‘Ser profesional es ser tu propio crítico’, Said González

Edwin Said González Lozano, un nombre ya conocido en Saltillo, pues puso a la ciudad en alto al obtener una beca en 2019 para estudiar en la English National Ballet School en Londres, Inglaterra, y posteriormente un contrato con la misma compañía en 2021.

Ahora, el bailarín de ballet de 21 años, quien practica este arte desde la infancia, está de visita en Saltillo. En VANGUARDIA tuvimos ocasión de platicar con él, esto en la Escuela Profesional de Danza de Coahuila, donde hace ya más de una década empezó su recorrido por el escenario.

“Para mí fue un cambio muy grande de la escuela a la compañía y me sirvió mucho de experiencia”, explicó González sobre su experiencia en la compañía londinense este último año, “de conocer un nuevo ambiente de trabajo, de estar con nuevas personas, bailarines que son muy importantes; de trabajar con ellos. Y de igual forma estar con otro director y otro tipo de personas a cargo”.

Dar el paso de estudiante a profesional no es cualquier cosa, y así lo considera, pues al momento de ser reconocido como un artista listo para dejarlo todo en escena, se requiere un compromiso mayor y una autocrítica tenaz.

“No es lo mismo a cuando estás en la escuela, donde muchas veces los maestros están más cercanos a ti, te están ayudando en cualquier cosa. En la compañía es más individual, tienes que aprenderte las coreografías, y muchas son muy complicadas, y tienes que ocupar parte de tu tiempo para repasarlas. También tienes que estar al pendiente de todo, porque como también hay más gente es más difícil que se concentre en solo una persona, entonces tienes que ser tu propio crítico, siempre al pendiente de tu trabajo, no descuidarte”, compartió.

“También es mayor responsabilidad porque se presenta para un público mucho mayor, son teatros más grandes y el nivel de exigencia es muy alto y creo que estar en una compañía te hace subir tu estándar”, agregó.

En este sentido, reconoce que hay una diferencia entre el tipo de público que llegó a conocer en México y el que aplaudió sus presentaciones en el viejo continente, no solo por la propia distancia cultural, sino porque, como sitio turístico, Londres atrae a gente de todo el planeta.

“A mí me gustó mucho. La mayoría de las funciones estaban completamente llenas, se hacen muchas funciones en una sola temporada. Mucha gente viene de diversas partes del mundo, porque es una ciudad muy grande, entonces como también hay más gente que viene y que sabe de ballet, entonces el público es más exigente y tiene referencias de lo que ha visto antes en la compañía; siempre esperan algo muy bueno de la compañía”, expresó.

Asimismo, pudo experimentar de primera mano otras formas de hacer producciones de ballet. Por ejemplo, recordó su participación en un montaje de la obra clásica “Raymonda”, con una dirección que buscó, sin desvirtuar la historia original, ofrecer una panorama más amplio de la misma desde nuestro contexto contemporáneo.

“Algo que noté muy drástico fue como que muchas veces, aquí, de lo que he visto en México, es que se enseña un repertorio muy clásico, en una sola línea, y allá te permiten explorar diferentes ballets o diferentes obras y coreógrafos. Yo aprendí mucho de estudiar y aprender de otros coreógrafos, allá conocí más ballets porque los vi en vivo, en video, nos mostraban muchas obras diferentes”, señaló, “también creo que cada maestro tiene su estilo y aquí a veces notaba que son muy similares todos. Allá muchas veces cambia drásticamente entre un maestro y otro”.

La escena de la danza en Saltillo se ha enfocado en los últimos años en la formación de estos talentos, con tal compromiso que Said no es el único joven que ha destacado fuera del municipio, pero al mismo tiempo el público no ha tenido una oferta constante de obras de ballet profesional. El bailarín ha imaginado algo así aquí, pero no es fácil de lograrlo.

“Hace algunos años aquí hubo una pequeña compañía, realizaban producciones de Paquita, junto con el municipio, y ahí tuvimos la oportunidad de contar con una coreógrafa de Monterrey, tuvimos una escenografía grande y era prácticamente una pieza de nivel profesional”, recordó.

“Es un poco más difícil porque el número de estudiantes baja y sube, entonces es difícil crear una producción grande cuando hay pocos alumnos, o también es muy costoso una producción nueva, escenografía, todo lo que implica los vestuarios, entonces creo que sí se puede, y se ha hecho, pero no es tan simple”, agregó.

Ahora, a su regreso a la ciudad, González compartió que le agrada, entre otras cosas, el poder estar de vuelta en su escuela y ver a los jóvenes donde él estuvo hace años, con el mismo potencial para la grandeza que él ya ha podido probar, y de la que sigue en busca.

“Voy a regresar a otra compañía que está en Europa, en Polonia, aún estoy esperando el permiso de trabajo, mientras lo espero aquí en Saltillo y mis planos son seguir bailando a nivel internacional. Me gustaría, así como ahora, si tengo un espacio, regresar a México, a Saltillo, a bailar algunas piezas, dar algunas clases, pero ahorita estoy enfocado en bailar”, concluyó.