio y se valore en su justa medida lo que se ha gestado desde hace tanto. Cosechemos lo que con tanto amor y pasión regamos día con día.

Deseo el fortalecimiento de la comunidad de las artes visuales, el trabajo en equipo, el desarrollo y compromiso de proyectos expansivos colectivos. Deseo que los espacios gubernamentales expositivos vuelvan a ser dignos tanto para artistas como para el público visitante y, sobre todo, deseo la revalorización de nuestro trabajo -a través de tabuladores que estamos desarrollando- de los servicios artísticos que ofrecemos a instancias públicas y privadas.

Que el teatro sea en conjunto con otras disciplinas y con las comunidades en las que está inserido. Que no se limite a sí mismo, que seamos capaces de creer en su capacidad de aportar algo en un mundo en el que el convivio y el contacto humano se diluyen. Que en nuestra comunidad el teatro siga su camino hacia la creación que sirve como denuncia, como acto de reflexión conjunto, como visibilización de lo que no se quiere ver, como recordatorio que en el teatro siempre somos colectivo y nunca estamos solos.

Mi visión para la evolución del arte está fundamentada en la interdisciplina, en los ejes del arte, la ciencia y la naturaleza. Así que personalmente he decidido armarme de conocimiento científico para evolucionar como artista. Creo que los procesos colaborativos interdisciplinarios serán los fundamentos de nuevas narrativas, y que somos los artistas y científicos quienes tendremos que colaborar en la construcción de conocimiento conjunto para afrontar las crisis socio-ambientales y las del alma, que tanto necesitamos sanar. Así que más que un deseo es un compromiso conmigo y como artista al servicio de la vida.

Que el arte de la cocina, el calor del amor que desprende de la misma deje huellas memorables en nuestros corazones. La sopita, los guisos amorosos que vienen desde el pasado a llenar este presente de la virtud y la gracia de llevar al alma y al cuerpo el verdadero alimento. El deseo de volver al origen y tomar el maíz en las manos, el cacao, el chile y tomar la codorniz como ofrenda a las deidades. México, el portal mágico de una gastronomía única, hechicera y mística. La mesa de los guajolotes, los atoles y el piloncillo. Nace y se desprende los aromas y la vida al saber que somos una gran receta.

Creo que sí se ha avanzado en la atención —por parte de las instituciones de cultura— a la comunidad artística de nuestra entidad en cuanto a oportunidades y espacios para la manifestación y presentación de recitales, puestas en escena (en disponibilidad de galerías adecuadas sí hay un déficit). Pienso que hace falta más trabajo de planeación y ejecución en llevar el arte, en todas sus manifestaciones, a las comunidades marginadas; arte en espacios públicos, arte en las escuelas; arte en las fábricas y zona industrial, etc.

Me gustaría que el arte llegue a todos los rincones donde éste no se ha manifestado, y que su presencia y manifestación sea cotidiana, cueste lo que cueste.

Desde mi quehacer artístico, mi deseo para esta Navidad es que tengamos la opción de recabar recursos públicos y privados para sostener nuestros espacios de manera que los artistas que carecen de opciones puedan acceder a escenarios y que su material se publique. Los artistas sin trayectoria que no somos jóvenes, nuestro trabajo y nuestros espacios, no cuentan con rubros bajo los cuales solicitar lo que requerimos. Mi deseo es que los caminos sean más accesibles y que las nuevas propuestas que traemos (que traigo) para el 2024 tengan aceptación - que sean experiencias gozosas.

El anhelo de tener un mundo mejor es común en casi todas las personas, llevar este deseo a la práctica es la gran diferencia. Hacer que las cosas sucedan pues. En esta Navidad y para el próximo año que está por iniciar, mi deseo, entre muchos otros, es que los lugares nos acerquen, no nos alejen ni nos dividan, que encontremos en nuestra ciudad, en nuestros trabajos, en nuestra cotidianidad una forma de realización personal que irradie en el otro, que recordemos que somos comunidad y que para que exista crecimiento, debe existir el diálogo y la apertura, pero sobre todo, la equidad y el respeto por lo que somos, por lo que fuimos y por lo que queremos ser. Le deseo a usted y a los suyos que esta temporada sea lo que usted anhela que sea. ¡Felices fiestas!

El poema, para mí, es la asimilación de la vida desde las posibilidades insospechadas de nuestro lenguaje. Nace de la experiencia, siempre inevitable, y de la sensibilidad que se cuida y se cultiva. Alain escribió que todo pensamiento empieza por un poema. Deseo que, en este mundo de máquinas y mercancía, no olvidemos esto. Que defendamos la palabra, y sus poderes, de toda banalidad.

La comunidad es la fuerza del hoy y del futuro. Mi deseo es que entendamos que junt@s somos más humanos, que no importan nuestras diferencias sino que nos enriquecen; mi deseo es que se valore el sentido comunitario en los tiempos de hoy y del mañana. Estrechemos nuestros sueños, nuestros acciones y creaciones, formemos redes, colectivos, compartamos risas y proyectos, y exijamos ser tomad@s en cuenta desde la política pública.