'Si lo busco y lo encuentro, ¿qué te hago?': Ser mamá en confinamiento

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/ 10 mayo 2020

Nuestra colaboradora y coeditora de Artes Vanguardia, Susana Zepeda, nos compartió una introspección sobre las razones para celebrar este año el Día de las Madres, un festejo diferente debido al COVID-19, pero único para demostrarles a nuestras mamás cuánto las queremos y valoramos

Este período de cuarentena me ha dejado claras dos cosas, la casa nunca termina de estar limpia, y a la gente que amas la vas a amar porque el amor no caduca. Sí, lo primero porque diario -y más ahora- uno tiene que barrer, trapear, lavar el baño y esta contingencia sanitaria nos ha obligado a hacerlo con ahínco. Es un trabajo muy cansado, casi invisible, porque quienes viven contigo lo dan por sentado. La mesa está limpia porque debe estar, como si fuera un acto de magia y no, cansa. Y eso que en casa somos tres, mi esposo, mi hijo y yo. Y nuestra perrita, que es todo nuestro querer, pero a la que le echamos carrilla a diario por la impresionante cantidad de pelo que pierde. Uno cree que el piso está limpio y de repente ves una especie de mota grande volando que aprecias gracias a la luz de sol y qué es... pues pelo de perro. Ni modo, mejor acostumbrarse y hacerse a la idea. Sobre todo porque estos días tenemos que convivir sí o sí. Claro, mejor que sea en familia. Y lo del amor lo digo porque estos días han sido una prueba, es decir estar juntos todo el día, todos los días, genera problemas sin duda, desequilibra la armonía debido a que todos estamos más irascibles. El niño quiere que su papá y yo le pongamos 100 por ciento de atención, mientras que su papá y yo queremos sacar pendientes de trabajo, y de su escuela quieren que él esté 100 por ciento disponible y sus papás con él. Parece que no nos diéramos abasto, pero paradójicamente día a día vamos avante. Entonces veo que el amor se transforma, ya no es ese enamoramiento que te hacía sentir mariposas en el estómago, ahora es un compromiso de querernos y cuidarnos, con todo lo que esto implica -que no es poco-.

Así que a punto de celebrar mi sexto Día de las Madres, pienso en los anteriores, el año pasado por trabajo no pude ir a la comida organizada por la empresa -suspiro, ¡ja!- ni tampoco al festejo del colegio, pero este año puedo disfrutar junto a mi esposo y mi hijo y festejar juntos el hecho de que hace seis años me convertí en madre  y desde entonces mi vida cambió. Porque, aceptémoslo, la vida cambia al tener hijos, no cuando te casas. El hijo sí depende de los padres y los padres no dependemos el uno del otro. Ahí está el detalle.

Afortunadamente este encierro temporal me ha permitido acompañar a mi hijo en sus clases virtuales y he podido ver como mejora día a día en su práctica de lectura. Ayer, para no ir más lejos, leímos antes de dormir un cuento que le regalaron hace dos años en su cumpleaños. Y el sentimiento de orgullo al escuchar, “Mar-cia-nos e...n cal-zon-ci-llos” no se compara con nada, así que celebraré ese logro. Estar en casa y despertar a diario con quienes amo y me aman incondicionalmente, quienes a diario me regalan sonrisas y abrazos en el desayuno, otro motivo más para festejar, porque créanme que yo necesito esa cercanía. Y la verdad, la sana distancia no me ha costado...

Porque las videollamadas nos han acercado con aquellos amigos que están lejos, pero a los que queremos tanto. Ahora, el internet nos permite ver a la familia que en este momento no podemos visitar, pero nos hace sentir cerca, otra razón más festejar.

Aunque suene muy cursi, prefiero y sugiero ver el vaso medio lleno. Los días, a ratos, se hacen complicados, pero como dice mi mamá, ‘cuando está más oscuro, es porque ya va a amanecer’. ¡Feliz Día de las Madres a todas las mamás en confinamiento! Como yo.

$!'Si lo busco y lo encuentro, ¿qué te hago?': Ser mamá en confinamiento

¿CÓMO CELEBRAR A MAMÁ?

Este 10 de mayo sin duda es diferente a cualquier otro Día de las Madres, es la primera vez que no podremos salir a festejar a mamá a algún restaurante a comer o a visitar un lugar especial. Pero hay varias ideas que nos pueden ayudar para que este día no deje de ser único, entre ellas, hay muchas maneras de convivir y celebrar sin salir de casa.

› Si estás pasando el confinamiento con ella, puedes aprovechar una ida al súper y comprar rompecabezas y juegos de mesa para pasar el domingo juntos.

› Opta por compras en línea. Puedes buscar su regalo en varios portales de venta en línea y que llegue hasta la puerta del hogar. No olvides desinfectarlo en cuanto llegue.

› Hazle de desayunar y comer. Compra los ingredientes necesarios para hacerle sus comidas favoritas durante el día.

› Si estas lejos de ella puedes hacer una videollamada. Incluso hay aplicaciones con juegos que pueden implementar durante la llamada.

› Dedícale una canción. No tiene porque ser al son de un grupo o en la madrugada fuera de su cuarto, puedes pasarle el link del vídeo y escribirle lo mucho que significa para ti.

› Ayúdale en lo que resta de la cuarentena, dividan tareas y no le ‘cargues la mano’.

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